Efecto Covid: la mitad de las personas quiere ampliar la superficie y calidad de sus viviendas
Según un estudio de Corporación Ciudades, las personas se inclinan a estar satisfechas de vivir en la ciudad en que se encuentran hoy y solo buscarían hacer modificaciones a sus casas. Sin embargo, también creen que las urbes deberían avanzar en crear nuevos centros que cuenten con el equipamiento óptimo y oportunidades de trabajo.
Tras más de 100 días de crisis sanitaria y confinamiento estricto en sus casas, los chilenos dicen estar en gran parte satisfechos o muy satisfechos de vivir en la ciudad en que se encuentran actualmente, según reveló un reciente estudio de Corporación Ciudades. Incluso, el 59% de los consultados dijo que no se cambiaría de barrio.
Sin embargo, la mayoría de los encuestados que vive en el Gran Santiago no está ni satisfecho, ni insatisfecho de vivir en el centro del país y solo el 45% de este grupo seguiría viviendo en el mismo barrio.
La consulta “Ciudad y calidad de vida: cambiemos el mapa” también muestra que al estar en sus casas, aumenta la necesidad de que sus actuales viviendas tengan una habitación adicional, y de mejorar la materialidad y la aislación de las construcciones, anotando ambas el 50% de las preferencias. Por otro lado, el 20% de los entrevistados no le cambiaría nada a su casa.
La ciudad tras el desconfinamiento
De cara a que las personas en un futuro tendrán que volver a salir a las calles y a sus rutinas, como ir al trabajo y tener actividades de esparcimiento en el espacio público, los consultados destacaron que la ciudad se debería caracterizar por ser limpia, ordenada, espaciosa y segura (48,9%). A su vez, el 19,5% cree que la urbe debe avanzar en tener una red de transporte amplia e integrada.
Sobre las reflexiones de la forma en que se construye la ciudad, el sondeo muestra que la mitad dice que la pandemia volvió a hacer visible la inequidad ante la falta de una mejor distribución de los recursos entre las comunas. El resto apunta a la falta de planificación urbana y a la poca prioridad política.
Respecto del largo plazo y lo que la política pública debería incentivar, el 64% se inclinó por la necesidad del desarrollo de nuevos centros urbanos con equipamiento óptimo y con oportunidades de empleo. La oferta de vivienda en torno a los centros laborales existentes y un sistema de transporte eficiente no alcanza a superar el 20% de las respuestas.
Desde Corporación Ciudades cuentan que impulsaron esta medición para tener herramientas que entreguen datos duros para generar un diagnóstico y debate. “Hay poco espacio para consultarle a las personas”, dice la directora de estudios de la institución, Marcela Ruiz-Tagle.
Respecto a cómo se avanza en posicionar estos temas urbanos en la agenda, en medio de la crisis sanitaria y financiera que se vive, la economista plantea que en este contexto en que la inversión en obras públicas y viviendas será una forma de reactivar el país, se tiene que detallar bien cómo serán los proyectos, cuál es el objetivo, a qué van a responder y si van a dar soluciones a las necesidades o no. “Pensar cómo se construye la ciudad y su desarrollo no es algo abstracto, sino que avanza en la forma en que se desarrolla la economía y en cómo se distribuyen las inversiones, para no dejar atrás a gran parte de la población”, explica Ruiz-Tagle.
Otra de las instancias en que también buscan incidir para que se detallen los impactos de las inversiones públicas, es de cara al debate sobre el Presupuesto de la Nación para 2021.
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