Los chilenos que han pasado por la universidad de Google y la NASA




Premios Nobel, astronautas, fundadores de redes sociales y magnates de la tecnología a nivel mundial, son algunos de los profesores que durante tres meses hicieron clases a 12 chilenos que han pasado por la universidad de la NASA y Google, llamada Singularity University donde a través del programa Graduate Studies Program trabajan para crear un proyecto que impacte a mil millones de personas en diez años.

La universidad de la singularidad está en el centro de investigación Ames de la NASA, en Mountain View (California), cuna del emprendimiento y la innovación a nivel mundial. Tiene como objetivo "reunir, educar e inspirar a un grupo de dirigentes que se esfuercen por comprender y facilitar el desarrollo exponencial de las tecnologías. Además de promover, aplicar, orientar y guiar estas herramientas para resolver los grandes desafíos de la humanidad".

TRES INTENSOS MESES 
Si bien la universidad cuenta con distintos programas, éste se enfoca en jóvenes dispuestos a pasar 3 meses intensivos con clases de 8 de la mañana a 10 de la noche durante seis días a la semana para resolver un problema de la humanidad.

Cada año postulan más de 3.000 personas de todo el mundo, de los cuales sólo 80 son seleccionados. Y ahí han estado estos chilenos.

La primera parte del curso consta de cinco semanas de clases con speakers de nivel mundial como Larry Page, fundador de Google y Ray Kurzweil, uno de los inventores más prestigiosos de Estados Unidos. "Después de esas cinco semanas te hacen formar grupos de entre 2 y 6 personas para que desarrollen una idea que tenga el potencial de impactar mil millones de personas en diez años y te estresan a que hagas un proyecto realmente grande", cuenta el subgerente de desarrollo de nuevos proyectos de la Fundación Chile, Alejandro Tocigl, quien participó este año.

El proyecto debe ser parte de ciertas áreas de investigación. "Te muestran cuáles son los ocho grandes desafíos de la humanidad  actualmente: Alimentos, agua, energía, seguridad, pobreza, educación y salud. Después te dicen cuáles son las tecnologías que se vienen a futuro para resolver dichos problemas", agrega Tocigl.

El primero en asistir fue Julián Ugarte en 2010, director de Socialab. Postuló tras conocer a Tina Seelig, profesora de Stanford, quien luego de ver él trabajo que hacían en Un Techo Para Chile, le dijo que debía presentar lo que él hacia a los directores de la universidad.

"Justo tenía que ir a California y les dije que me organizaran una reunión con el director. Mi objetivo era convencerlo para que esas cabezas brillantes se dedicaran a resolver problemas importantes . Le hice una presentación con un pésimo inglés y me dijo que le parecía bien, pero que lo mejor era venir para acá a clases y  convencer a todos los otros para que  resolvieran esos problemas", cuenta Ugarte.

Julián fue el referente para que otros chilenos decidieran tomar la misma decisión.

EL "REALITY DE LOS NERDS"
Andrés Alonso, gerente de Energía y Recursos Hídricos de Codelco fue a Singularity en 2011 y lo describe como "el reality de los nerds".  "Es increíble como la cabeza te va funcionando cada vez más rápido. En un momento dado alcanza el proyecto pero tienes miedo de que pueda ser malo porque los mentores son bastante duros y presentas tu proyecto a toda la comunidad de Silicon Valley y no puedes presentar cualquier cosa. Van inversionistas ángeles a evaluar tu proyecto que dicen cuál tiene posibilidades de funcionar y cuáles no", cuenta.

Su proyecto final era una parábola reflectante con una placa fotovoltaica "que se ponía arriba de un techo y podía generar energía para cargar un celular o un laptop. Lo que estábamos atacando era la gran cantidad de personas sin energía que vive fuera de red", cuenta.

"La gente que conoces, quedan después como tus redes de contacto para armar el proyecto. Singularity se ha construido también como una incubadora. Se hace el prototipo y se puede seguir con el proyecto. De lo contrario, la iniciativa pasa a ser de ellos para que otro de los ex alumnos la tome", cuenta Sebastián Espinosa, gerente de Desarrollo en Acción Emprendedora quien viene llegando de su experiencia.

Su proyecto consistió en un bus con laboratorios móviles de tecnología y emprendimiento para colegios vulnerables. Actualmente está en etapa de conseguir financiamiento y busca estrenarse para el Mundial de Fútbol Brasil 2014.

Rafael Yáñez fue parte de la generación del 2012. "Como Singularity está en la NASA, me vinculé mucho con el profesor Dan Barry,  que es astronauta. Nos dimos cuenta que en  la NASA hay un proceso muy complejo porque la industria de la investigación espacial después de la crisis subprime se quedó sin financiamiento. Entonces el mundo privado se está metiendo y están abriendo tecnología e información que antes se mantenía cerrada", cuenta.

Así descubrió un prototipo para generar gravedad cero con drones, aviones no tripulados, con lo que podían llegar a hacer un segundo por US$1, "que es un precio inigualable en concepto de lo que gasta la NASA", explica, proyecto que hoy ya es parte de la red de empresas de la universidad con oficina en Silicon Valley y fue presentado al director de la NASA.

"Cuando estás fuera crees que todo es complejo, todo es difícil, todo es imposible. Pero cuando estas allá te dicen que todo el mundo pensó que era imposible y se ha hecho todo esto, y más encima te dicen que tienes este curso, te financio 100% y si no te arriesgas no te preocupes porque estamos corriendo el riesgo por ti", agrega.

Garay describe esto como un "all inclusive" donde no te tienes que preocupar de nada, con un edificio en donde están todas las clases y dos edificios de dormitorios alrededor. "La idea es que te concentres 100% en el estudio, no pienses en la comida, en nada, sólo en el estudio".

APROVECHAR OPORTUNIDADES
La exigente rutina de quienes asisten a este programa sólo les deja un día de descanso, que como cuentan, sigue siendo parte de la experiencia y es una instancia útil sirve para generar nuevas ideas.

El gerente general de Patagonia Sur y ex asesor del ex ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, Matías Rivera fue parte de la generación 2012. "Si estás allá no es porque te fatigas y quieres desconectarte, sino porque tienes hambre de esta cuestión. Pero yo diría que como están todos metidos, enganchados y apasionados, nadie se escapa lo que está viendo", cuenta.

Rivera agrega que la oportunidad de vivir esta experiencia es algo totalmente alcanzable. "Quienes van no son gente distinta sino que todos somos personas 100% normales que han tomado las oportunidades que les han dado. Todos tenemos en común que tuvimos la posibilidad de ver algo, quererlo y buscarlo".

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