Fundación Mi Parque: buscando democratizar las áreas verdes
Crear comunidad a través de la recuperación de áreas verdes o espacios públicos de calidad en los barrios que más los necesitan. Esa fue la misión con la que nació Fundación Mi Parque. Han pasado más seis años desde que un grupo de arquitectos de la PUC decidiera dar el primer paso.
Nueve comunas concentran el 50% de las áreas verdes del Gran Santiago y muchas personas que viven en comunas pobres, no son capaces de financiarlas.
Esto fue determinante para formar la fundación y así encargarse de un problema que hasta ese momento no tenía solución. Desde sus inicios, Fundación Mi Parque ha tenido entre sus objetivos disminuir la brecha de desigualdad, a través de la construcción y mantención de nuevas áreas verdes en barrios vulnerables. La desigualdad también se ve reflejada en el espacio público y es por eso que la fundación busca disminuir esta brecha.
"Creemos que nuestra mayor aporte al país, está en el convertir a las mismas personas y comunidades en los principales actores de las transformaciones y mejoras de sus propios barrios", dice Ignacio Lira, director ejecutivo de Fundación Mi Parque. Señala que una de las aristas que entrega sustentabilidad a los proyectos de recuperación y construcción de este tipo de áreas, que "son liderados en conjunto con comunidades organizadas, proactivas y empoderadas, que logran transformar sus espacios públicos en lugares de encuentro para disfrutar en familia. Esto es lo que nos motiva a seguir trabajado a lo largo del país".
Respecto a qué significa liderar una categoría en Iniciativas Sustentables 2014 del HUB Sustentabilidad, Lira destaca: "Ser el ganador es un gran reconocimiento y respaldo para la labor que hemos estado desarrollando estos últimos años. Al mismo tiempo es un fuerte impulso para seguir trabajando con esfuerzo en el lograr que cada día sean más los chilenos que puedan estar orgullosos no sólo de sus barrios, parques o plazas, sino también, de su comunidad".
Piedras en el camino
Lira cuenta que entre las principales dificultades existentes a la hora de implementar este proyecto estaba la confianza. "Para trabajar en el espacio público hay que coordinar la voluntad de varios actores: municipalidades, comunidades, financistas y constructores, entre otros. En un principio, el embarcar a todos estos actores en un proyecto concreto y lograr el que todos compartiéramos los mismos objetivos para trabajar de manera alineada, fue un gran desafío", señala.
Tras haber conseguido desarrollar más de 170 proyectos en 53 comunas de Chile con más de 12.800 voluntarios, vecinos y el apoyo de 93 empresas, "hoy creemos que se ha avanzado mucho en esta materia y pese a que siempre hay que ir renovándolas, las confianzas ya se han construido. Cada vez, a todo el mundo le hace mayor sentido la importancia de sumar áreas verdes en los barrios con mayores carencias de nuestras ciudades y la importancia de hacerlo de manera participativa".
Modus operandi
El método de trabajo de la fundación involucra: fondos RSE de privados para financiar la construcción de la plaza o parque; colaboración de la municipalidad, que se compromete a mantener el área construida; diseño participativo con los vecinos, determinante para que el proyecto sea exitoso; uso de infraestructura que permita perdurabilidad y bajo costo de mantenimiento, así como también bajo impacto en el medio ambiente. En relación al último aspecto, se elige mobiliario anti vandálico y plantas de bajo requerimiento hídrico con el fin bajar el consumo de agua en el riego. Finalmente en iluminación se hace uso de sistemas solares con paneles fotovoltaicos.
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