Gobierno argentino opta por cuidar relación con privados y da marcha atrás a expropiación

La relación entre el sector empresarial y el gobierno argentino estaba tensa. El anuncio de Latam de cerrar su filial en ese país ahondaba el quiebre que ya se había dado semanas previas con la intención de expropiar una empresa del agro. Así que en lugar de avanzar en una batalla en la que lucía cada vez más solitario, la administración de Alberto Fernández este viernes por la noche decidió echar pie atrás en la arremetida estatal sobre Vicentin.

La Justicia fue la que terminó por desestimar el enfoque con el cual la Casa Rosada estaba abordando los problemas de una empresa que, por lo demás, es muy relevante en el ingreso de dólares en el país.

Este viernes el juez Fabián Lorenzini, mediante una resolución, restituyó el destino de Vicentin en las manos del directorio nombrado por la empresa. De esta manera, los interventores de la Casa Rosada, Gabriel Delgado y Luciano Zarich, quedaron relegados a un rol de “veedores controladores”.

Con este revés Fernández optó por respaldar el plan de intervención del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, el cual mantiene la intervención estatal, pero saca de la mesa la alternativa de la expropiación.

Era la salida más pertinente de la aventura que lo había confrontado en una etapa temprana de su gobierno con el empresariado local, al cual se oponía rotundamente a la arremetida estatal. “Lo de Vicentin está afectando a principios básicos de seguridad jurídica y de propiedad”, advertía a PULSO Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina, antes de la decisión de marcha atrás del gobierno.

Por su parte, Jorge Chemes, líder de Confederaciones Rurales de Argentina sostenía que no veían con buenos ojos “el avance del Estado argentino sobre la propiedad privada. Consideramos que la independencia de los poderes es importante y eso no se está respetando”. En ese marco, adelantaba que ya se estaba dialogando con el peronismo moderado, para evitar el avance del proyecto de expropiación en el Congreso.

Alineado con la postura del agro, Miguel Blanco, presidente del Foro de Convergencia Empresarial, destaca que las razones esgrimidas por el gobierno para la expropiación carecían de peso. “Dicen que está en juego la soberanía alimentaria en un país que exporta alimentos”, subraya.

Además, se temía por el efecto que tendrá la arremetida estatal en la negociación en curso de la deuda argentina. “Estamos dando una mala imagen hacia el exterior. Se les está manifestando a los acreedores que es imposible pagar un peso y cuando se dan vuelta, el Estado argentino compra una empresa”, indicó Chemes, mientras que Blanco añadió que “para cuando la emergencia sanitaria termine, se va necesitar una reactivación de la mano de la inversión privada y esto está dando un mensaje a muy negativo”.

Por otra parte, en medio del debate nacional sobre Vicentin, Latam Airlines dio a conocer la determinación de cesar sus actividades de cabotaje en el país de forma indefinida tras 15 años de presencia, noticia que tampoco cayó bien en el empresariado transandino.

“Es lamentable, pero es consecuencia de políticas que venían desde antes, del gobierno anterior de los Kirchner, que fue siempre de hostigamiento a las empresas extranjeras”, indicó Pelegrina. Aunque destaca que se trata de un sector presionado a nivel global, Blanco sostuvo que en su país la situación puede resultar particularmente difícil. “La competencia con una empresa que tiene apoyo del Estado, complica las cosas, lo ha venido sufriendo Latam”, indicó.

Pese a todas las diferencias que han quedado de manifiesto entre gobierno y empresarios, estos últimos aseguran estar alineados con la estrategia de Fernández para enfrentar la crisis sanitaria del coronavirus.

“Parece sorprendente que no se puedan lograr acuerdos en una situación tan puntual como la de Vicentin, pero sí se han logrado coordinar tareas en el marco de la pandemia, lo que está permitiendo superar la emergencia lo mejor posible”, señaló Chemes.

Al respecto, Blanco agregó que “Argentina reaccionó rápidamente ante los primeros indicios de la pandemia y se reforzó mucho el sector de salud. La cuarentena que, obviamente, tiene su impacto económico, ha permitido contener el peak de la pandemia”.