Futuras negociaciones sindicales en Chuquicamata sellaron salida de Raimundo Espinoza de la FTC
Acusaciones por falta de representatividad para la conformación de un nuevo plan de egreso habrían mermado las relaciones. Cercanos al dirigente histórico ya preparan su ofensiva.
La reconversión de la División Chuquicamata de Codelco de rajo abierto a subterránea es, según diversas fuentes internas de la estatal, la piedra angular que explica la salida del histórico presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), Raimundo Espinoza, tras 25 años en ese puesto.
Este cambio, el mayor en más de un siglo de historia -y cuyo inicio se proyecta para el próximo año-, implica no solo una inversión superior a US$4.200, sino también una drástica modificación laboral, pues consideraría la salida de cerca de un tercio de las más de cinco mil personas que hoy laboran allí.
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"Los temas grandes hoy están en Chuqui", dijo un dirigente cercano a Héctor Roco, nuevo presidente de al FTC, explicando que Espinoza, quien también ocupa un puesto en el directorio de la estatal, se habría mantenido alineado con la empresa y no con los trabajadores.
En esa línea, señaló que el último plan de retiro que la cuprera consideró, terminó en diciembre de 2016, tras lo cual no se ha podido acordar una solución, ya que la firma estaría ofreciendo un pago de $ 50 millones promedio a los trabajadores que salgan, pero sin considerar incentivos, como la mantención de los ex trabajadores en las isapres de Codelco o las becas de educación para los hijos de quienes dejen la compañía.
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"El país ha sido notificado que los trabajadores de Chuquicamata quieren dejar atrás su rol de poder en la sombra para pasar al sillón del conductor en un momento decisivo (...). Hay un desafío para los trabajadores de otras divisiones en cuanto a ser capaces de mantener una relación con la empresa que sea más amplia y no caer en una 'chuquicamatización' de las relaciones laborales", señaló el director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo.
Lo que viene
Los aliados de Espinoza, concentrados en las demás divisiones de la estatal, están desarrollando una estrategia que va por dos vías. La primera de ellas es la revisión de los estatutos de la FTC con un equipo de abogados, trabajo en el cual ya han constatado inconsistencia en la conformación de la nueva mesa presidida.
Otra línea es la elaboración de la denominada lista de censura, para la cual necesitan 25 firmas de dirigentes sindicales que ya se habrían alcanzado (entre sindicatos de El Teniente, Andina, Casa Matriz, Ventanas, Soldados, Chagres y El Salvador), pero que quieren ampliar y que significaría el llamado a la elección de una nueva mesa. Ambas acciones serían presentadas entre hoy y el lunes.
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En tanto, la nueva mesa iniciará un proceso de visitas a las divisiones, que se iniciarían en El Teniente y Andina.
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