Menos crecimiento, más realismo tras IPoM
El informe de Política Monetaria (IPoM) preparado por el Banco Central proporcionó ayer una serie de antecedentes y “reflexiones” de su presidente, Rodrigo Vergara, los que deberán ser considerados en las discusiones de política pública en las próximas semanas, sobre todo ahora que el Ministerio de Hacienda debe elaborar el Presupuesto para el próximo año.
Uno de los mensajes, quizá el principal, es que advierte respecto de que las políticas de demanda ya hicieron su trabajo. Es decir, la política monetaria y la fiscal tienen límites, por más que puedan tener efectos potentes: “Si los agentes juzgan que dicha política no es coherente en el tiempo con los equilibrios macroeconómicos, su impacto será bajo y hasta podría llegar a ser contraproducente”. Una advertencia que puede estar dirigida a los partidos políticos que han presionado al ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, a abrir la billetera (o usar la línea de crédito).
Asimismo, el Banco Central ajustó a la baja el crecimiento del próximo año a 1,75%-2,75%. Es más, la entidad emisora recortó a 3,2% (desde 3,5%) el PIB potencial, e incluso así, el BC admitió que la convergencia al crecimiento tendencial tardará más tiempo de lo anticipado previamente.
Esto se da pese a que reconoció que el impulso externo que recibirá la economía chilena durante los próximos dos años “será algo mayor al previsto, esencialmente por las mencionadas mejores condiciones financieras externas y por términos de intercambio que se prevé tendrán un menor deterioro a lo largo del horizonte de proyección”.
Sin decirlo, es un claro reconocimiento de que aún existen factores domésticos presionando sobre la actividad. Uno de ellos son las expectativas, tanto empresariales como de consumidores, puesto que ellas permanecen en niveles pesimistas, “lo que podría retrasar la recuperación del consumo y la inversión y así provocar un mayor deterioro del mercado laboral”.
Precisamente sobre el empleo, la entidad reconoce que en el escenario base se prevé que el mercado laboral continuará ajustándose durante este año. Es decir, la tasa de desempleo del INE, que es la oficial, subirá.
Lo anterior llevó al consejo del Banco Central a tener un sesgo neutral de su política monetaria, descartando un incremento en su tasa de interés. En todo caso, no ve tampoco recortes, pese a que en el mercado tenían incorporada una rebaja a marzo.
En conclusión, el IPoM es un baño de realismo que debe ser considerado por las autoridades y en particular por los congresistas para el diseño del Presupuesto de 2017, pero también es un reconocimiento en cuanto a que es probable que el daño que se ha causado a la economía por la incertidumbre, las reformas y el impacto en las expectativas, podrían estar afectando al país más tiempo de lo que se tenía presupuestado.
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