Lagos y la carrera presidencial 2017
Hace justo una semana el ex Presidente Lagos adelantó su disposición a participar en las elecciones de 2017. Según diversos análisis, su decisión fue presionada por los magros registros de la encuesta CEP, que lo habrían motivado a adelantar un anuncio que estaba originalmente condicionado al resultado de las municipales. Lagos habría evaluado que, de no iniciar hoy su nueva aventura presidencial, se estrechaba el margen de tiempo para alcanzar a su más claro contendor, el también ex Presidente Sebastián Piñera. Pero lo cierto es que pese a que el acto de Lagos pretendía adelantar la carrera, la reacción de Chile Vamos ha sido más bien discreta. De hecho, el principal remezón que provocó el anuncio se vio en particular en la Nueva Mayoría, donde los partidos, sus parlamentarios y dirigentes se han apresurado en definir su posición respecto de la candidatura del ex Presidente. Por lo mismo, el efectismo del anuncio de Lagos golpea a un Gobierno cuestionado y con baja popularidad, acrecentando el llamado síndrome del pato cojo a 18 meses de que termine el período presidencial. Que la jugada de Ricardo Lagos fue estratégica, qué duda cabe. Que haya sido efectiva y servido para alinear a la Nueva Mayoría -tras su figura u otra alternativa- es innegable. Pero el daño que una movida de esta naturaleza hace al Gobierno aún está por verse, junto con el impacto que la decisión del ex Presidente pueda causar dentro de la Nueva Mayoría en términos de su estabilidad.
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