Fiebre china se expande en Chile: Gobierno impulsa once proyectos por cerca de US$1.500 millones en inversión

China
Producción digital para ser usada en temas internacional, política, economía DISEÑO: SANDRO BAEZA/AGENCIAUNO

En las últimas dos semanas, los chinos se dejaron sentir. La compra del 27% de Transelec, la asociación con SK y el ingreso a San Pedro Tarapacá marcaron una transición: los asiáticos dejaron de mirar para empezar a concretar operaciones en el país. Y ahora van por más. Desde el sector eléctrico hasta el forestal guían su pasos.




Cerraron el 2017 e inauguraron el 2018 mostrando su poder. Es que en sólo dos semanas, los chinos concretaron tres operaciones en el país, y si inicialmente sondeaban transacciones, en 14 días evidenciaron que su apuesta iba en serio. Ayer, para no ir más lejos, se dio a conocer la alianza entre Sigdo Koppers y China Railways Group Limited para levantar un tren que uniera Santiago y Valparaíso, en una inversión por US$1.600 millones (ver secundaria); un día antes Fósforo vendía su 12,5% en San Pedro Tarapacá al gigante Yanghe, filial del Grupo Jiangsu Yanghe Destillery Co, en US$65 millones; y hace una semana -el 26 de diciembre- se comunicaba la enajenación del 27,8% de Brookfield en ETC Transmission Holdings, matriz de Transelec, a Southern Power Grid, por US$1.300 millones. Tres monstruos asiáticos que en cuestión de días arremetieron en tres sectores diferentes marcando la pauta. Y la apuesta claramente apunta a más.

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"Sin duda, operaciones como éstas, son una señal del interés de los inversionistas chinos en nuestro país. Estas transacciones dan cuenta de que la inversión china pasó de una fase inicial de prospección, a una de concreción de negocios", precisa el director de Invest Chile, Carlos Álvarez. "Queremos que hayan más inversiones chinas y que vayan diversificándose a otros sectores como ha ocurrido últimamente", complementa el director internacional de Sofofa, Manuel José Prieto.

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Es que si bien -según el Banco Central- las firmas chinas reportaron un stock de inversión directa (pasiva) de US$746 millones entre 2009 y 2016, sólo desde que se creó InvestChile (mayo de 2016) se materializaron US$400 millones vía seis iniciativas -cuatro de ellas en 2017-. Aún más, puntualizan que en carpeta hay once proyectos de empresas chinas en distintos grados de avance a los cuales InvestChile está apoyando para lograr su materialización. Todos ellos se traducen en un potencial de inversión cercano a los US$1.500 millones. "Los inversionistas chinos no sólo están comprando participación en estas compañías, sino conocimiento de mercado, redes regionales, etcétera, lo que da cuenta de que su manera de ingresar a Chile se parece más a lo que han hecho en Europa y EEUU, que al modelo empleado en América Latina y África, donde han estado asociados a la construcción de grandes obras de infraestructura, muchas veces sólo como contratistas", subraya Álvarez.

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Según explica el abogado socio de Carey y director de la Cámara Chileno-China de Comercio, Alberto Cardemil, tal boom de inversiones responde básicamente al modelo de desarrollo del gigante asiático que desde hace algunos años descansa en la inversión hacia el exterior. "Existe una presión muy grande de empresas chinas por salir a invertir afuera y explorar mercados que antes no consideraban", precisa. Y añade que en ese escenario, Chile destaca bastante por su institucionalidad, donde más allá de su tamaño permite generar bases para operar en la región.

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El puntal de la energía

De las 17 iniciativas que -según InvestChile- se han concretado bajo su gestión y que mantienen en carpeta, seis pertenecen al sector energético. De estas últimas, sólo una se ha materializado; el resto está en análisis. Es que el rubro eléctrico -coinciden en la industria- es sin duda uno de los más atractivos a la hora de hablar de empresas chinas. "Tradicionalmente los chinos están muy interesados en energía donde tienen ventajas comparativas porque manejan mucha tecnología", puntualiza Cardemil. Actualmente, la única empresa china que tiene una cartera relevante de activos en el país es State Power Investment Corporation (SPIC), que a fines de 2015 compró Pacific Hydro. Sin embargo, ya han manifestado interés China Energy Engineering Group, China Power, entre otras.

Además, hay otras tres compañías que trabajan en Chile en el área eléctrico como proveedores de equipos. Estas son Xinjiang Goldwing Science & Tech, China National Complete Plan Import & Export Corporation, y Chint.

Pero más allá de ese foco, ya se ve una diversificación. En mayo, la cadena hotelera del gigante asiático Mandarin Oriental Hotel Group, anunció su aterrizaje en Chile con un hotel en las instalaciones que por años ocupó el Grand Hyatt Santiago en Kennedy; mientras que en el mismo mes, la mayor empresa vitivinícola china, Yantai Changyu Pioneer Wine, acordó la compra de las viñas del grupo Bethia: Indómita, Santa Alicia y Dos Andes. Y así suman y siguen.

Fuentes de la industria agrícola, aseguran que el interés de las empresas vitivinícolas asiáticas responde básicamente a que el país es un gran consumidor de vinos, por lo que si bien tienen producción local, no es suficiente como para abastecer su mercado interno. Lo mismo ocurre con la búsqueda de paños para productos agrícolas.

De los consultados, no obstante, todos afirman que actualmente no existirían conversaciones para que inversionistas chinos adquieran nuevas viñas; donde sí han visto un mayor movimiento es en el sector forestal, donde se ha observado interés asiático por comprar, tanto terrenos como posibles operaciones en marcha.

"Los proyectos que estarían viendo en Chile serían en torno al sector de infraestructura, Servicios Financieros, Industria de Servicios, Agroexportadores", precisa un conocedor del mercado. Desde los bancos de inversión puntualizan, de hecho, que entre diez a 20 compañías asiáticas estarían reuniéndose con entidades asesoras, buscando inversiones.

Y ya tienen el punta pie inicial. El China Construction Bank opera en el país desde 2016, mientras que el Bank of China tiene autorización para instalar una sucursal en Chile, facilitando así el diálogo y las operaciones con los asiáticos. Ahora sólo resta esperar. La presencia del gigante asiático llegó para quedarse. Y la apuesta es enorme.

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