Hacienda creará nuevo impuesto a los servicios digitales y aumentará fiscalización de importaciones
La regulación alcanzará a aplicaciones como Uber, Spotify y Netflix entre otros, y se inserta en el proyecto de modernización tributaria que se enviará al Congreso en septiembre. Clapes UC estimó que de pagar IVA y Renta, estas empresas habrían aportado US$109 millones al año al Fisco.
Luego de probarse un par de zapatos y de ejercer por algunos minutos el oficio de artesano del calzado en el Barrio Victoria, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, anunció uno de los ejes de la reforma impositiva que trabaja el Ejecutivo y que ingresará a trámite en septiembre: la tributación del comercio digital.
Según el titular de Hacienda, la materia se abordará de dos maneras. En primer lugar, a través de la creación de un nuevo tributo que gravará los ingresos de compañías no domiciliadas ni residentes en Chile que prestan servicios digitales a través de plataformas de intermediación y de entretención. Entre ellas, las más reconocidas como Uber, Netflix, Spotify y Airbnb.
De acuerdo con Hacienda, la idea de este nuevo impuesto digital o impuesto sobre servicios digitales ("ISD") es que grave en forma orgánica y sistemática los servicios digitales que se prestan en el país (servicios de publicidad online, streaming, transmisión de datos e intermediación digital, entre otros), siguiendo las recomendaciones preliminares de la OCDE en la materia, de manera que se evite la erosión fiscal.
En segundo lugar, en relación al comercio digital específicamente, que corresponda a la importación de bienes físicos adquiridos a través de plataformas digitales de entidades no constituidas en el país. Al respecto, el titular de Hacienda explicó que se fortalecerán y modernizarán los mecanismos de control fronterizos y, sobre todo, la fiscalización y recaudación de IVA o si corresponde, aranceles aduaneros de no haber Tratado de Libre Comercio vigente.
En este caso, explican en Hacienda, no se trata de un nuevo gravamen, sino de su fiscalización, ya que, por regla general, este tipo de tributos se aplican a la importación de bienes físicos que se realizan a través de plataformas como Amazon y Aliexpress, entre otras.
Para el cumplimiento de lo anterior, agregó Larraín, se está trabajando con el Servicio Nacional de Aduanas y con Correos de Chile.
La autoridad enfatizó que la idea no es frenar el comercio digital, sino regularlo.
"Sin duda es bienvenida la innovación y el emprendimiento. Sin embargo, es deber de la autoridad pública asegurar que todos puedan competir en igualdad de condiciones. Queremos crear una cancha pareja para todos. Este tema no lo enfrenta solo Chile, sino todo el mundo", sostuvo el ministro de Hacienda.
Reacciones
El anuncio fue bien recibido por los expertos, aunque adelantan que habrá impactos en el usuario final.
Si bien desde Hacienda no adelantaron cuánto más podría recaudarse mediante estas modificaciones, el estudio de Clapes UC, "Economía Digital: Oportunidades y Desafíos", de los investigadores Leonardo Hernández y Pinjas Albagli, con datos de 2016 estimó que gravar con impuestos directos e indirectos (renta e IVA) las ventas de cuatro de las empresas mencionadas por la autoridad (Uber, Netflix, Spotify y Apple Store) aportarían US$109,1 millones anuales.
Según uno de los autores del estudio, Leonardo Hernández, "la propuesta está en línea con lo que otros países están haciendo: moverse desde una tributación basada en el origen (donde está establecida la empresa) a una basada en el destino (donde está en consumidor final)".
Un ejemplo, agregó, es el fallo conocido ayer de la Corte Suprema de Estados Unidos que cambia el criterio de tributación de las compras online después de 26 años (ver nota relacionada).
Para Diego Berríos, de Ayala & Ruiz Consultores, además del efecto de "emparejar la cancha", habrá un efecto a nivel usuario. "La idea consiste en fijar un impuesto único en la transacción que la pagaría el usuario, con lo que la operación quedaría gravada realmente. El problema es que los usuarios serían los que soporten el impuesto, pagando un precio más alto por el acceso. Habrá que ver cómo quedan las tasas, si es fija o variable, y cuál será la propuesta formal", explica.
Otro tanto ocurre respecto de la importación de productos.
Soledad Recabarren de Recabarren & Asociados, apunta que habría que abordar el tratamiento diferenciado que se da a los productos importados por correos privados y los que son vía Correos de Chile. En el caso de los primeros, enfatiza, la empresa avisa al receptor de la llegada del paquete, emite una factura exenta y éste paga el IVA y los derechos aduaneros para recibir la importación. Eso, añade Recabarren, no ocurre con la estatal y debiera modificarse. "Todo lo que llega por Correos de Chile por exenciones históricas de impuestos no están pagando ni IVA ni derechos aduaneros.
Entonces, lo que habría que hacer es ver hasta dónde llega la exención, porque lo ideal es que hubiese límites: de lo contrario, se puede traer de todo sin pagar impuestos, que es lo que ocurre hoy", señala.
A nivel empresarial, hubo una valoración positiva de los anuncios hechos por Hacienda.
El secretario general de la Cámara de Comercio de Santiago, Ccristián García-Huidobro señaló que resuelve un problema importante, ya que "mientras en Chile las empresas cumplen con sus obligaciones tributarias, para las transacciones en línea del comercio transfronterizo no se aplicaba el mismo tratamiento, poniendo en riesgo la competencia en el mercado, la seguridad de los consumidores y la recaudación fiscal".
Por su parte, las empresas que venden productos por medios digitales (Groupon, Linio y Mercado Libre) coincidieron en valorar que se empareje la cancha en la materia, y agregaron que al estar ya domiciliadas en Chile cumplen con el pago de los tributos correspondientes, por lo tanto las modificaciones propuestas no les afectan.
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