Mejorar las pensiones: otro desafío para la alianza público-privada
Estamos en pleno debate sobre los perfeccionamientos que requiere nuestro sistema de pensiones. Lo importante de este análisis es reconocer los verdaderos factores que determinan los resultados al final de una vida laboral Se ha señalado que el Sistema entrega bajas pensiones; que éstas no concuerdan con las expectativas de la gente y que carece de legitimidad o aprobación ciudadana. Más allá de lo que puedan decir algunas encuestas, es una política de Estado destinada a proteger en la vejez a las generaciones actuales y futuras, por lo que requiere de un análisis desideologizado, objetivo, responsable y con visión de largo plazo.
En los últimos 30 años, Chile ha experimentado un aumento en la expectativa de vida a la edad de jubilar que supera el 40%, llegando a igualar a países como Estados Unidos. Esta gran noticia conlleva una dificultad, pues con igual saldo de ahorro, se deben financiar muchos más años de vida. Dejando constante la tasa de interés y el capital ahorrado, el cambio significaría una caída de 26% en la pensión en el caso de los hombres y de 20% las mujeres. Esta es una externalidad que afecta igualmente a todos los sistemas de pensiones en el mundo.
En los 33 años de vida, nuestro sistema de Pensiones ha superado las expectativas en materia de rentabilidad y seguridad de las inversiones, destacando en los primeros lugares del mundo y llegando a acumular ahorros por más de 163 mil millones de dólares que pertenecen a todos los trabajadores chilenos. El 70% de estos recursos corresponde a rentabilidad y sólo un 30% a los aportes realizados: Se han alcanzado altos niveles de eficiencia, y las comisiones de administración son inferiores en más 30% al promedio mundial.
El Sistema ha efectuado aportes importantes al crecimiento económico; el empleo; la productividad; aumentando el ahorro y la inversión; el desarrollo el mercado de capitales, entre otros beneficios indirectos. Cientos de miles de viviendas y obras de infraestructura que benefician a todos los chilenos, se han financiado con los ahorros de los trabajadores.
Sin embargo, nuestro sistema de Pensiones, al igual que casi todos en el mundo, enfrenta una serie de desafíos. Al ya mencionado aumento en la expectativa de vida y caída en la fertilidad, se suman una grave falta de cotizaciones o “lagunas previsionales” y niveles inaceptables de evasión y sub-declaración de las mismas. El daño previsional de algunos sectores específicos, como los empleados públicos, profesores, trabajadores municipales y otros, a quienes se cotizó por el 50% de sus rentas, ha generado injustas y odiosas diferencias con los que se quedaron en el antiguo sistema, a quienes se corrigió el problema. Existe también un alto grado de desconocimiento de cómo opera nuestro sistema de Pensiones, lo que nos impone un permanente desafío de Educación Previsional.
Desde hace algunos meses la Comisión Asesora Presidencial, encabezada por David Bravo, ha trabajado en el análisis y evaluación de lo que ha sido el funcionamiento de nuestro sistema de Pensiones, y debiera entregar sus propuestas de mejora a la Presidenta de la República en el mes de Enero del próximo año. Esperamos que tal como ocurrió el año 2008, en que se introdujo una serie de cambios positivos, como el fortalecimiento de un “Pilar Solidario” que apoya al 60% más vulnerable de nuestro país, esta también sea una oportunidad de mejora continua.
Reconocemos que hay un desafío ineludible de mejorar el Sistema de Pensiones en sus tres pilares: Obligatorio, Solidario y Voluntario. Las AFP han expresado su voluntad de cambio participando activamente en el debate y presentando a nivel gremial 20 propuestas, que han sido complementadas por otras planteadas individualmente por nuestros asociados. Estas iniciativas tienen como único norte mejorar el monto de las Pensiones. Esperamos que esta sea una oportunidad para enriquecer el debate con una serie de otras propuestas, teniendo siempre presente, que para construir una buena política pública, es necesaria una mirada objetiva y responsable. Que aborde los desafíos que enfrentamos, reconociendo los logros y fortalezas de nuestro Sistema de Pensiones. Hay propuestas que siendo atractivas en el corto plazo implican grandes costos para las generaciones futuras. Estoy seguro que trabajando juntos, sector público y privado, con la prudencia que la ocasión demanda, podremos avanzar en resolver adecuadamente los desafíos que nuestro país enfrenta en esta trascendental materia.
*Presidente de la Asociación de AFP
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