Cifras económicas y expectativas

A su ritmo más lento desde diciembre de 2017 creció la economía chilena en agosto.

El Imacec anotó un crecimiento de 3,2% en el octavo mes del año, dato que está dentro de las expectativas de los expertos. Esta cifra viene a constatar una esperada desaceleración económica para la segunda mitad del año, luego de un fuerte primer semestre en el que la actividad se expandió 4,8%.

De hecho, el Banco Central precisó que la serie desestacionalizada cayó 0,1% respecto del mes precedente y aumentó 2,9% en 12 meses.

Este ritmo mensual ya se anticipaba ante las cifras sectoriales, que mostraron una confirmación de la pérdida de velocidad de crecimiento en el tercer trimestre.

Con el resultado de agosto, que tuvo la misma cantidad de días hábiles que agosto de 2017, la economía chilena promedia un crecimiento de 4,4% en lo que va del año, dato que aún está por encima de la meta del gobierno de una expansión en torno a 4,1% en 2018 y el propio Banco Central (4-4,5%, de acuerdo con el Ipom).

De todos modos, no debiera afectar la proyección anual de expansión de la actividad cercana a 4%. En todo caso, si finalmente fuese 3,9% o 4,1% no debe ser la discusión pública. Lo que realmente debe preocupar es que la economía no está siendo capaz de absorber la creciente mano de obra disponible, entre otras razones por las mayores expectativas de las personas a encontrar un puesto de trabajo.

Ante este escenario, una buena noticia es que las expectativas empresariales han empezado a repuntar en el último mes. Es necesario, por lo tanto, que el gobierno capitalice este mejor ánimo y pueda actuar donde sí tiene incidencia, que es en el crecimiento de largo plazo.

En ese sentido, el mercado laboral más flexible y cómo hacer para que más personas ingresen a la fuerza de trabajo, deben ser las prioridades en este momento.