El momento actual del mercado laboral se puede englobar en que aunque la tasa de desempleo ha continuado bajando -en el trimestre agosto-octubre se ubicó en el 8,6%, 0,3 puntos porcentuales menos que hace un año-, la creación de nuevos puestos de trabajo se sigue ralentizando, anotando su menor número y menor crecimiento en un año, con 196 mil empleos (+2,2%).

Esta cifra, a su vez, se descompone entre 141.793 trabajos formales y 54.202 informales. Este es el segundo mes consecutivo en que los trabajos formales lideran. No obstante, no fue suficiente para evitar que la tasa de informalidad subirá levemente desde el 27% al 27,1%.

Las cifras muestran que la disminución en la creación de empleo se relaciona directamente con la menor cantidad de plazas laborales informales, por lo que los economistas afirman que se deben ponderar estas variables a la hora de analizar el mercado laboral.

El INE indicó que el alza de la fuerza de trabajo (1,8%) fue menor a la presentada por las personas ocupadas (2,2%). Por su parte, las personas desocupadas disminuyeron un 1,7%, incididas únicamente por quienes se encontraban cesantes (-2,4%).

Otros datos que entrega el INE: las tasas de participación y de ocupación se situaron en un 61,6% y 56,3%, creciendo 0,5 pp. y 0,7 pp., anual respectivamente. Por otra parte, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó un 0,5%.

Ante esta pregunta los economistas entregan distintas definiciones, y aunque coinciden en que ha mejorado, agregan que sigue estando débil.

Uno de ellos es el director del OCEC-UDP, Juan Bravo, quien sostiene que “desde el punto de vista de la composición de la creación de empleo es una buena noticia que el 72,3% de los empleos creados en el último año sea formal, con lo que van 2 meses consecutivos en los que la generación de empleo es liderada por el empleo formal, tras 5 meses consecutivos en donde lideró el empleo informal”. Sin embargo, el experto añade que “no basta con que la composición de la creación de empleo sea liderada por el empleo formal, también se requiere que aumente considerablemente el total de empleo creado, especialmente la generación de empleo asalariado formal en el sector privado y ese es hoy el principal desafío del mercado laboral”.

Carmen Cifuentes, investigadora Clapes UC, agrega que “el diagnóstico es claro y persistente: el mercado laboral continúa mostrando señales de estancamiento, sin lograr un repunte significativo”. La economista añade que “los datos publicados hoy también evidencian una pérdida de 5 mil empleos respecto al trimestre anterior. Además, la creación de empleo anual muestra un debilitamiento continuo, lo que ha ampliado la brecha de ocupación respecto a los niveles prepandemia”.

El director del Instituto de Economía de la Universidad Católica, Tomás Rau, si bien dice que “siempre es bueno que haya creación de empleo formal, no vemos mucha generación de empleo”. Y Patricio Ramírez, economista y académico de la Universidad de La Frontera, plantea en su análisis que “la creación de puesto de trabajo se ha desacelerado en comparación a meses anteriores. Esto es un síntoma de preocupación y es un reflejo de la debilidad de la actividad económica”.

Es uno de los sectores que más empleo genera. Al trimestre agosto-octubre totalizaron 1,7 millones de ocupados. Por eso es que llamó la atención el hecho de que haya caído en 0,20%, que en número son 3.500 empleos menos.

Para Bravo, lo que está pasando en el comercio es que se está “destruyendo el emprendimiento formal, es decir, los independientes que ejercen como empleadores o trabajadores por cuenta propia y que registran su actividad ante el SII”.

El economista especifica que “aunque en el comercio tanto el empleo dependiente formal como el empleo informal registraron alzas respecto al año previo, esto no logró compensar la destrucción de emprendimiento formal del comercio, lo que significó que la rama exhiba una destrucción anual neta de empleo total”.

Otra mirada entrega Bernardita Silva, gerente de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), quien acotó que “en términos anuales crece el ocupado informal mientras que el formal cae, acelerándose su caída frente a los períodos anteriores, lo cual no es un escenario positivo y, frente al trimestre previo, caen ambos, formales e informales, pero con una baja mayor en estos últimos”.

Hacia adelante los economistas esperan que se mantenga esta tendencia de una disminución en la tasa de desempleo, pero con una lenta creación de empleo. “Considerando que no se espera una mejoría relevante en materia de crecimiento económico para el cuarto trimestre del año, los ritmos de creación de empleo asalariado formal en el sector privado seguirán siendo insuficientes para impulsar una reducción más rápida en la tasa de desempleo”, dice Bravo.

Rau acota que “de acuerdo a la proyección de crecimiento del último trimestre y la estacionalidad del empleo, la tasa de desempleo podría bajar unas décimas, pero debería cerrar el año en torno al 8%, más probablemente por arriba de ese nivel”.

Y Cifuentes apunta que “el panorama laboral refleja una mezcla de desafíos tanto coyunturales como estructurales. A pesar de algunos avances puntuales, los datos confirman que el mercado laboral sigue lejos de una recuperación completa”.