México: proyecto de ley antimonopolio genera temor de inhibir competencia




Esta semana el congreso mexicano empieza a debatir un "imperfecto" proyecto antimonopolio que los expertos legales y económicos advierten, podría castigar a las empresas sólo por ser demasiado exitosas, perjudicando la reputación de un país amigable para hacer negocios.

Algunos temen que el proyecto, que busca evitar que las empresas alcancen dominio de mercado a través de prácticas ilegales de monopolio, podría llevar a menos competencia, en vez de incentivarla, perjudicando la confianza de los inversionistas en la segunda mayor economía de Latinoamérica, a medida que se prepara para recibir miles de millones de dólares de inversión en su recién liberalizado sector energético.

La propuesta contiene "elementos problemáticos", según un paper de Anne Perro, ex vicepresidenta de la autoridad de competencia de Francia, y Assimakis Komninos, ex miembro del regulador antimonopolios en Grecia.

Primero, la provisión en el proyecto antimonopolio de castigar las "barreras a la competencia" es un concepto vago, argumentan, y uno que no se utiliza de manera tan amplia en la ley internacional. La propuesta permitiría que la regulación acceda a los llamados "insumos esenciales", los ítemes necesarios para producir bienes.

Según Perrot y Komninos eso podría ser difícil de definir y llevaría a más intervención estatal. El proyecto daría más poder a Cofece, la autoridad de competencia, para pedir a los transgresores que vendan activos.

Ambos dicen que la idea de una violación a la ley de competencia centrada en la noción de barreras a la competencia era "errada", agregando que las empresas podrían enfrentar un "grado intolerable de incertidumbre legal" que podría "dañar su disposición a innovar e invertir, llevando finalmente a una economía menos competitiva".

Se espera que la propuesta tenga un fast track en el Congreso, a medida que este se prepara para una legislación en las próximas semanas para implementar las reformas energética y de telecomunicaciones impulsadas por el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Pese a construir en las últimas dos décadas una reputación de campeón del libre mercado, México tiene niveles inusualmente altos de concentración en los mercados locales, incluyendo el de telecomunicaciones, el pan y la harina de maíz. Los políticos mexicanos han sido criticados por alimentar este entorno al no lograr emparejar la cancha para permitir competir a las empresas más pequeñas.

Sin embargo, este mes los reguladores tomaron medidas sin precedentes en los sectores de telecomunicaciones, perjudicando las necesidades de compartir redes e infraestructuras para América Móvil y Telcel, del multimillonario Carlos Slim, así como el canal de TV de Emilio Azcárraga, Televisa, luego de calificarlos como actores predominantes del mercado. Las empresas afectadas todavía tienen que dar a conocer el potencial impacto financiero de las medidas.

Algunos legisladores confiaban en que, si se aprueba la propuesta, las autoridades mexicanas probablemente no desatarían los nuevos poderes de manera frívola. Sin embargo, David Hurtado, socio en el estudio de abogados Jáuregi, Navarrete y Del Valle, dijo que está preocupado de que una empresa podría ser castigada "por ser exitosa". "Claramente, este proyecto demuestra que estamos volviendo a un estado que quiere mostrar que tiene el poder o las herramientas", agregó.

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© The Financial Times Ltd, 2011.

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