Julio Bertrand: “No estamos pidiendo un subsidio, el subsidio lo tenemos desde los accionistas con los aportes de capital”
El presidente del directorio de Huachipato ahonda en las razones para acusar dumping del acero chino. Dice que la predación de precios se ha intensificado en los dos últimos años, período que concentra la mitad de los US$1.000 millones en pérdidas desde 2009. El modelo de negocios para convertir a Huachipato en una siderúrgica boutique, dice, requiere equilibrar el mercado del acero en Chile.
La crisis de Huachipato adquirió esta semana una nueva dimensión. Presionada por una década con pérdidas por más de US$1.000 millones, y con nulas perspectivas de revertir la crítica situación -a septiembre acumula nuevas mermas por casi US$332 millones- la siderúrgica del grupo CAP solicitó formalmente a la Comisión Antidistorsiones investigar competencia desleal por parte de los importadores de acero chino. Una denuncia en la cual piden que el gobierno se haga parte.
La Comisión, un organismo técnico presidido por el fiscal nacional económico, e integrado por cinco ministerios, además de dos representantes del Banco Central en un rol de secretaría técnica, asesora al Presidente de la República y entrega recomendaciones de medidas que salvaguarden ciertas industrias. Eso sí, sólo en aquellos casos en que se comprueben distorsiones de precios y/o daño grave o inminente a la producción nacional, entre otras condiciones.
El mismo día en que comunicó su denuncia, CAP informó además que había realizado el segundo aumento de capital en el año en Huachipato, por US$299 millones. El primero fue en enero, por US$120 millones. Cifras que para el presidente del directorio de la compañía, Julio Bertrand, grafican el compromiso del dueño por mantener operando a la siderúrgica.
“Los últimos dos años hemos estado expuestos a unas distorsiones que ha conllevado a Huachipato a entrar en un déficit de caja bastante relevante, que nos ha obligado como CAP a hacer estas capitalizaciones para mantener esta compañía, en el entendido de que Huachipato es una empresa muy estratégica para Chile”, dice el también exgerente general de CAP.
Aquí repasa las razones que los llevaron a denunciar dumping del acero chino, y defiende la decisión de mantener operando la compañía.
Al tercer trimestre las pérdidas de Huachipato son cerca de US$332 millones, ¿cuánto de eso se explica por esta denuncia contra el acero chino?
-Me atrevería a decir que casi la totalidad de esta pérdida se explica por esa denuncia que levantamos ante la Comisión Antidistorsiones. Ahí estamos relevando que ojalá se establezca una investigación de oficio, de manera tal de darle preeminencia a este proceso y ojalá se puedan poner algunas condiciones provisorias de regulación de los precios, porque como lo hacemos saber en este informe, hemos estado evidenciando una predación en los precios de paridad de importación de bolas de molienda para la minería del 32% y de las barras de molienda en un 12%. Todo ese dumping en precios es transferido a Huachipato, que tiene que ajustarse en ese precio para así continuar con sus niveles de demanda de acero. Siempre ha existido algo de dumping, pero lo que existía en el mes de enero de este año es mucho menos de lo que llegó a existir en el mes de agosto. Eso nos lleva a reducir los precios para intentar mantener nuestra demanda -que al final no se logra porque igual hay mayores importaciones directas de bolas desde China-, lo que nos han impactado en el Ebitda de la compañía.
En su presentación solicitaron investigaciones de oficio, pese a que el ministro Grau explicó que era la empresa la que podía aportar mejores antecedentes. ¿Confían en que la investigación sea acogida a trámite?
-Sí, confiamos. Estamos muy seguros porque tenemos argumentos muy sólidos y contundentes respecto a esta distorsión que existe en el mercado del acero en Chile, en particular en el mercado de la molienda, que está de alguna forma fundamentado por estas paridades de importación de productos terminados desde China. Y por lo mismo creemos que la Comisión va a establecer esta investigación de oficio, porque hay muchos argumentos de cuál es el efecto final que produce al sector industrial chileno y en particular al sector minero, pero también al sector de la construcción, y otros como el metal mecánico, que usan el acero.
