Chile y la Unión Europea firman modernización de acuerdo comercial

Tras cinco años de negociación, este miércoles se firmó el Acuerdo Marco Avanzado Chile-Unión Europea (AMA) el que, una vez en entrado en vigencia, reemplazará al actual Acuerdo de Asociación.

“Chile ha logrado una modernización que abre nuevos horizontes económicos y comerciales con la Unión Europea, enfrentando de manera proactiva los nuevos desafíos en la economía y geopolítica mundial”, dijo la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza.

Y agregó que “este acuerdo está en línea con los nuevos temas que ha priorizado el gobierno en su política comercial, como son la productividad, la inclusividad y la sustentabilidad, que se suman a los pilares permanentes de apertura comercial, la promoción de exportaciones y la atracción de inversiones”.

El Acuerdo de Asociación (AA), firmado en 2002, cuenta con tres pilares: diálogo político, de cooperación y comercial, los cuales han sido perfeccionados.

Respecto al pilar de diálogo político, la modernización responde a la evolución de la agenda internacional, incorporando materias no comprendidas en el Acuerdo de Asociación, como: Igualdad de género y empoderamiento de mujeres y niñas; Seguridad internacional y ciberespacio; Seguridad ciudadana; Ciberdelincuencia; Desarrollo sostenible; Innovación; Cambio climático; Gobernanza de los océanos; Reducción de desastres; Asuntos laborales y sociales; Juventud; Política digital; Responsabilidad social empresarial; Personas mayores y discapacitadas; Navegación espacial; Observación de la Tierra; Salud pública; y Modernización del Estado.

El AMA, además, fortalece la cooperación en ámbitos que reflejan valores comunes y principios, como la promoción de la democracia, derechos humanos y libertades fundamentales, el Estado de Derecho y buena gobernanza, el desarrollo sostenible y medioambiente, entre otros.

Adicionalmente, establece la necesidad de generar colaboración interinstitucional en todas las áreas incluidas en este instrumento, considerando el ámbito parlamentario y la sociedad civil, lo que permitirá profundizar y densificar la relación entre Chile y la UE.

Respecto al pilar comercial, es importante considerar que la UE la integran 27 países, con un mercado ampliado de 448 millones de personas, convirtiéndose en la tercera mayor economía global, con un PIB de US$16,6 billones en 2022.

Desde la entrada en vigor del AA (2003), el intercambio comercial Chile-UE se duplicó. Tras registrar US$19.299 millones en 2022, con un crecimiento promedio anual de 4,5%, la UE se ha convertido en el cuarto socio comercial de Chile después de China, Estados Unidos y Mercosur.

En materia de acceso a mercado el nuevo acuerdo expandirá el porcentaje de productos cubiertos por alguna rebaja arancelaria por parte de la UE, desde el 94,7% al 99,6% de las líneas arancelarias, representando casi la totalidad de las exportaciones chilenas a dicho mercado.

Al finalizar el calendario de desgravación de la UE (7 años el más largo), Chile obtendrá la liberalización total del 96,5% de los productos, los que representan el 93% del comercio bilateral actual.

El resto de los productos podrá ingresar libre de aranceles bajo cuotas arancelarias, creadas o ampliadas con la modernización, o sujeto al sistema de precios de entrada de la UE, dejando sin rebajas arancelarias únicamente a un 4,4% de los productos. Entre los productos con mejoras destacan aceite de oliva; carnes de vacuno, ovina, ave, cerdo; leche; productos agroindustriales; preparaciones alimenticias y salmón, merluzas y preparaciones de atún, entre otros.

En facilitación de comercio, el nuevo acuerdo establece un conjunto de disposiciones que facilitan y simplifican las operaciones comerciales vinculadas a las normas de origen, simplificación de certificados e información necesaria para exportar.

Asimismo, se pretende incorporar normas para fortalecer y otorgar predictibilidad a los operadores comerciales. Adicionalmente, se busca implementar un régimen de acumulación de origen extendida que ampliará su ámbito de aplicación (en el acuerdo vigente sólo se contempla la acumulación bilateral), generando potenciales interacciones o encadenamientos con otros socios comerciales comunes ampliando las oportunidades de abastecimiento de insumos para la elaboración de mercancías cuyo destino de exportación sea la UE.