China, el país comunista que crea un nuevo billonario cada dos días
Las semillas del boom de los billonarios se plantaron cuatro décadas atrás en 1978, cuando el líder de entonces, Deng Xiapoping abrió las puertas a las empresas privadas y la inversión.
Recién el año pasado, el cofundador de Alibaba, Jack Ma, fue confirmado como un miembro oficial del partido comunista, aun cuando el empresario cuenta con una fortuna no muy comunista de US$50.000 millones en 2018.
Si bien China sigue comprometido con un futuro comunista, con igualdad para todos y una distribución basada en las necesidades, el país se ha convertido en lugar ideal para transformar millones en miles de millones.
Según las estimaciones de UBS, en China se un billonario (dueño de un patrimonio de más de US$1.000 millones) cada dos días. Las semillas del boom de los billonarios se plantaron cuatro décadas atrás en 1978, cuando el líder de entonces, Deng Xiapoping abrió las puertas a las empresas privadas y la inversión.
Fue en ese momento que China comenzó a moverse de una nación dedicada a la agricultura a una con un creciente enfoque en la industria, lo que en el tiempo condujo el crecimiento del país hasta transformarlo en la segunda economía mundial, después de Estados Unidos.
"Hay discusiones sobre si se trata de un sistema capitalista o socialista, pero es claro que el norte es que no tengan pobreza", sostiene John Liu, editor ejecutivo de Bloomberg en la Gran China.
Las líneas entre la política y la economía se han desdibujado últimamente, dado que el presidente Xi Jinping ha liderado una campaña para asegurar que el Partido Comunista juegue un rol de liderazgo en todos los aspectos de la sociedad.
"Las empresas de entretenimiento son un claro ejemplo de aquello en lo que China busca transformarse. Gente inteligente haciendo cosas interesantes y desarrollando cosas que quiera usar el resto del mundo. Hay menos entusiasmo por un masivo de la riqueza privada", detalla John Liu.
China no se ha rendido respecto al comunismo, el cual se constituye como la meta final sin una agenda definida para lograrlo. En su camino al comunismo, China tendrá que convertirse en un país completamente socialista y para eso Xi sí estableció un plazo: 2035.
En ese marco, John Liu asegura que "China es un país comunista, es un Estado con un solo partido. Está muy sensiblemente enfocado en mantener el control de la política a expensas de muchos derechos civiles y libertades".
Jack Ma fue uno 100 ciudadanos chinos honrados por el Partido Comunista como parte de la celebración de los 40 años de reformas en el país, evidencia de que en el tema comunista, China está más que contenta con esperar.
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