El BCE también da una señal y retrasa a junio de 2020 el alza de tasas en la zona euro
La autoridad monetaria mantuvo el nivel de los tipos y pagará a las entidades que den créditos hasta un 0,3%.
El Consejo de Gobierno del BCE ha dado hoy una respuesta contundente al creciente desafío que supone la desaceleración económica y la tensión comercial, que amenaza con acelerar la llegada de una próxima recesión. La institución ha decidido retrasar hasta al menos el primer semestre de 2020 una posible subida de los tipos de interés en la zona euro, frente al horizonte anterior que marcaba finales de este año como fecha.
"El Consejo de Gobierno espera ahora que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en los niveles actuales al menos hasta el primer semestre de 2020 y en todo caso durante el tiempo necesario para asegurar la continuación de la convergencia sostenida de la inflación hacia niveles inferiores, aunque próximos, al 2% a medio plazo", señala la institución en el comunicado difundido hoy.
El BCE también ha insistido en que seguirá reinvirtiendo de forma íntegra la deuda en balance que vaya venciendo por un tiempo prolongado tras el inicio de la subida de tipos, lo que garantiza la continuidad de las compras de bonos más allá de 2020.
El BCE ya reaccionó el pasado marzo, cuando decidió retrasar la fecha para una posible subida de tipos a finales de este año como pronto, lo que vino acompañado de su significativo recorte en la previsión de crecimiento y del anuncio de una nueva ronda de liquidez condicionada a la concesión de crédito, la tercera, con la que garantizar la financiación de empresas y particulares en un momento de declive económico. Pero desde marzo, la inestabilidad generada por la tensión comercial se ha agravado, ante lo que el BCE ha dado un paso más allá al retrasar de nuevo el horizonte para un alza de tipos.
Nueva línea de liquidez a la banca
El BCE ha anunciado hoy también los detalles sobre esas líneas de financiación TLTRO a la banca, que comenzarán en el mes de septiembre, a un plazo de dos años. Ha decidido que el tipo de interés para cada subasta se fijará en 10 puntos básicos por encima del tipo medio de las operaciones principales de financiación. Para las entidades que cumplan con los objetivos de concesión de crédito, el tipo de interés será sin embargo menor y podrá reducirse al tipo medio de la facilidad de depósito durante toda la vida de la operación más 10 puntos básicos.
Así, para la primera de las subastas que realizará el BCE, los bancos podrán obtener financiación al 0,1%, ligeramente más cara que en rondas anteriores, cuando era del cero. A cambio, recibirán una bonificación que podrá ser de un máximo del 0,3%, considerando la facilidad de depósito actual del -0,4%. Las condiciones son por tanto algo más exigentes que en rondas anteriores, cuando el BCE concedió liquidez ilimitada al 0% con una bonificación del 0,4% -la equivalente a la facilidad de depósito- para los bancos que cumplen con los requisitos de concesión de crédito a empresas y particulares, con excepción de las hipotecas.
Con la decisión adoptada hoy, el BCE responde a las expectativas del mercado, que esperaban un nuevo mensaje acomodaticio, y sigue el tono avanzado este mismo martes por la Fed, que ha abierto la puerta a una rebaja de tipos en EE UU este año, modificando la hoja de ruta por la que hasta ahora está previsto que no haya cambios en 2019. La tensión comercial de hecho ha empezado a hacer huella en las economías asiáticas: Australia ha recortado tipos esta semana por primera vez en tres años e India también los ha rebajado.
En la zona euro, los inversores han empezado a contemplar un recorte en el próximo año, una tarea que quedaría para el sucesor de Draghi, que abandona la presidencia del BCE el próximo 31 de octubre. El objetivo de aproximar la inflación al 2% de una manera generalizada y sostenible está además lejos de alcanzarse. En el mes de mayo, los precios crecieron en la zona euro el 1,2% interanual, frente al 1,7% de abril –cuando se vieron impulsados por el efecto de la Semana Santa– y la inflación subyacente quedó en el 0,8%, desde el 1,3% del mes anterior. De hecho, las expectativas de inflación a 5 años dentro de 5 años –una referencia clave para el BCE– han caído desde el 1,5% a mediados de marzo hasta el 1,3%.
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