Michel Temer afronta dura negociación por reforma a las pensiones

Atrás quedaron los días en los que el Gobierno de Michel Temer prometía impulsar una reforma histórica al sistema de pensiones.

Ayer, un día antes de la probable presentación de la nueva versión del proyecto, el mismo mandatario confirmó que la Propuesta de Enmienda Constitucional, más conocida como PEC, "no será muy amplia", pero tendrá como objetivo "sobrevivir" en los próximos años.

Y es que la falta de apoyo en el Congreso al impopular proyecto, generó un atraso importante en la agenda del gobierno brasileño, tanto así que cada vez se pone más en duda que vea la luz este año.

Sobre lo anterior, el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, aseguró que ve riesgos para el país si no se aplica una reforma de pensiones, advirtiendo que el momento para votar "todavía está lejos".

Todo pareciera indicar que la propuesta carece incluso del apoyo de la base aliada del gobierno en el Congreso, alejándose de los 250 votos a favor de la reforma, y de los 308 para enmendar la Constitución.

"Presentarán un proyecto con edad mínima, una regla de transición y cierta reducción de las diferencias entre las jubilaciones de los sectores público y privado", dice José Francisco de Lima Gonçalves, economista jefe del Banco Fator y académico de la Universidad de Sao Paulo.

Actualmente, en Brasil no existe una edad mínima de jubilación (las personas pueden dejar de trabajar entre los 55 y 60 años), mientras que la propuesta actual del Ejecutivo es establecer una edad de retiro y elevar el mínimo a los 65 años para los hombres y 62 para las mujeres.

[ze_adv position="adv_300x100" ]

Además, la propuesta original plantea que la contribución mínima al sistema pase de 15 a 25 años, al tiempo que los trabajadores que quieran cobrar pensión completa tendrán que cotizar durante 40 años, sin interrupciones.

"Aunque la reforma del sistema de pensiones sea fundamental para la sustentabilidad de las finanzas públicas y el proceso de recuperación económica, el mercado no parece contar con una aprobación este año", advierte Mauricio Oreng de Rabobank.

En lo que va del año, el Bovespa se ha disparado 23,57% hasta los 74.422,49 puntos, mientras que el real, que ayer cerró en 3,254 por dólar, se ha apreciado 0,3% frente a la divisa estadounidense.

De una u otra manera, los expertos advierten que tomará años para que la reforma de pensiones impacte en la economía.

"Los mercados futuros, las tasas de interés y de cambio, así como las medidas de riesgo, son muy sensibles a las tendencias de la deuda pública que definen las condiciones financieras y las expectativas de crecimiento económico", señala de Lima Gonçalves.

Con todo, la reestructuración de las pensiones es crucial en los intentos de Temer de atacar el creciente déficit fiscal de Brasil, que según calculan recién revertirán en 2021.

Pese a esto, el Ejecutivo ha reiterado su meta para 2017 en 159.000 millones de reales (unos US$48.400 millones), sin embargo cifras divulgadas hasta ahora hacen dudar sobre ese objetivo, al tiempo que el déficit primario de septiembre alcanzó los 152.339 millones de reales, es decir, 2,35% del PIB.

Un informe presentado por el organismo aseguró que el sistema de seguridad social de Brasil genera desigualdad, acotando que los programas del gobierno benefician más a los ricos que a los pobres. El documento señala que el aumento del gasto público en los últimos 20 años está poniendo en riesgo la sostenibilidad fiscal del país, pues el déficit alcanza el 8% del Producto Interno Bruto y la deuda saltó del 51,5 % en 2012 al 73% de este año.

[ze_adv position="adv_300x250-A" ]

El Banco Mundial indica que el gobierno brasileño tendrá que hacer frente a "duras decisiones" para ajustar sus cuentas, con el peligro "de sumergirse de nuevo en la espiral de la inflación y del bajo crecimiento".

Además, la entidad recomendó poner fin a la gratuidad en las universidades públicas, reducir los salarios de los empleados, y acelerar la reforma de pensiones, entre otras cosas.