Embotelladora Andina paga US$5,5 millones por terreno en Antofagasta y acuerda distribuir AdeS

El 27 de diciembre pasado, Embotelladora Andina decidió incrementar su apuesta por Antofagasta. Ese día firmó una promesa de compraventa sobre un terreno ubicado en esa Región, a un costado de su actual planta en la ciudad. El monto del paño asciende a 136.476 UF (es decir, unos US$5,5 millones).

Desde la compañía precisaron que el terreno es un sitio colindante con la planta actual, y se adquirió para posibles ampliaciones en el futuro. En sus balances puntualizaron que: "La operación de compra se deberá concretar en el transcurso del primer trimestre de 2017. En caso de incumplimiento de alguna de las partes se generará una indemnización por perjuicios por un monto de 27.000 UF".

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Pero esa no fue la única novedad que concretó la embotelladora de Coca-Cola a fines del año pasado. Es que luego de que la matriz anunciara en junio de 2016 la adquisición de la marca de líquidos de soya, AdeS, Andina comunicó a Coca-Cola Company su decisión de comercializar el producto a través de su red. "Con fecha 27 de diciembre de 2016, Andina confirmó a The Coca-Cola Company su decisión de participar en el negocio de AdeS y comercializar dichos productos en todos sus territorios de franquicia", puntualizó en su estado de resultados. Añadió que el monto que Andina se comprometió a invertir asciende a aproximadamente US$42 millones, y se estima que la operación se materializará en el primer trimestre de 2017.

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"Acabamos de incorporar el segmento de soya en Chile y Brasil y lo haremos en otros países. En Paraguay y Argentina estamos negociando", subrayó ayer el vicepresidente ejecutivo de Andina, Miguel Ángel Peirano en el conference call con inversionistas.

Durante el cuarto trimestre de 2016, la embotelladora perdió 110 punto bases de participación de mercado en volumen en Chile en el mercado de las bebidas, a raíz de la fuerte estrategia promocional de sus competidores, particularmente en el canal de supermercados. Si bien, Peirano no le bajó el perfil a este hecho, sí aseguró que su meta es mantener rentabilidad, ya que las promociones agresivas no son sostenibles.

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En la oportunidad, en tanto, el ejecutivo también abordó su débil desempeño en Brasil durante 2016, luego que el volumen vendido se redujera 8,4%, y las ventas retrocedieran 2,8%.

"Ni Coca-Cola ni nosotros estamos conformes con los volúmenes de Brasil", precisó Peirano, argumentando que los números van más allá de una respuesta al escenario económico, sino que también incorporan la incertidumbre que existe en la población derivada de lo político. "Ambos estamos buscando maneras de reactivar el consumo, pero que no sean maneras que destruyan la industria sino que la fortalezcan", puntualizó, ejemplificando con la inversión que están haciendo en materia de envases retornables.

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En la misma línea, Peirano puntualizó que la compañía siempre está evaluando opciones de seguir creciendo, ya sea de manera orgánica o vía asociaciones o compras.