El último desafío de Enel: vender apurado algunos activos en América Latina, pero sin liquidarlos
La italiana Enel anunció hace una semana su intención de salir de Argentina y Perú. En este último país, creen inversionistas, el camino se visualiza más despejado: sus filiales generan caja estable, es un mercado con reglas claras y hay interés por activos en infraestructura en la región. El gerente de Finanzas de Enel Américas cuenta que en Perú lo más avanzado es la venta del negocio de distribución. Y en Argentina, el de las centrales térmicas.
El plan estratégico 2023-2025 de la multinacional italiana Enel, lanzado el 22 de noviembre en Milán, fue una ametralladora de anuncios. Horquillada por una deuda que ronda los 70.000 millones de euros −en medio de una crisis energética que agobia a Europa, producto de la guerra entre Ucrania y Rusia, y que alienta temores de una recesión−, el grupo se vio impelido a lanzar un plan de venta de activos por 21.000 millones de euros para 2023, a fin de reducir sus pasivos a unos 52.000 millones hacia el cierre del próximo año.
Enel ya dejó este año Rusia (recaudó 137 millones de euros), pero la racionalización contempla además su salida de Rumanía y que su filial Enel Américas abandone Perú y Argentina, para focalizarse en seis países estratégicos: Italia, España, Estados Unidos, Brasil, Chile y Colombia. Además, en mercados no esenciales como Australia y Grecia espera desarrollar un modelo de negocio con inversiones en asociaciones.
Francesco Starace, CEO de la compañía, resumió que la idea es centrarse en geografías que agreguen valor a pesar del escenario desafiante, que estiman persistirá por los próximos tres años, con una estructura ágil que les permita lograr índices financieros más sólidos. La hoja de ruta para el trienio es acelerar la descarbonización del segmento de generación, seguir invirtiendo en energías renovables y enfocarse en la electrificación sostenible.
Las desinversiones también incluyen la cartera de su negocio de gas en España, donde es el principal accionista de Endesa (70%), y cerrar la venta de dos distribuidoras en Brasil en lo que queda de 2022.
El holding además debió recurrir al aval del gobierno italiano por hasta el 70% de una línea de crédito por 16.000 millones de euros, negociado con un sindicato de bancos de su país.
Como contrapartida a las desinversiones, para el trienio 2023-2025, el grupo proyecta invertir unos 37.000 millones de euros, de los cuales el 60% apoyará su estrategia comercial integrada (generación, clientes y servicios) y el resto se destinará a redes con tecnología digital para apoyar la transición energética. El objetivo es que su Ebitda suba a entre 22.200 millones y 22.800 millones de euros en 2025, versus los hasta 19.600 millones estimados para este año.
Cómo dejar Perú y Argentina
En los dos países sudamericanos que Enel Américas se puso como meta abandonar en 2023 están a la espera de más luces sobre cómo estructurará su desinversión, la que definirá de acuerdo con las “expresiones de interés” ya recibidas y las que surjan. Gestores de fondos de inversión consideran que, en estas circunstancias, era lógico que optaran por dejar Argentina, ya que es irrelevante en sus números (1% del Ebitda de Enel Américas a septiembre) y que en el caso de Perú, es la forma de obtener algo de caja de una operación en la que dijeron que ya no pueden crecer.
“Esto es lo que pasa en las multinacionales con estructura de holding: Enel Américas no está vendiendo porque lo necesita, sino porque su accionista mayoritario, Enel, lo necesita. Y aumentar el valor del holding no necesariamente pasa por aumentar el valor de las partes”, comenta el representante de un socio minoritario de esta empresa que, en todo caso, cree que el proceso no será complejo porque hay mucho interés por activos de infraestructura en la región.
A diferencia de Argentina, los activos de Perú −que representaron el 16% del Ebitda de Enel Américas a septiembre− analistas coinciden en que despertará interés y que la mayor caja a lograr provendrá del negocio de generación. Pero como es muy grande para ser comprado íntegramente por algún incumbente, por un tema de concentración, asumen que probablemente lo vendan por partes. A menos que aparezca un actor en busca de debutar en este mercado con una participación relevante. Estos activos pueden despertar el apetito de capitales chinos, fondos de infraestructura o de private equity.
