Gonzalo Jiménez: "Debiera haber una renovación completa de los directorios de las Sociedades Cascada"




El director del Centro de Familias Empresarias & Empresas Familiares de la Universidad del Desarrollo, Gonzalo Jiménez, es experto en gobiernos corporativos. Por ello le toca de cerca el Caso Cascada, a raíz del cual tiene un lapidario diagnóstico respecto de los directorios relacionados a la cadena de control sobre SQM y su rol en empresas abiertas que transan en bolsa y que tienen entre sus accionistas a las administradoras de fondos de pensiones. “¿Cuáles directorios? Lo que había realmente acá eran réplicas de un directorio central”, refuta al ser consultado por su evaluación de los gobiernos corporativos de la famosa cascada. “Estos directores eran meros buzones”.

¿Cuál es su visión sobre la magnitud de sanción de la SVS?, ¿Ejemplificadora?

Esta es una sanción sin precedentes en nuestro mercado. Sin embargo, se trata de una cifra en torno al 50% del daño causado. Sería de toda lógica que una vez que se compensa el daño generado, se concreten las multas en castigo por esas faltas. En otras palabras, las faltas no pueden ser rentables. Debe primar aquello de que el crimen no paga.

Pese a todo lo anterior, sin duda esta sanción tiene varios elementos ejemplificadores. Primero, pese a su complejidad, la institución fue capaz de destapar el caso y continuar con su investigación en el tiempo. Además, que durante este proceso no haya tenido ninguna incidencia el cambio político vivido en Chile. Finalmente, el solo debate público frente a estas malas prácticas sienta un precedente y permite instalar la necesidad de mejorar el sistema en su conjunto.

¿Qué opina respecto del actuar de los directorios de estas sociedades?

¿Cuáles directorios? Lo que había realmente acá eran réplicas de un directorio central. A nadie le preocupaba el interés societario de cada una de estas cascadas. No se veían aquí ni deberes de lealtad, cuidado, prudencia ni mucho menos la orientación hacia la creación de valor en sus ejercicios.

¿Eran de verdad empresas o solo sociedades de papel orientadas al control en lugar de la creación de valor?.

Directores independientes están pidiendo la salida de Julio Ponce y Aldo Motta de, por ejemplo, en Norte Grande. ¿Deberían dar un paso al costado?

Debieran salir no solo ellos sino todos quienes los acompañaban. Aquí se necesita una renovación completa porque mientras unos hicieron, otros dejaron hacer. Según la propia superintendencia prácticamente no había mención alguna a los temas estratégicos y de valor de la empresa. Estos directores eran meros buzones. La lógica aquí debiera ser la misma que en casos similares recientes, como La Polar, FASA, Enersis y hasta en la misma Bolsa de Comercio, donde cambiaron a los principales directivos.

¿El Caso revela falencias a nivel de gobierno corporativo en el mercado chileno?

Sin duda, revela y muchas. Si bien la SVS actuó de manera correcta, sí debiéramos esperar a futuro mayor rapidez en su capacidad investigativa.

Respecto a directorios, todavía persisten ciertas prácticas atávicas, muy de patrón de fundo, que pasa sus aplanadoras de control. Los directorios tienen mucho que hacer para revertir estas prácticas en Chile.  Por ejemplo, mayor capacidad de autocrítica, que es la que falló en el Grupo SQM, que irónicamente se autoevaluó de manera muy generosa en sus últimas respuestas a la SVS sobre la norma 341.

Por el lado de las AFP, diría que no hay negocio tan bueno como para validar con su presencia un mal gobierno corporativo. Las AFP tienen que entender que su forma más directa de asumir su responsabilidad empresarial es promoviendo el buen gobierno corporativo de las sociedades en que participa.

Finalmente, ¿dónde están los clasificadores de riesgo y otras entidades que debieran tener una participación activa para alertar estas prácticas?

Existe un concepto de impecabilidad que los directorios, inversionistas e institucionales deben asumir en la práctica de los gobiernos corporativos en Chile.

Quienes sí salen con buena nota son las asociaciones gremiales como Sofofa y CPC que se desmarcaron rápidamente, a diferencia de la tibia reacción de la Bolsa de Comercio, que parece aun capturada por el old boys network.

¿Qué tanto daña la confianza sobre el mercado?

Sin duda es un caso que nos afectará en los indicadores de riesgo internacionales. Hemos estado en promedio con un escándalo corporativo por año en lo que va de este siglo. Finalmente todo el ecosistema se va contaminando con esta sensación de que este es el reino de los vivos y los winners.

No basta con cumplir con la legalidad (la letra de la Ley), ni siquiera basta con la legitimidad (espíritu de la ley). Si uno realmente quiere construir una reputación que haga la diferencia, debemos apuntar a construir un legado.

Sería interesante que como país podamos avanzar hacia la creación de la figura de una Comisión de Valores, que permita evitar estas prácticas y dar garantías de confiabilidad en el sistema.

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