Ex presidente de BTG Brasil investigado por corrupción volverá a la firma
El actual presidente del banco se encuentra vendiendo su participación.
A más de dos años de que la justicia de Brasil lo tomara detenido por posible obstrucción de la investigación del caso "lava jato", André Esteves, entonces presidente y fundador del banco BTG Pactual, podría volver a incorporarse a la firma financiera una vez que sea sobreseído por la justicia.
Según dio a conocer Bloomberg, cuando eso ocurra, Esteves se reincorporará al grupo controlador del Banco, el que abandonó tras ser detenido, luego de que en septiembre de 2017 la fiscalía brasileña dijera que "no hay pruebas suficientes" en su contra dentro de la investigación por corrupción, y agregó que debería ser sobreseído por la justicia federal.
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Pero el regreso de Esteves no sería el único cambio en la dirección de la mayor firma financiera de Brasil.
Marcelo Kalim, actual presidente de BTG, se encuentra en pleno proceso de venta gradual de sus tenencias en la compañía para crear su propia empresa, según tres personas con conocimiento directo del tema. Kalim es uno de los tres mayores socios de BTG.
Por otro lado, el gerente general de la compañía, Roberto Sallouti, aumentará su participación e influencia, dijeron las mismas fuentes.
Ambos ejecutivos son los mayores socios de BTG, después de Esteves, y los controladores más importantes de la firma.
En la misma línea, otros socios que aumentarán sus participaciones y su influencia son João Dantas, director financiero; Rogerio Pessoa, responsable de gestión patrimonial; Renato Santos, que maneja tesoro y crédito; Alexandre Câmara, responsable de situaciones especiales; y Allan Hadid, director de operaciones para gestión de activos globales, dijeron las personas.
BTG, por su parte, se negó a hacer declaraciones sobre los cambios en la organización de la sociedad.
Cabe recordar que en medio del escándalo que inició en noviembre de 2015 y que involucró a André Esteves en el mayor caso de corrupción de su país, el ejecutivo se quedó con el 30% de la firma; sin embargo, pese a ser el mayor accionista, gran parte de los títulos en su poder no tienen derecho a voto, por lo que quedó fuera del pacto de control. Tras esto, Kalim y Sallouti, junto a otros cinco socios utilizaron el proceso de canje de acciones para hacerse del control.
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