El cambio de foco de la eléctrica Total en Chile

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La filial de energía solar de la firma está incursionando en otros segmentos eléctricos, enfocados a proyectos de menores magnitudes que están más cerca de los consumidores finales. Apuestan por seguir creciendo en el país, pese a los malos momentos vividos cuando llegaron a Chile, en 2014. Esto, porque hoy, indica Martin Rocher, el crecimiento de la energía renovable está siendo "más sostenible y previsible".


Con una visión mucho más optimista sobre el crecimiento del sector energético está hoy la gigante francesa Total. La firma, que en Chile está impulsando su filial de energía renovable, dejó atrás la mala experiencia vivida los últimos años, sobre todo el 2015, cuando varias empresas renovables del norte del país tuvieron que botar energía ante los problemas de congestión que vivía el sistema eléctrico, en ese minuto aún sin su interconexión.

La situación de sobreoferta de generación solar fue tal, que incluso los costos marginales del sistema, es decir, el valor al que se transa la energía entre los grandes consumidores, llegó a comercializarse en algunas horas del día a niveles cero.

Para Martin Rocher, gerente general para Chile de Total Nuevas Energías (NE), la situación de aquellos tiempos se debía a la falta de planificación del crecimiento de la matriz energética debido al fuerte y rápido protagonismo que tomaron las energías verdes. "Al momento de invertir los primeros proyectos en Chile, no se conocían las condiciones de operación, dado el crecimiento fuerte de la energía renovable y el desfase con la construcción de las nuevas líneas de transmisión", indica.

Recalca que ese episodio, hoy superado en parte gracias a la línea que une el Sistema Interconectado del Norte Grande con el Sistema Central (SIC) inaugurada en noviembre de 2017, "llama o apela a que haya una mayor planificación en el futuro y salir de aquello que es positivo para evitar que se produzca de nuevo", dice el ejecutivo.

Destaca que actualmente en la industria hay un desarrollo "mucho más sostenible y previsible", y añade que también "se van a anticipar mucho más las necesidades de transporte de la capacidad adicional en el futuro".

Facilitador

También lee con optimismo los mensajes que el gobierno de Sebastián Piñera está enviando respecto de potenciar las inversiones y destaca el anuncio que el Mandatario envió en la Cena de la Energía, el primer evento sectorial de su nuevo gobierno, donde indicó que se ampliará el rol del Ministerio de Energía en la Oficina de Grandes Proyectos.

Rocher es realista y señala que la oficina que lidera Juan José Obach en La Moneda "puede tener un efecto positivo, pero no cambiará el sistema completamente". Agrega que el desarrollo de un proyecto de generación "es complejo" e involucra a muchas autoridades y, "a veces, simplemente falta coordinación y comunicación entre los procesos y alguien que tenga la visión global que vea la necesidad de conectar tal proyecto a tal fecha y analice los cuellos de botella", describe Rocher.

Añade que "no espero nada más que eso: una persona que sin hacer mucho puede facilitar la ejecución de los proyectos".

También ve con buenos ojos los cambios que el Ministerio del Medio Ambiente quiere realizar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), reformulación que la eléctrica encuentra "oportuna".

"Valoramos que la autoridad vele por agilizar o simplificar los procesos de evaluación ambiental. Si bien el proyecto se encuentra en etapa de propuesta, creo que el espíritu del mismo es oportuno: definir plazos máximos y hacer eficientes los procesos una vez obtenida una resolución de calificación ambiental (RCA) sin dejar de lado la certeza jurídica, participación ciudadana y sobre todo la protección ambiental, que es lo relevante al momento de realizar una inversión", indica.

Añade que la eliminación del Comité de Ministros y la incorporación de comisiones macrozonales ayudarán a agilizar la aprobación de los proyectos de inversión, pero recalca que es necesario que estén conformados por personas con experiencia en este tipo de decisiones. "Creemos que es relevante recoger la experiencia de los procesos pasados y que las comisiones macrozonales sean integradas por profesionales y autoridades con probada experiencia en las materias que se evalúan", dice.

Nuevos segmentos

La firma inició su primer proyecto en Chile en 2014, con la planta solar PV Salvador, de 70 MW, y cuya inversión ascendió a US$ 200 millones. La compañía, además, cerró en 2016 un contrato con Colbún para desarrollar el mayor parque solar del país, de 200 MW, inversión que comenzará a desarrollarse durante 2019, y también cerró un contrato con Metro de Santiago para abastecer al tren subterráneo con energía renovable.

Y ahora la compañía está incursionando en proyectos de menor tamaño, vinculados con el autoconsumo y con brindar soluciones energéticas a industrias ubicadas en la Región Metropolitana a través de los llamados Pequeños Medios de Generación Distribuida (PMGD).

"Nos parece interesante, porque busca un recurso solar fuerte y que se puede encontrar en la Región Metropolitana y que, además, tiene la economía de escala de un proyecto grande, se conecta a la red de manera directa y, por ende, no tiene un costo por transmisión, así que tiene las ventajas de ambos proyectos. Por eso, nos interesó y también porque se construyen en tiempos más cortos", explica Martin Rocher.

También destaca que la nueva administración quiera aumentar con fuerza la presencia de la energía renovable en la matriz eléctrica. Actualmente, dice Rocher, existen 2 GW de energía solar instalados en el país, y para cumplir la meta de que el 70% de la energía sea verde hacia el año 2050 se aumentaría 10 veces la actual capacidad. Añade que en el país hay menos de 20 MW enfocados al autoconsumo o a net billing. "Es un mercado que miramos con mucho interés, porque el autoconsumo no existe en el país", resalta.

Pese a eso, mira con atención los cambios que quiere impulsar la administración que lidera la ministra de Energía, Susana Jiménez, respecto de las modificaciones a la ley de generación distribuida para fomentar el autoconsumo, en específico en una indicación que eleva el límite de capacidad de instalaciones de generación distribuida desde 100 kW a 300 kW y que estos puedan recibir pagos por sus excedentes inyectados a la matriz energética, aunque con ciertas limitaciones. "Es importante que en esta discusión que hoy existe se mantenga la capacidad de vender sus excedentes a la red. Esto fomentaría este tipo de inversiones y, también, fomentaría la inversión", indica el ejecutivo.

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