Banco Central: indicadores aún no dan cuenta de una mejora en las expectativas, lo que limita la recuperación
En la minuta de la Reunión de Política Monetaria de enero, el Banco Central afirma que “los riesgos de un mayor debilitamiento de la economía seguían presentes”, y que “la incertidumbre que todavía perdura limita la posibilidad de anticipar ahora un curso de acción para la trayectoria de la política monetaria”.
El escenario económico para este año se perfila complejo y por ello, los mensajes que envía el Banco Central cobran mayor relevancia. Uno de ellos, fue el que lanzó en su minuta de la Reunión de Política Monetaria de enero, ya que el instituto emisor entregó nuevas pistas de la salud de la economía para este 2020.
En la minuta del Central se destaca que "los riesgos de un mayor debilitamiento de la economía seguían presentes. Al respecto, se recordó que en el Ipom de diciembre se resaltó que la incertidumbre estaba afectando de manera fundamental la marcha de la economía y que la recuperación iba a estar condicionada por una reducción de la misma".
Si bien el Banco Central afirma que en las semanas transcurridas desde la fecha del Ipom se habían visto progresos en la agenda legislativa, tanto en los temas políticos como económicos, e incluso en temas relativos al resguardo del orden público, "eso todavía no se veía reflejado en indicadores económicos que dieran cuenta de mejores expectativas, lo que seguiría limitando la recuperación económica".
Asimismo, menciona que si bien el mercado laboral todavía no presentaba un debilitamiento muy evidente en las encuestas, "la evolución del consumo era un asunto a mirar con mucho cuidado, pues en los últimos años había sido el componente del gasto que sostuvo una buena parte del crecimiento interno".
Respecto de la situación de las empresas y la inversión, el BC menciona que los datos de corto plazo también mostraban matices. "Por un lado, las expectativas eran muy negativas, lo mismo que la evolución de algunos componentes de la inversión, y, por otro, las cifras de creación de crédito seguían siendo relativamente razonables y componentes de la inversión más vinculados con la minería también mantenían un ritmo de expansión que era relativamente interesante".
En cuanto a la inflación, se destacó que había estado por debajo de lo proyectado en el Ipom de diciembre. Una primera lectura del Central era que la sorpresa no indicaba un cambio sustantivo en las perspectivas de mediano plazo, pues se originaba en el comportamiento de algunos bienes más volátiles. Sin embargo, argumentaron que "colocaba una nota de alerta, pues de alguna forma podía reflejar que el traspaso de la depreciación idiosincrática del peso no estaba dándose con la intensidad prevista en diciembre, o que las presiones desinflacionarias eran más agudas que las previstas".
Ante esto, el consejo "estimó que la incertidumbre que todavía perdura limita la posibilidad de anticipar ahora un curso de acción para la trayectoria de la política monetaria en los meses venideros".
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