A juicio de un banquero de inversiones, Enel Perú es un negocio valioso, con flujos de caja estables. “A pesar del ruido político, las reglas del juego son claras y se han mantenido; a diferencia de Chile, donde a las distribuidoras y generadoras se les ha hecho gran daño con los congelamientos de tarifas”, opina.
¿Qué hay en vitrina? Enel Generación Perú es de las principales empresas del rubro, con siete centrales hidroeléctricas y dos térmicas que suman 1.450 MW. A través de Enel Green Power, el grupo produce energías renovables con la planta solar Rubí y la central eólica Wayra I (312 MW). Enel Distribución Perú opera en Lima, donde cuenta con más de 1,5 millones de clientes, que representarían cerca del 18% del total de usuarios de energía a nivel nacional.
En Argentina, por las complejidades políticas y regulatorias, se espera que solo aparezcan postores locales, relacionados al negocio petrolero o que ya estén en el sector eléctrico, quienes podrían tener más capacidad que los italianos para negociar temas tarifarios y regulatorios.
Los activos con letrero de venta en el país transandino son Edesur, distribuidora eléctrica con cerca de 2,6 millones de clientes, que opera en Buenos Aires; y las centrales térmicas Costanera (2.210 MW) y Dock Sud (847 MW) y el complejo hidroeléctrico El Chocón (1.362 MW).Además de una línea de transmisión.
En el sector energético argentino creen que estos últimos activos son más valiosos que Ededer, que está endeudada y con ingresos cayendo, entre otras causas por los congelamientos de tarifas, ha reportado Infobae. A eso agregan que las valorizaciones están sujetas decisiones políticas. Por ejemplo, en el caso de la represa El Chocón, dependerá de si le renuevan la concesión, que vence el próximo año. Infobae mencionó como potenciales interesados por Edesur a Enercana, que dirige el empresario Osvaldo Sortino, junto a otros inversionistas; y al grupo Sadesa, que ya tiene el 30% de la propiedad (entre sus accionistas está la familia Escasany, del Banco Galicia, también propietarios de Central Puerto).
El gerente de Finanzas de Enel Américas Aurelio Bustilho, quien el viernes acababa de llegar de Sao Paulo −donde aprovechó un evento regional de JP Morgan para aclarar dudas de analistas y potenciales inversionistas− disipa parte de las dudas. No harán road show, sino que seguirán juntándose con gestores de inversión y quienes soliciten información. Cuenta que la venta de las centrales térmicas en Argentina “está un poco más avanzada” y que lo más probable es que ahí vendan cada activo por separado, dado que los compradores serán locales. En Perú ya está encaminada la venta del negocio de distribución: “No estamos cerrados a ningún formato, todo dependerá de la realidad de cada país y de las ofertas que se presenten”, dice.
La decisión de no continuar en esta plaza, centrados en energías renovables, obedeció a que el proceso de descarbonización necesita un esfuerzo de capex anual, además de hacer bastante y rápido para capturar valor, pero eso debe ir acompañado de una planificación del mercado que ponga a las renovables en el centro, lo que no se da en Perú al nivel de Chile, Colombia y Brasil.
“Perú es un país estable, creemos que puede generar una plusvalía que nos permitirá capitalizarnos y concentrarnos donde podemos acelerar la descarbonización. Estamos en perfectas condiciones para vender a un valor interesante. No es vender por vender; conocemos los activos, la caja que generan y sus resultados. Y sabemos que pueden valer bastante más por las sinergias para quienes tengan operaciones similares”, afirma Bustilho a Pulso.
Estima que la venta de Perú, las centrales térmicas Ceará y Goias en Brasil y Argentina generarán cerca de US$ 7.000 millones (solo Perú aportaría unos US$ 5.000, según estimaciones de mercado), que destinarán pagar deuda y seguir impulsando proyectos de energías renovables. Pero también proyectan crecer en este rubro con socios financieros que aporten el 80% de los recursos a proyectos o con empresas que quieran asegurarse energía para sus procesos y ellos poner el know how.
