Informe advierte desajuste entre alza de remuneraciones y productividad que afecta al empleo formal
Un análisis de Clapes UC puso foco en que el aumento de los salarios no tiene una justificación en una mayor producción: “Hay una ausencia de un crecimiento productivo que respalde el alza en las remuneraciones”.
El mercado laboral chileno ha experimentado un alza en los salarios. Para octubre de 2024 las remuneraciones reales, ajustadas por inflación, tuvieron un aumento de 3,8% en doce meses, con datos del INE. También el Ejecutivo desde mayo de 2022 ha aumentado progresivamente el sueldo mínimo a $500 mil y que ahora en enero pasará a estar entre $511 mil a $512 mil.
Esto, a juicio de los análisis de los expertos, ha presionado los costos laborales de las empresas lo que podría estar afectando la creación de empleo. En el trimestre móvil septiembre-noviembre de 2024 se crearon 147.540 empleos, lo que marca el aumento más bajo desde los meses febrero-abril de 2021.
Precisamente para evaluar el impacto del alza de los salarios en los costos laborales y en la productividad, la investigadora de Clapes-UC, Carmen Cifuentes realizó el estudio “Aumento de los salarios reales en un Chile de baja productividad”.
Lo primero que advierte es un desajuste entre el dinamismo productivo y las remuneraciones lo que pone en duda la sostenibilidad a mediano y largo plazo del aumento en los salarios, lo que “podría ocultar una realidad desfavorable para los sectores más vulnerables, agravando desigualdades en el acceso a empleos estables y bien remunerados”.
En ese sentido, indican que desde principios de 2023 los salarios reales iniciaron una recuperación tras la pandemia y, si bien aún no retoma su tendencia antes del Covid-19, se han mantenido al alza desde ese entonces. El Índice de Remuneraciones Real acumuló una variación de 3,6% a diciembre de 2023, su nivel más alto desde 2012. También en los primeros diez meses de 2023 el IRR registra un crecimiento acumulado de 2,1%.
Por otro lado, el informe menciona que la productividad laboral ha mostrado un estancamiento y contracción en la última década. “La productividad media laboral acumula 11 trimestres consecutivos de contracción y una caída interanual del 0,2% en el tercer trimestre de 2024″, resalta el análisis de Clapes. Y añade que esta caída sostenida manifiesta “problemas estructurales profundos, como la insuficiente inversión en innovación y tecnología, así como las limitaciones en la adopción de prácticas más eficientes”, detalla el informe.
En el documento se menciona que “la relación entre productividad y salarios reales cuenta con un respaldo sólido tanto en la teoría económica como en la evidencia empírica”. Asimismo, se cita al economista y premio nobel Daron Acemoglu quien expone que a medida que la productividad aumenta, también lo hace el valor generado por cada trabajador lo que significa un incremento en los salarios. En cambio, lo que está ocurriendo en Chile es precisamente lo contrario: “Hay una ausencia de un crecimiento productivo que respalde el alza en las remuneraciones”, puntualiza el texto de Clapes.
El efecto del salario mínimo
Clapes UC explora otras razones que explican el crecimiento de los salarios reales durante los últimos años a falta de productividad: el incremento del sueldo mínimo, la desaceleración de la inflación y cambios en la composición del empleo formal.
Menciona que el salario mínimo ha tenido un crecimiento real, es decir, ajustado según la inflación, de un 205% en 24 años. “Esto impacta en trabajadores que reciben el sueldo mínimo y de forma indirecta a otros grupos salariales. El aumento del salario mínimo amplifica su efecto sobre el resto de salarios”, especifica.
Otra de las razones que explica el crecimiento en los suelos es la moderación de la inflación. Entre 2021 y 2022 la inflación en Chile llegó a niveles que presionaron los salarios que acumularon 17 caídas interanuales consecutivas, pero comenzó a ceder en 2023, cerrando el año con una variación anual de 3,9%. “A medida que la inflación se modera, el efecto negativo sobre el poder adquisitivo de los trabajadores disminuye”, detalla el estudio.
Sobre las modificaciones estructurales del empleo, el informe advierte que trabajadores con educación media o inferior han pasado de un 60% en 2010 a menos del 50% en 2023 en el sector formal, mientras que quienes con un nivel educacional universitario han aumentado y hoy son cerca de dos tercios del total de trabajadores. Según datos de la Encuesta Nacional de Empleo hay una “reducción de empleos de baja calificación y el aumento de empleos de mayor calificación”.
Según detalla Clapes UC, en este contexto, el crecimiento del salario mínimo tiene un “impacto negativo en el nivel de empleo de las empresas” pues las que enfrentan mayores costos debido a los incrementos podrían intensificar “procesos de automatización y digitalización desplazando así a los empleos menos calificados hacia tareas que demandan mayor especialización”.
Además, el informe señala que “la política ha incentivado un aumento en la informalidad laboral, afectando especialmente a los trabajadores más vulnerables” lo que “contrasta significativamente con el objetivo declarado por el Ejecutivo, que busca proteger los intereses de estos trabajadores”.
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