ChileDay 2024: Rosanna Costa destaca reducción de la inflación y alerta por elevada volatilidad del escenario global
“La relevante baja de la inflación, la resolución de los grandes desequilibrios agregados y el anclaje de las expectativas de inflación nos ha permitido recortar la TPM con mayor anticipación y énfasis que en otros países”, dijo la presidenta del Banco Central.
Este miércoles continuaron las actividades del ChileDay 2024 en Toronto. Se llevó a cabo la presentación de la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, quien abordó el desafío de reducir la inflación en nuestro país, y alertó por la elevada volatilidad en el escenario global.
“Tras superar levemente el 14%, la inflación comenzó a reducirse consistentemente a partir de agosto de 2022. Tras finalizar ese año en cifras que se ubicaban cerca del 13% anual, durante 2023 tuvo un rápido descenso, terminando el año en 3,9%. A abril del presente año, el último dato disponible, la inflación anual del IPC total se ubicó en 3,5%”, dijo Costa en su presentación.
Y agregó que “la inflación subyacente también ha tenido un descenso significativo, que ha sido más marcado en los últimos meses. Así, bajó desde un máximo de 11% en noviembre de 2022 hasta 3,5% en el registro de abril de este año”.
Costa aprovechó de destacar la relevancia de la política monetaria en el descenso inflacionario.
“Detrás del descenso de la inflación se suman distintos factores. Por un lado, la restricción de la política monetaria —apoyada además por la reducción del gasto fiscal en 2022—, comenzó a tener efectos en la economía, con un gasto privado que se ajustó y fue paulatinamente resolviendo los significativos desequilibrios macroeconómicos”, sostuvo.
Asimismo, indicó que “la relevante baja de la inflación, la resolución de los grandes desequilibrios agregados y el anclaje de las expectativas de inflación nos ha permitido recortar la TPM con mayor anticipación y énfasis que en otros países”.
Dentro de su presentación, la presidenta del ente rector, también detalló los desafíos que hay mientras la inflación está más cerca de la meta del 3%.
“En el Informe de marzo recién pasado, nuestra proyección anticipaba un aumento del PIB entre 2 y 3% este año, crecimiento que se ubicará entre 1,5 y 2,5% en 2025 y 2026. Respecto del IPC, nuestras proyecciones apuntaban a un alza de la inflación anual durante el segundo semestre del año, en lo principal por aumentos de costos ligados a factores externos”, detalló.
También se refirió a la baja de tasas que realizaron en la reunión de este mes, y planteó que “decidimos que era pertinente recortar la TPM en otros 50 puntos base, reforzando que el escenario macroeconómico se ajustaba a lo que considerábamos más plausible en el Informe de marzo. Al igual que en esa oportunidad, señalamos que la TPM seguirá reduciéndose y que la magnitud y temporalidad de este proceso tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación”.
Por otro lado, aseguró que la economía local se ha ido alejando del punto más bajo del ciclo, pero se refirió a las heterogeneidades en los sectores económicos y componentes del gasto.
“Un factor relevante es la asimetría que se observa entre la fase expansiva y contractiva del ciclo. Como mencioné, en la primera, el empuje de las medidas de estímulo a la demanda afectó particularmente al consumo de los hogares. No obstante, en la segunda, el necesario ajuste impulsado por las políticas macroeconómicas tiene efectos no solo sobre el consumo, sino en la demanda interna en su conjunto”, dijo Costa.
Y luego planteó que “esto ha implicado, por ejemplo, que mientras el consumo ya lleva un par de períodos con velocidades de expansión positivas trimestre a trimestre, la inversión mostró una fuerte contracción en la segunda mitad de 2023 y recién está reduciendo su deterioro”.
En cuanto a la elevada volatilidad del escenario global, Costa sostuvo que “esta ha tenido distintos orígenes, algunos propiamente económicos y otros que derivan de situaciones mucho más lamentables, como el aumento de los conflictos geopolíticos”.
“Este cambio en la economía y las expectativas de la política monetaria de Estados Unidos ha generado un contexto de condiciones financieras globales más estrecho, impactando tanto a las monedas como a las tasas de interés a distintos plazos”, agregó.
El peso chileno ha tenido a bajar en las últimas semanas, en medio de datos de relevancia y un alza del cobre.
En este punto, la presidenta del Banco Central, aclaró que “si bien la apreciación de la moneda respecto de fines de marzo reduce las presiones inflacionarias de corto plazo, no parece aconsejable dar por sentado que este escenario es definitivo. Como indiqué la volatilidad de los mercados ha sido la tónica y no podemos descartar o aseverar escenarios en ninguna dirección”.
Por último, la timonel del ente rector destacó que el fenómeno inflacionario vivido en Chile, requirió de esfuerzos importantes de la entidad, para hacer frente a dicho escenario.
“No puedo dejar de mencionar que las características particulares del panorama inflacionario en Chile han requerido esfuerzos aún mayores por parte de la institución que presido. En especial, porque el problema se vio agravado por la presencia de shocks idiosincráticos, de magnitudes sin precedentes, que hicieron más grande el desafío”, señaló.
Y finalmente, sostuvo que “nuestra institución fue clara en señalar las dificultades y costos del proceso, los que ciertamente no serían inocuos, pero podían reducirse en tanto se actuara a tiempo. Ello contribuyó a reanclar expectativas inflacionarias, lo cual tras alejarse entre 100 y 200 puntos base de la meta de 3% a dos años plazo, se ubican en ese valor desde fines del primer trimestre de 2023″.
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