El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aplicará este sábado aranceles del 25% a las importaciones canadienses y mexicanas y del 10% a los productos chinos con efecto inmediato, según ha anunciado este viernes la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.

“El presidente implementará mañana aranceles del 25% a México, del 25% a Canadá y del 10% a China por el fentanilo ilegal que han suministrado y permitido distribuir en nuestro país, que ha matado a decenas de millones de estadounidenses”, dijo Leavitt en una rueda de prensa en la Casa Blanca.

No te pierdas en Pulso

Reuters citó anteriormente a fuentes familiarizadas con las deliberaciones sobre los aranceles, diciendo que Trump anunciaría aranceles a las importaciones canadienses y mexicanas el sábado, pero retrasaría el cobro de los derechos hasta el 1 de marzo y ofrecería un proceso limitado para que ciertas importaciones queden exentas.

Leavitt calificó el informe de “falso”, pero cuando se le preguntó sobre las exenciones, dijo que no tenía una “actualización o lectura para usted sobre las exenciones”. Añadió que los aranceles se publicarían el sábado y entrarían en vigor inmediatamente.

Los comentarios de Leavitt provocaron una subida del dólar, especialmente frente al peso mexicano y el dólar canadiense, que habían repuntado tras el informe de Reuters. Los rendimientos de los bonos del Tesoro también subieron, mientras que las acciones revirtieron su curso para moverse a la baja en el día.

Cuando Trump impuso aranceles punitivos a productos chinos en 2018 y 2019, normalmente había un retraso de dos a tres semanas para que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza comenzara a cobrar los aranceles, debido a los avisos requeridos para los importadores.

Las fuentes, que pidieron no ser nombradas porque no están autorizadas a hablar públicamente sobre el asunto, habían dicho a Reuters que no tenían detalles sobre una tasa arancelaria final, pero señalaron que Trump ha dicho consistentemente que planea imponer un arancel del 25% a las importaciones de los dos países el sábado.

Por otra parte, un funcionario de la administración dijo que Trump estaba revisando el viernes los planes arancelarios, lo que podría permitir algunas exenciones. Sin embargo, las exenciones serían “pocas y distantes entre sí”, dijo el funcionario.

Si bien el anuncio de aranceles puede agitar los mercados financieros y tensar la relación de Estados Unidos con sus dos principales socios comerciales, ofrecer una ventana de 28 días antes de la implementación y posibles exenciones sugeriría un enfoque más cuidadoso por parte de la administración Trump.

También ganaría tiempo para las negociaciones sobre las acciones de Canadá y México para cumplir con los objetivos declarados por Trump para los aranceles para presionar a los dos vecinos de Estados Unidos para detener el flujo de inmigrantes ilegales y opioides mortales fentanilo a través de la frontera de Estados Unidos.

Los aranceles punitivos de Trump y los aranceles de represalia de Canadá y México amenazan con interrumpir casi US$1,6 billones en el comercio de América del Norte y poner fin de manera efectiva a un sistema de libre comercio de 30 años que ha integrado profundamente a las tres economías.

El presidente de EE.UU. dijo el jueves que todavía está considerando un 10% adicional sobre las importaciones chinas para castigar a Pekín por su presunto papel en el comercio de fentanilo. Pero las fuentes dijeron que los aranceles del 1 de marzo se aplicarían sólo a Canadá y México, dejando sin aclarar sus planes para nuevos aranceles a China.

Las decisiones sobre los aranceles están siendo gestionadas por un equipo central de la Casa Blanca, no por el equipo de comercio entrante que será dirigido por el candidato al Departamento de Comercio Howard Lutnick y el candidato a Representante de Comercio de EE.UU. Jamieson Greer, dijo una fuente familiarizada con el asunto. Ninguno de los dos ha sido confirmado por el Senado de EE.UU., pero el Comité de Finanzas del Senado ha programado una confirmación para Greer el 6 de febrero.

