Antonia Biggs sobre Ley REP: “La trazabilidad como principio rector debe gobernar la gestión de residuos”
La gerenta general de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje señala que están todos los actores listos para el comienzo de las metas del segundo producto prioritario de la legislación y el más masivo: “Envases y Embalajes”, que parte el 1 de octubre.
En pocas semanas se inician las metas de recolección y valorización para la categoría Envases y Embalajes de la ley de reciclaje (REP) y con ello se echa a andar toda una maquinaria de actores, como los Sistemas de Gestión y aumenta la actividad de otros como valorizadores del material y recicladores de base. Antonia Biggs es la gerenta general de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (Anir), organismo que congrega a más de 60 empresas asociadas al área industrial que contempla la ley, que se diferencia de la domiciliaria.
¿Cómo cree que será el primer año de aplicación de la REP en envases y embalajes?
-Nos hemos preparado mucho para este momento. La Ley REP es un paso que sin duda va a implicar desafíos. Para nosotros será un tiempo de mucha evaluación, observación, de estar atentos a todas las dudas e inquietudes que surjan de todos los gestores y valorizadores, dado que se conforma un nuevo ecosistema.
¿Pero lo ve como una oportunidad de crecimiento o innovación?
-Sin duda. Por ejemplo, dos de nuestros asociados han apostado por plantas de clasificación en la Región Metropolitana: Ambipar, con una capacidad de procesar cerca de 60 mil toneladas al año y Volta, con 35 mil toneladas. Estas plantas serán semiautomatizadas y eso es un tremendo avance. Un salto con respecto a lo que existe. Si pensamos en innovación, SustrendLab ha incorporado Carbon Black derivado de la pirólisis de los neumáticos para desarrollar baterías de ion litio en Chile. También existen innovaciones en servicios, como Acción Circular que ha creado un software y sensores automatizamos para optimizar la gestión de tus residuos.
¿Cuáles son los desafíos?
-Uno, es ahondar en la trazabilidad, que es clave a la hora de saber cuánto es lo que realmente se está valorizando. Para ello tiene que haber un estándar común para este registro. La trazabilidad como principio rector debe gobernar la gestión de residuos y el cumplimiento de la ley. Necesitamos poder trazar todo el camino del residuo del material, para poder validar al final lo que realmente se recicló. La REP reafirma lo que hemos trabajado.
¿Tienen alguna iniciativa como Anir con respecto a la trazabilidad?
-Acaba de ser aprobada nuestra manifestación de interés en una Acuerdo de Producción Limpia (APL) de trazabilidad, cuyo objetivo será incorporar acciones y tecnología que contribuyan a la eficiencia, caracterización y trazabilidad del proceso de valorización de residuos. Este acuerdo tiene un plazo de dos años de ejecución y ya vamos a empezar a hacer el diagnóstico. Es una oportunidad para poder sentarnos a la mesa con toda la información que tendremos.
Y a nivel usuario o ciudadano, ¿cómo ve el panorama?
-Creo que también tenemos un desafío importante como país. La REP implica un cambio cultural masivo. Cambiar un hábito. Pero también requiere educación y entregar un mensaje coherente y cohesionado, para que todos entiendan los procesos y el rol que cumple cada uno. En especial las personas, que desde sus casas aportarán con sus residuos para que esto funcione. Por eso es necesario entregar un mensaje claro, simple y directo a la ciudadanía sobre cómo reciclar.
¿Están haciendo algo para poder entregar ese mensaje?
-Es una tarea que tenemos todos los actores del ecosistema. Participamos de la mayor cantidad de instancias posibles como seminarios y charlas en universidades. Además, tenemos videos educativos en nuestra web. Pero queremos ir más allá. Poder sensibilizar y explicar dudas para poder lograr llegar a más personas y asegurar la calidad del material que llega para cumplir las metas. Ese es uno de nuestros propósitos, además de seguir aportando a la política pública y mostrando a las autoridades dónde están los mayores desafíos y demoras.
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