Innovación e infraestructura al servicio de las personas

Por Leonardo Daneri




Para nadie resulta un misterio el cambio evidente que logró nuestro país entre la década de los noventa y el inicio del nuevo siglo. Por ejemplo, los aeropuertos de Chile incorporaron tecnología de avanzada y ofrecieron comodidades para sus pasajeros, tales como la Ruta 5, que es una verdadera columna vertebral de nuestro territorio, la que mejoró considerablemente el tránsito entre las ciudades de La Serena/Coquimbo y Puerto Montt, en la Región de los Lagos.

Además, como si esto fuera poco, se optimizaron las condiciones de habitabilidad en los recintos penitenciarios y se pudieron construir hospitales en dos de las comunas más pobladas del país.

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¿Pero qué fue lo que originó este cambio de cara?

La clave está en ser capaces, no sólo de pensar en hacer un cambio, sino que tomar la decisión para hacerlo y ejecutarlo. Eso fue lo que pasó en Chile, , donde se dieron varios factores que permitieron transformarlo en el país que es actualmente.

Uno de los elementos fueron las concesiones de obras públicas, que son un tipo de asociación entre el sector público y el privado, gracias a lo cual se incorporan recursos y capacidad de gestión en la provisión de infraestructura para uso público y así, por esa vía, aumentar su eficiencia, cobertura y calidad, beneficiando a las distintas comunidades presentes a lo largo de todo el territorio nacional.

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Construir más infraestructura, sin generar un aporte adicional a las personas, se transformó en un verdadero desafío que en la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (Copsa) se asumió a través de la innovación. En este contexto, quisimos pensar distinto y plantear soluciones creativas.

Fue así como comenzaron a surgir distintas iniciativas que en su conjunto se convirtieron en piezas claves del sistema, demostrando que el atreverse a hacer algo distinto podía tener un valor compartido.

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Por ejemplo, la utilización de iluminación bajo tecnología led en algunas autopistas urbanas para mejorar la visibilidad de los conductores y la implementación de energía solar para abastecer parte del consumo, son algunas de las acciones que se han ejecutado con excelentes resultados, durante los últimos años.

Asimismo, destaca la creación e implementación de un modelo predictivo de accidentes en autopistas, proyecto de innovación tecnológica que permite anticiparse a situaciones de riesgo en base a antecedentes del comportamiento del flujo vehicular, advirtiendo a los usuarios mediante la entrega de información.

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En esta misma línea y utilizando la infraestructura disponible, desde hace algún tiempo está funcionando en el Aeropuerto Internacional de Santiago una plataforma digital gratuita que permite a los pasajeros y visitantes bajar 10 libros de autores chilenos. El segundo paso del proyecto apunta a crear la primera biblioteca digital en un aeropuerto latinoamericano, la que contará con 25 mil ejemplares de distintos autores.

En materia de innovación educacional, desde hace algunos meses funciona en la Séptima Región el proyecto Mi Ruta Educativa, una mini ciudad que permite a los niños de enseñanza básica de colegios de la zona aprender sobre seguridad vial y condiciones seguras.

En Copsa seguimos trabajando para asumir los desafíos que vienen por delante, desde una óptica colaborativa que permita sacarle el máximo de beneficios a los distintos proyectos de infraestructura que ponemos a disposición de las personas.

*Presidente de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública, Copsa.

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