Etienne Sanz de Acedo, CEO de la International Trademark Association (Inta) visitó Chile la semana pasada. En su agitado periplo por la región -antes estuvieron en Argentina y ahora se trasladaron a Perú- sostuvo reuniones con el Ministerio de Economía, Aduanas, el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (Inapi), la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), y el Ministerio de Salud.

En esta entrevista, repasa los desafíos que observa tanto en Chile como Latinoamérica para la protección de la propiedad intelectual, sus contribuciones a los países y los impactos negativos que, a su juicio, tienen algunas iniciativas.

¿Cuál es el mensaje desde el Inta para el Gobierno de Chile?

-El primer mensaje en las visitas era un poco de enhorabuena y de agradecimiento al gobierno chileno y particularmente al Inapi, por la gran labor que está haciendo y también a las aduanas, porque pese a la limitación de recursos, están haciendo un trabajo muy bueno en defensa de consumidores y en defensa de los titulares de marcas.

¿Cuál es la preocupación que ustedes tienen como gremio defienden la propiedad intelectual?

-La preocupación e interés es realmente que los titulares de marca puedan usar las marcas en sus propios productos o servicios para que se identifique el origen de los mismos por parte de los consumidores. Evidentemente, nos parecen muy importantes las políticas de salud pública. Pero también lo es mantener los derechos de marca y que los titulares puedan usar las marcas de los productos y servicios.

Ustedes advierten de un impacto negativo a la hora de estandarizar ciertos etiquetados como los “altos en”. ¿Cuáles son esos efectos negativos?

-Lo que defendemos es que el restringir la marca en el empaquetado del producto o servicio no alcanza los resultados que pretende la administración de los distintos estados y no sólo la chilena. En cuanto a proteger la salud pública, hay otros mecanismos de protección de la salud pública que son infinitamente más eficaces.

¿Y cuáles son esos otros mecanismos?

-Fundamentalmente en el propio etiquetado, el dar toda la información al consumidor sobre la composición del producto, sobre los riesgos que puede conllevar el consumo excesivo de ese producto, pero desde luego, la solución no es limitar el uso de la marca como tal. Si determinados países tienen una actitud demasiado proteccionista con respecto a sus productos, pueden adoptar comportamientos similares que afecten en este caso a productos chilenos. ¿Quién no nos dice que en algún país, a alguna autoridad, se le va a ocurrir que hay que limitar el derecho de los productores de vino a colocar sus marcas sobre las botellas de vino?

Usted fue parte de la Oficina Europea de Propiedad Intelectual. ¿Cómo ve los avances que han tenido en Europa en esa áreas y cuáles son los caminos que debiera transitar Chile?

-La Oficina Europea de Propiedad Intelectual es una historia de éxito, es el resultado del propio éxito de la integración europea. En el caso de Latinoamérica no existe como tal una unión latinoamericana de países, pero sí hay una serie de proyectos de cooperación. Lo vemos incluso en materia de propiedad intelectual y son proyectos muy positivos, porque al final cuanto más armonizamos las situaciones, más estamos facilitando el acceso de pymes y emprendedores al mercado y más estamos dando seguridad a los consumidores en el mercado.

¿Cómo está Chile en relación al escenario regional?

-Chile es, desde luego, uno de los países líderes en la región en lo que es propiedad intelectual, tanto en los procedimientos de registro de marcas, patentes, diseños, como en lo que es también vigilancia aduanera, protección y lucha contra la falsificación en la piratería. Dicho esto, sigue siendo muy importante trabajar en la lucha contra el comercio ilícito en todas sus formas: contrabando, falsificación y piratería, venta ambulante, por lo que pueda suponer, y sobre todo, el riesgo que todo ello tiene para la protección de los consumidores y para la salud pública.

Uno de los puntos de la discusión constitucional, en el proyecto que fue rechazado, era que no incorporaba como tal los derechos de propiedad intelectual. ¿Deben estar consagrados con rango constitucional?

Desde una perspectiva más global, es importante que en las distintas constituciones de los estados se reconozcan los derechos de propiedad. Y evidentemente, la propiedad intelectual es también un derecho de propiedad y es un derecho de propiedad que merece el mismo respeto que otros derechos de propiedad. Vivimos en una economía global y sobre todo, vivimos una economía de intangibles. Y la propiedad intelectual son activos intangibles de las empresas. Es importante protegerlos, es importante reconocerlos y es importante incentivarlos porque eso es lo que realmente permite la iniciativa empresarial, la innovación y desarrollo y por lo tanto el crecimiento de un país.

En términos concretos, ¿Qué materias identifica que a Chile le resta por avanzar?

-Cualquier esfuerzo por continuar los procesos de adhesión a tratados internacionales, ya sea en materia de diseño o en materia de criterios de clasificación, son muy importantes. El seguir trabajando en la lucha contra el comercio ilícito, y este tipo de cuestiones ahora son francamente fundamentales.

¿Ayudaría en ese sentido la ratificación del TPP11?

-Sí, vamos a ver, yo creo que cualquier esfuerzo de armonización internacional y la adhesión a tratados internacionales siempre es bienvenida.