Disidencia sindical de Escondida crea primer grupo negociador de la minería e inicia proceso colectivo
El proceso, inédito en este sector de la economía, podría terminar despotenciando al Sindicato N° 1 de Escondida, que hace menos de un mes cerró una negociación en que obtuvieron beneficios económicos por cerca de $19 millones. Grupo de 120 trabajadores aspira a una cifra similar.
Las conversaciones entre Minera Escondida, de BHP, y sus trabajadores volvieron a tomarse la agenda al interior de la mayor productora de cobre a nivel mundial.
Esto, pues a menos de un mes de haberse cerrado el acuerdo con el sindicato N° 1 de la operación -que evitó el comienzo de una huelga que el sindicato pensaba mantener por unos 30 días- un grupo negociador integrado por 120 personas solicitó a la empresa iniciar un nuevo proceso, mediante el cual se busca alcanzar las mismas compensaciones monetarias que se anotó la organización sindical.
"Invitamos a la compañía como grupo negociador y esperamos alcanzar los mismos bonos que logró el sindicato número uno", señaló uno de los impulsores del grupo, que alberga entre sus filas a disidentes históricos del sindicato N° 1 y a algunos ex miembros expulsados del mismo, que no recibieron los beneficios del proceso negociador que culminó a mediados de agosto.
Dicha negociación implicó que cerca de 2.500 trabajadores de la faena -de los más de 3.500 que reportaba la administración al cierre de 2017, según el Reporte de Sustentabilidad de BHP Chile- dispusieran de beneficios económicos por un total de $ 19 millones, que consideraron un bono por término de negociación de $16 millones y un préstamo blando de $3 millones.
Si bien las aspiraciones del grupo negociador en términos económicos son las mismas que alcanzó el sindicato, la agrupación también busca lograr un contrato totalmente distinto, con beneficios distintos a los que incorpora el contrato colectivo del sindicato uno, señalaron fuentes cercanas al proceso.
Actualmente, el grupo negociador está a la espera desde hace unos doce días de una respuesta de la Dirección del Trabajo (DT) de Antofagasta, en la que se le consulta la pertinencia de estas conversaciones considerando que ya hay dos sindicatos al interior de la operación.
En ese sentido, el ex director de la Dirección del Trabajo a nivel nacional, Marcelo Albornoz, destacó que tras la reforma laboral, la negociación con grupos está operando aunque en una escala muy inferior a lo que era antes y que "en los hechos se está siguiendo el procedimiento anterior. Es decir, de manera semireglada".
"Acá lo único que falta es darle un procedimiento especial porque sino supletoriamente habría que aplicar el procedimiento para sindicatos, es decir negociar de forma reglada", señaló Albornoz, añadiendo que este escenario no es el más sano para las relaciones laborales
Asimismo, señaló que el grupo negociador puede alcanzar los mismos o mejores beneficios que el sindicato, dado a que el derecho a negociar lo tienen los trabajadores y no los sindicatos (ver nota relacionada).
Discrepancias
Por su lado, el presidente de la Federación Minera, Gustavo Tapia, no miró con buenos ojos la existencia de un grupo negociador, dado que sienta, a su parecer, un mal precedente para el mundo sindical.
"Es el sindicato quien debe negociar. Los grupos negociadores históricamente se conforman para justificar la no constitución o formación de sindicatos", cuestionó Tapia, añadiendo que "la proliferación de grupos negociadores, y extensión de beneficios en forma discrecional por parte de la empresa son sin dudas causal de desinterés por la sindicalización".
La normativa considera a los grupos negociadores como una cantidad determinada de trabajadores que se unen para negociar, aunque sin procedimientos claros ni establecidos. En este tipo de procesos, por ejemplo, no existe el derecho a huelga.
Lo que implica la negociación por grupos
Cuando la Reforma Laboral fue requerida ante el Tribunal Constitucional (TC) en mayo de 2016, esta entidad suprimió del proyecto la titularidad sindical, dando reconocimiento a la existencia de los grupos negociadores. No obstante, el Gobierno desoyó el alcance de la sentencia y decidió sólo vetar el proyecto en aquellas normas que mantenían un equilibrio en el sistema de relaciones laborales, no enviando una ley corta para dotar a los grupos de un procedimiento de negociación.
Ello implicó mantener en la iniciativa una titularidad sindical de facto, pero manteniendo en "tierra de nadie" los grupos negociadores.
En este contexto, el ex subsecretario del Trabajo, Zarko Luksic, explicó lo que implica una negociación a través de grupos negociadores y no por la vía de un sindicato.
Entre los principales puntos señaló que una negociación por grupos no existe el derecho a huelga. Además no tiene servicios mínimos. La negociación es voluntaria directa, sin procedimientos claros ni fijos, ya que es un acuerdo entre las partes. Tampoco tienen derecho a huelga ni los dirigentes que participan en el grupo negociador, ni tampoco los trabajadores.
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