Importaciones y exportaciones acumulan en 2019 su mayor contracción en cuatro años
Faltando dos semanas para el cierre del año, las compras al exterior anotan una merma de 11,2% según datos del Banco Central, mientras que los envíos retroceden 12,5%, tendencia incidida además por la crisis social. De hecho, la primera quincena de diciembre las internaciones cayeron 17% y las ventas al extranjero 4,7%.
El escenario de crecimiento para el país es complejo. Para este año, la expansión apenas llegará al 1%, y para el próximo año la suerte no será mucho mejor, ya que las expectativas fluctúan entre 1% y 1,5%.
El principal factor de la debilidad económica es la demanda interna. De hecho, en el último Informe de Política Monetaria (IPoM), el Banco Central proyectó que esta variable crecerá 0,3% en 2019 y caerá 1,6% el próximo año. En el desglose se prevé que el consumo avanzará solo 1,1% y la inversión 2,5% este año, mientras que para 2020 el escenario es menos auspicioso aún: el consumo mantendrá su expansión de 1,1%, pero la inversión se contraerá 4%. Reflejo de esta debilidad son los datos de comercio exterior al 15 de diciembre.
De acuerdo al Banco Central, las importaciones durante la primera quincena de diciembre ya muestran una fuerte caída de 17% interanual, totalizando montos por US$2.548 millones.
En el detalle, los bienes durables registraron un retroceso de 14,5% (US$752 millones), en tanto, las importaciones de consumo bajaron 18%, con montos por US$227 millones.
En el desglose por productos, los que más han mostrado su debilidad son computadores, con una merma de 36,3%; celulares -32,7%, y automóviles, con -9,4%.
Las importaciones de bienes de capital, en tanto, cayeron 21% en los primeros quince días de diciembre, al totalizar montos por US$486 millones. Este indicador es clave para la inversión, ya que es considerado como un predictor de esta variable, y por ende anticipa un cierre de año malo y un inicio de 2020 lento para esta variable. Por categoría los que más cayeron fueron otros vehículos de transporte (-57,9%); buses (-54,6%) y camiones y vehículos de carga que retrocedieron 30,1% (ver gráficos).
Con todo, a sólo dos semanas de que termine el año, las importaciones acumuladas en 2019 anotan su mayor caída desde 2015, anotando una merma de 11,2% (US$62.867 millones). Asimismo, las importaciones de bienes de consumo registrarán su mayor baja desde 2009 con una caída de 14% (US$ 19.343 millones).
Los economistas señalan que esto es un fiel reflejo del "frenazo" que está mostrando la actividad debido al estallido social y los hechos de violencia que provocaron incertidumbre tanto en los inversionistas como consumidores, afectando las expectativas sobre la actividad.
Martina Ogaz, economista de EuroAmerica, sostiene que "las negativas cifras de importaciones reflejan lo que ya anticipábamos para diciembre: una actividad que tanto a nivel de consumo como inversión se contraería durante dicho mes, principalmente, por el efecto que ha tenido el estallido social en las expectativas de inversionistas y consumidores, sumado al lento retorno a las actividades a nivel nacional".
Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, acota que el deterioro de las cifras de importación "da cuenta de que la demanda interna se ha resentido con fuerza tras el estallido social. La confianza se ha deteriorado, lo que junto con la mayor incertidumbre, ha llevado a una caída de la inversión y menor consumo de bienes durables".
La misma visión tuvo el economista de LyD, Tomás Flores, quien afirma que el brusco cambio en la demanda interna se debe al estallido social. Un ejemplo de aquello, dice Flores, es el desplome de la compra de celulares (-33%), computadores (-36%), e incluso ropa de vestir (-21%).
¿Qué pasó con las exportaciones?. Por el lado de las exportaciones, si bien la caída es menos fuerte en los primeros quince días de diciembre, con un descenso de 4,7% (a US$2. 992 millones), en el acumulado del año registra una reducción de 12,5% (a US$66.030 millones), siendo también la mayor caída en cuatro años.
En los primeros quince días del mes, los envíos mineros bajaron 7,8% (US$1.638 millones) y los industriales sufrieron una merma de 7,2% (US$1.110 millones).
"La demanda interna se está frenando y un reflejo de ello es el comportamiento que está teniendo el comercio exterior. La crisis social afectó las expectativas y, por ende, las perspectivas para el crecimiento se han ido reduciendo", dice el académico de la Universidad de Chile Alejandro Alarcón.
Perspectivas
Estos indicadores líderes muestran un escenario débil y, por ello, las perspectivas de crecimiento tanto para el cierre de año y el inicio del próximo no son para nada auspiciosas, sino que todo lo contrario.
En el corto plazo, las expectativas para el Índice de Actividad Económica Mensual (Imacec) de noviembre son negativas. Para ese mes se estima una contracción del orden de 4%, mientras que para diciembre el panorama muestra que podría ser nuevamente negativo. "El Imacec de diciembre será efectivamente muy débil, tras las caídas importantes que ya registró octubre y que va a advertirse para noviembre. 2020 va a partir muy lento, para recién hacia la segunda parte del año comenzar a dar señales de un tibio repunte", afirma Lehmann.
Todo esto, a su vez, provocará un lento inicio de 2020. "Esperamos que los primeros meses de 2020 reflejen el abrupto deterioro que tuvo la actividad económica de estos últimos meses, actividad que costará mucho que vuelva acelerar en el transcurso del año, donde toma relevancia la disminución de la violencia y los acuerdos político, sumado a las discusiones que se esperan para el próximo año sobre el proceso constituyente", precisa Ogaz.
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