Cuidar la forma y el fondo en el debate técnico

Contar con un debate técnico a la altura de miras es vital para el sano trámite de cualquier proyecto en el Congreso. De cualquier ámbito. Especialmente. porque se distancia de una discusión política que suele estar acompañada de una estrategia basada en el "rating" de votos.

Pero hay temas ciertas materias en las que es más importante aún mantener una discusión técnica, como la reforma tributaria.

Es por ello que lo observado la semana pasada es preocupante. "Meter la mula" o "macroeconómicamente insignificante", "que no es bueno cambiar tan seguido el esquema tributario", que no incentiva la inversión. Esta fue parte de la artillería con la que los economistas de oposición volvieron a la carga contra el proyecto de reforma tributaria.

Estas declaraciones tienen consideraciones de fondo y forma. Sobre lo primero, un proyecto no puede medirse según lo que recaude, un buen ejemplo es la última modificación tributaria.

Pero también sería bueno recordar a los técnicos, que se deben dejar atrás las consideraciones políticas. Este proyecto presenta una serie de avances en certeza jurídica, mejores en derechos para contribuyentes, mejoras en el SII y beneficios a pymes. No reconocer eso ubica a las posiciones en trincheras que no son propias del mundo académico o técnico.

El proyecto busca, sin grandes ambiciones, devolverle cierto sentido al esquema tributario luego del caos que dejó el gobierno pasado.

De hecho, fue el Fondo Monetario Internacional, el que apoyó hace unas semanas la propuesta de reintegrar el sistema tributario como una vía para favorecer la inversión. Es de esperar que el debate, que puede tener legítimas diferencias, vuelva a tener altura de miras al menos desde el punto de vista técnico.