Estudio propone reformas a la industria pesquera global para hacerla más sustentable
Más de US$50 mil millones al año se pierden en el mundo, debido a una mala gestión pesquera, lo que no sólo impacta el ingreso y alimento de millones de personas, sino que además reduce la biodiversidad de los océanos.
Esta es una de las conclusiones del estudio “Invirtiendo por una Industria Pesquera Global Sustentable”, elaborado por Bloomberg Philanthropies y la firma de inversiones Encourage Capital. El documento, entregado en el contexto de la Segunda Conferencia Global Sobre la Salud de los Océanos, “Nuestro Océano”, que terminó ayer en Valparaíso, es el primero de un conjunto de planes diseñados para servir como modelo para la inversión en la recuperación de la industria pesquera global.
Los planes fueron creados como parte de Bloomberg Philanthropies Vibrant Oceans Initiative, que busca abordar este tema desde el punto de vista económico y ecológico, con el apoyo adicional de The Rockefeller Foundation.
La investigación involucra a especialistas de inversiones de alto impacto y expertos en conservación marítima. Incluye una serie de estrategias que aportan capital privado directo, destinado a mejorar la gestión de pesqueras pequeñas y de gran escala y resolver los temas de sobrepesca, por ejemplo, colaborando con pesqueras, comunidades y gobiernos en proteger áreas marinas y pesca sustentable; estableciendo límites con base científica en el tamaño y cantidad de pescados sacados fuera del agua; y facilitando el uso de nuevas y existentes tecnologías, tales como imágenes satelitales para monitorear áreas protegidas.
El conjunto completo de planes se centra en Brasil, Filipinas y Chile, que suplen cerca del 8% del alimento marino del mundo y será lanzado durante el último trimestre de 2015. Chile representa el 4% del desembarco global de productos marinos a nivel global. La lista la encabeza Rusia y Japón, ambos con un 6% (ver gráfico).
En el caso de Chile se proponen dos planes (ver recuadro), uno orientado a la extracción de mariscos, el cual requiere una inversión de US$7 millones para proteger la pesca artesanal. El otro dice relación a la merluza, por un monto de US$17,5 millones a través de una serie de estrategias, como incorporar ventas y productos del calamar. El objetivo es restaurar la biomasa de la merluza hasta el 75% de su máximo rendimiento sostenible respecto de su actual 27%, e incrementar en 136 millones las porciones que van del mercado a la mesa al año, mientras se generan retornos a 12 comunidades pesqueras.
Según Michael Bloomberg, fundador de Bloomberg, “los océanos son uno de nuestros grandes recursos, pero también uno de los más amenazados. Estamos comprometidos en encontrar formas medibles para proteger y preservar la vida oceánica y estos planes de inversión beneficiarán a las economías basadas en los océanos.
Encourage Capital destinó dos años en desarrollar los planes de inversión, en colaboración con Oceana, organización enfocada en la conservación; y con Rare Conservation, una entidad pionera que empodera a las comunidades para pasar de ser usuarios de recursos a administradores medioambientales.
Según el informe, el manejo sustentable de una población de peces tiene el potencial de reestablecer el ecosistema e incrementar la pesca global en un 20%, expandiendo el suministro total de proteína y apoyando la seguridad alimentaria global.
Al respecto, Ricardo Bayon, socio y co-fundador en Encourage Capital, comentó: “después de todo, si algunos negocios están perdiendo alrededor del 5% de sus ingresos, debido al mal manejo, habrá un fuerte incentivo para cambiar la estructura. Es tiempo de que modifiquemos la forma en que manejamos la industria de la pesca”.
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