En el caso de Argentina admite que no extraerán gran valor ahí, pero que la idea es aprovechar el reenfoque para irse: “No tenemos deuda ni generamos caja, es un flujo neutral. Consume mucho tiempo, pero da muy poco y como necesitamos enfocar los recursos, es hora de salir”.
Cómo les fue con las ventas 2022
En Brasil este año Enel Américas vendió Enel Generación Fortaleza a un grupo brasileño que ya opera en el mercado de generación térmica en US$ 89 millones y pagos adicionales por cada contrato de venta de energía que firme la empresa hasta 2028. Fuentes internas enfatizan que fue un buen resultado. De los US$ 180 millones de pérdida total, el 50% fue contable, por efecto cambiario, y la otra mitad por la depreciación de los activos. Pero recibieron US$ 100 millones cash. La central se pagó en poco menos de cuatro años y la operaron por dos décadas; no tiene deuda y todos sus contratos terminan en 2023, por lo que necesitaba negociar nuevos suministros y como la compañía está saliendo del gas era el momento de enajenarla.
En septiembre, la subsidiaria Enel Brasil suscribió un contrato con Equatorial Participações e Investimentos para vender Enel Distribución Goiás, que suma 3,3 millones. El monto: US$ 1.400 millones, de los cuales US$ 300 millones son equity y US$ 1.100 millones pago de deuda de Goiasa a otras compañías del holding en 2023. Esta venta habría respondido a la definición de enfocarse en zonas urbanas, ya que esa distribuidora tiene grandes áreas rurales.
Por las mismas razones proyectan enajenar de aquí a fin de año la distribuidora Ceará, que opera en el noreste de Brasil con más de nueve millones de habitantes.
Los planes para Chile
Al menos por los próximos tres años Chile sigue siendo un mercado estratégico para la matriz (opera como filial de esta, a cuyo Ebitda aportó a septiembre 433 millones de euros (4,3%). Contará con presupuesto estimado de US$ 1.700 millones para inversiones en 2023-2025, de los cuales el 71% se destinará a proyectos de energías renovables. La proyección es que al 2025 esas energías representen el 79% de su capacidad instalada, incluyendo baterías . Este plan contempla un Ebitda acumulado de hasta US$ 4.000 millones. En línea con el mandato de desinversiones −y al igual como han hecho otras eléctricas en el país−, Enel venderá sus activos de transmisión en US$ 1.526 millones al Grupo Saesa a través de una oferta pública que cierra este miércoles. La transmisora posee 683 km de líneas, de los cuales 183 km son del sistema nacional.
Otra operación en curso es el acuerdo comercial de Enel Generación Chile con Shell Global Energy Limited, Singapore Branch, para reducir volúmenes de GNL contratados a largo plazo y que ahora proyectan como excedentarios, a fin de monetizar la diferencia y sacar ventaja de los actuales precios internacionales. La valorización de este gas debiera cerrarse el 22 de diciembre. Esto impactaría positivamente el resultado de Enel Chile, antes de impuestos y participaciones no controladoras, en unos US$ 500 millones.
Sobre posibles nuevas ventas de activos, tras la OPA de Enel Transmisión, el gerente general Fabrizio Barderi aseguró el lunes pasado que ya no necesitan acciones extraordinarias, porque este año tendrán buenos resultados desde el económicos y financieros, así es que cualquier otra venta será por oportunidad.
Entre los inversionistas creen que más allá de que la operación en Chile no está en venta, después de vender Perú y Argentina no hace mucho sentido que Enel tenga dos cabezas de playa en la región, sobre todo considerando el tamaño del país y el aumento de su riesgo por las reformas en curso.
Otro aspecto a considerar es que si en 2023 Enel no ha conseguido recaudar lo que espera, o se sigue complicando la situación en Europa, tendrá que echar mano a otros activos; en Colombia le sería más difícil desinvertir porque tiene cocontrol, mientras que mantendría a Brasil por su tamaño, a menos que dijera adiós a Latinoamérica.
Enel Chile posee el 93,55% de Enel Generación Chile, el 99% de Enel Distribución Chile, el 100% de Enel Green Power Chile, el 99% de Enel Transmisión y el 100% de Enel X Chile. Todos activos de gran valor.
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