Aquí se están alineando todos los intereses, es decir, el gobierno, los ministerios y todos los que componen la Comisión van a intentar resolver esta situación, no subsidiar, pero sí buscar mecanismos para tener un mercado en equilibrio.
En caso que no sea acogida a tramitación esta denuncia, ¿qué va a pasar con Huachipato?
-Nosotros vamos a intentar, como lo hemos hecho durante los últimos diez años, seguir reinventando Huachipato, su modelo de negocio, de manera tal de hacerlo sustentable en el tiempo. Tenemos un compromiso como empresas CAP, como siempre ha sido, en que Huachipato es muy importante para lo que queremos hacer nosotros del sector industrial, de los recursos naturales y energético en el futuro. Nos cuesta pensar que no vamos a tener este apoyo de todo el público de interés, sea gobierno, comunidades, en forma transversal. Pero en todos los casos nosotros hemos continuado siempre reinventando Huachipato para demostrar que somos eficientes, porque creemos que hay un valor intrínseco de Huachipato en el rol que tiene con Chile que es fundamental.
¿Cuánto tiempo más es sostenible la situación que están atravesando? La denuncia ante la comisión tiene sus tiempos…
-La situación que estamos atravesando es compleja, y uno debería pensar que con todos estos aportes de capital que estamos haciendo, es porque queremos darle un poquito prevalencia a nuestra sostenibilidad para que se tomen estas decisiones. Ahora, la demanda ante la Comisión Antidistorsiones de que se establezca una investigación de oficio es para, de alguna forma, acortar esos tiempos. Es superimportante lograr que esta comisión recomiende poner algunas medidas provisionales para proteger este mercado, que está en un estado de desequilibrio espeluznante, y de ahí con mayores antecedentes y una mejor investigación de la cadena del valor del acero, poder determinar algunas medidas más estructurales.
El compromiso de CAP, que es el accionista, con Huachipato ha sido bien irrestricto en el tiempo. La razón de eso no es por un tema de apuesta económica o de que esto podría ser un buen negocio o mal negocio, sino más bien porque vemos que Huachipato tiene un rol estratégico fundamental para Chile.
¿Cuánto creen que puede pesar el factor geopolítico en esta decisión?
-Estamos convencidos de que Chile siempre ha tenido una economía de libre mercado y bien abierta. Hemos visto, de acuerdo a la ley de importaciones y a los mismos reglamentos de la Comisión Antidistorsiones, que somos bastante serios en colocar medidas precautorias o provisionales o estructurales al libre comercio. Siempre hemos velado que los términos de intercambio sean bien equilibrados de manera tal que incentivemos exportar o producir los productos en que somos buenos y de importar en los que no somos tan buenos. Dicho eso, nosotros creemos que esto no debería impactar a nuestra relación comercial con China, en la medida que fundamentemos muy bien qué es lo que estamos haciendo, que aquí no estamos buscando subsidios, no estamos buscando protección, estamos buscando equilibrios. Nos parece que China debería entender que el hecho de poner medidas que equilibren los mercados y regulen los términos de intercambio de una forma objetiva, está bien fundamentada para hacer próspera la economía chilena, al sector industrial chileno, al igual que el chino.
Siempre está la posibilidad de que China determine medidas de represalias. Es un factor que tiene que sopesar el gobierno…
-Siempre pueden existir esas medidas de retaliación, pero yo creo que cuando uno entra a fundamentar bien los porqués de estas solicitudes, desde el punto de vista de una perspectiva más bien de mercado -China está invirtiendo harto acá en Chile, en el sector eléctrico, sobre todo, y en otros sectores- debería haber un efecto colateral más bajo.
También piden al gobierno hacerse parte, y han tenido diálogos con el ministro Grau. ¿Esperan algún tipo de ayuda concreta de parte del Estado?