Trump insinuó posibles exenciones el jueves cuando dijo que pronto decidiría si aplicaría los aranceles a las importaciones de petróleo canadiense y mexicano, un indicio de que podría estar preocupado por su impacto en los precios de la gasolina. El crudo es la principal importación estadounidense desde Canadá y está entre las cinco principales desde México, según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos.

El asesor comercial de Trump, Peter Navarro, dijo a CNBC el viernes que los ingresos arancelarios ayudarán a pagar la extensión de los recortes de impuestos de Trump de 2017, que suman unos US$4 billones y expiran este año.

Dos fuentes familiarizadas con el asunto dijeron que se esperaba que Trump invocara la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés) como base legal para los aranceles, declarando una emergencia nacional por las sobredosis de fentanilo que mataron a casi 75.000 estadounidenses en 2023 y la inmigración ilegal.

La IEEPA, promulgada en 1977 y modificada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos, otorga al presidente amplios poderes para imponer sanciones económicas en caso de crisis.

Entre las herramientas de derecho comercial a disposición de Trump, le daría el camino más rápido para imponer aranceles amplios, ya que otros requieren largas investigaciones por parte del Departamento de Comercio o USTR.

Economistas y empresarios han advertido de que los aranceles provocarían importantes subidas de los precios de importaciones como aluminio y madera de Canadá, y en México serían las frutas, verduras, cerveza y productos electrónicos de México, además de los vehículos de motor de ambos países.

Los aranceles los pagan las empresas que importan bienes y trasladan los costes a los consumidores o aceptan menores beneficios, según los economistas.

“Los aranceles del presidente Trump gravarán primero a Estados Unidos”, dijo Matthew Holmes, jefe de políticas públicas de la Cámara de Comercio de Canadá. “Desde mayores costos en los surtidores, las tiendas de comestibles y las cajas en línea, los aranceles se propagan en cascada a través de la economía y terminan perjudicando a los consumidores y las empresas en ambos lados de la frontera”, añadió.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo el viernes que Canadá respondería inmediatamente con contramedidas contundentes, y añadió: “No es lo que queremos, pero si avanza, también actuaremos”.

Canadá ha elaborado objetivos detallados para las represalias arancelarias inmediatas, incluidos los aranceles sobre el jugo de naranja de Florida, el estado natal adoptivo de Trump, dijo una fuente familiarizada con el plan. Canadá tiene una lista más amplia de objetivos que podrían alcanzar $150.000 millones de dólares canadienses en importaciones estadounidenses, pero celebraría consultas públicas antes de actuar, dijo la fuente.

Durante el primer mandato de Trump, China puso en su punto de mira la soja y otros productos agrícolas estadounidenses, mientras que la Unión Europea atacó productos icónicos de Estados Unidos, como el whisky bourbon y las motocicletas Harley-Davidson (HOG.N), abre nueva pestaña.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo que «esperará con la cabeza fría» la decisión arancelaria de Trump y se mostró dispuesta a continuar un diálogo fronterizo.

“Defenderemos siempre la dignidad de nuestros pueblos, el respeto a nuestra soberanía y un diálogo de igual a igual sin subordinación”, dijo.

Sheinbaum dijo previamente que México también tomaría represalias, argumentando que los aranceles de Trump costarían 400,000 empleos en Estados Unidos y elevarían los precios para los consumidores estadounidenses.

Trump libró el pasado domingo una guerra comercial de palabras de 10 horas con el presidente colombiano, Gustavo Petro, amenazando al país sudamericano con aranceles del 25% por su negativa a permitir vuelos militares estadounidenses cargados de deportados colombianos. La crisis terminó cuando Petro accedió a aceptar los vuelos.

China se ha mostrado más circunspecta sobre sus planes de represalia. Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Washington, destacó la cooperación de China con EE.UU. para frenar el tráfico de fentanilo y dijo que espera que EE.UU. “No dé por sentada la buena voluntad de China”.