Asech: Emprendedores Institucionales en Acción
La comunidad de emprendedores son los contribuyentes clave en el reto de construir un sistema económico social y de mercado que nos acoja, desafíe y que permita proyectarnos en plenitud.
Los tiempos difíciles muestran de qué madera estamos hechos. Por ello, hoy más que nunca reforcemos el valor de la palabra, el sentido profundo de ser parte de un todo, el trabajo con conciencia plena para cuidar los espacios de confianza y la defensa de los ejercicios de liderazgos que contribuyan al bien común. Pienso en estos desafíos mientras Asech, la “cooperativa de emprendedores de Chile” se encamina hacia la sucesión de su liderazgo directivo.
La Asech concentra todo tipo de emprendedores, desde consagrados hasta “wannabes”. En sus nueve años, más allá de traspiés propios de toda start-up, ha demostrado ser independiente, valiente, disruptiva y solidaria. Es un tremendo motor de desarrollo, resignificando el valor de la innovación y el emprendimiento para construir un país más equitativo, próspero y que posibilita que los chilenos nos reencontremos.
Desde esta inspiración recordemos a Elinor Ostrom, primera mujer en recibir el premio Nobel de Economía (2009). Ostrom afirma que no existe nadie mejor para gestionar sosteniblemente un “recurso de uso común” que los propios implicados; superando a los gobiernos y mercados. El recurso al que quiero referirme es a un clima social y empresarial que permita florecer a la libertad de emprender y co-crear un futuro mejor.
La comunidad de emprendedores son los contribuyentes clave en el reto de construir un sistema económico social y de mercado que nos acoja, desafíe y que permita proyectarnos en plenitud. Siguiendo a Ostrom, veo el valor de que la Asech se articule cada vez más en torno a una “governance generativa”. Una basada en la reflexión y discernimiento, capaz de hacerse las preguntas respecto del propósito; que se alimente de la experiencia y del aprendizaje, y que actúe como intérprete de los sentidos y que mantenga un alto nivel de autocrítica respecto de su forma de llevar a la práctica los valores compartidos.
En un país perturbado por crisis multidimensionales, la Asech tiene un vital rol que jugar. Su existencia y fuerza hace posible crear los medios e incentivos para progresar y avanzar en libertad y con respeto mutuo; su naturaleza diversa, contenedora y meritocrática contribuye importantes espacios de comunicación que permitan las articulaciones y los significados comunes, propiciando la creación y la distribución equitativa del valor económico y social.
Es así como nuestros ojos se posan en los emprendedores-innovadores; personas que con talento, trabajo y sensibilidad están construyendo nuevas bases para un mundo mejor. Que nada detenga lo bueno y nuevo que podemos seguir co-creando como sociedad.
-El autor es CEO Proteus Management & Governance y Profesor de ingeniería UC
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