-Nosotros lo que esperamos es que el Estado se haga parte intercediendo a través de la Comisión Antidistorsiones, que está representada por varios ministerios, en una investigación que vele por el buen funcionamiento de la industria. Entonces, no esperamos del gobierno ninguna ayuda fuera de lo normal.
¿Sienten respaldo de parte del gobierno para poder superar esta crisis?
-Sentimos el respaldo del gobierno, y un respaldo, la verdad, bien transversal de todas las comunidades, incluso de nuestros clientes. Estoy hablando de clientes que son las empresas que transforman esta barra de acero…
Como Molycop…
-Molycop, Magotteaux y también de los clientes finales. Cuando nos acercamos a las mineras, también sentimos respaldo. A ellos les interesa tener una alternativa de comprar acero en forma local, porque está más cerca, porque podrían incluso solicitarnos modificar las especificaciones de ese acero a los requerimientos que ellos tienen. Hay minas en que tú tienes que hacer moliendas más duras, otras menos duras; es distinta la molienda en hierro que la molienda en cobre. Como Huachipato no estamos pidiendo un subsidio, una ayuda. Por así decirlo, de alguna forma el subsidio lo tenemos desde el compromiso de los accionistas que se han prestado para hacer estos aportes de capital a una empresa que ha tenido unas pérdidas astronómicas durante los últimos dos años. De los US$1.000 millones de pérdidas, el 50% se produjo durante los últimos dos años, que es justo cuando los mercados han estado deprimidos, con excesos de inventario en el sector siderúrgico y minero. La mejor ayuda es que nos ayuden a regular el mercado para que Huachipato pueda seguir comprometiendo recursos, y hacer una siderúrgica boutique, como le llamamos, verde, y ojalá a la medida de los requerimientos de sus clientes en el sector minero.
Creemos de verdad que si Huachipato detuviera sus operaciones, nos vamos a perder esa oportunidad de hacer acero local, con hierro local, con recursos naturales locales, que tiene una ventaja comparativa con la importación de China, porque está muy cerca del cliente. Y eso tiene mucho valor.
¿Han podido plantear esta inquietud en las instancias en las que participa Huachipato en términos gremiales? ¿Sienten apoyo de parte de esas instancias?
-Sentimos apoyo. Hemos conversado con los mineros de que Huachipato es capaz de proveer un servicio en hacer aceros con ferroaleaciones que cambien el rendimiento de las bolas de molienda, en beneficio del sector minero. El producto que se trae importado directo desde China como bola de molienda es un producto genérico, commodity, y aquí estaríamos haciendo un producto boutique. Y lo otro, es que esta cercanía nos permite intentar desarrollar un modelo de economía circular, en que podemos recuperar todo ese acero usado como chatarra y volver a procesarlo en nuestra planta y hacer nuevos aceros sin tener que extraer hierro. Hay un modelo de negocio de economía circular y sostenible bien bonito en Chile, que podríamos hacer si es que Huachipato se predispone como una siderúrgica boutique focalizada en el sector minero chileno. Todo eso tiene un valor agregado muy grande, y eso lo hemos conversado con ellos y están muy abiertos a hacer estas investigaciones con nosotros, pero para eso lo fundamental es equilibrar el mercado. Sin equilibrio de mercado, es imposible desarrollar ninguno de esos modelos de negocio.
¿No les preocupa que también las mineras tengan incentivos cruzados en esto? Ellos están presionados, necesitan reducir sus costos y el acero chino es más barato…
-Buena pregunta, porque es así. La actividad de molienda es importante para los mineros por la contaminación. De la huella de carbono completa del sector, me atrevería a decir que es un 7,5% de todas las contaminaciones del nivel 3. En la estructura de costo, la parte más representativa es todo el tema del transporte, los camiones y menos la parte de la molienda, pero dicho eso, lo que estamos buscando en esta integración con ellos, es que si el producto de Huachipato le sale un 10% más caro que la alternativa, el rendimiento de esa bola de molienda sea un 20% más que la bola china. Nosotros estamos apostando, y estamos seguros que así es, que somos más competitivos que la alternativa china, en todos los casos.
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