Las dudas en torno a la accesibilidad de las farmacias
El sistema actual de las farmacias sigue estando en la lupa del gobierno y de los consumidores. Al problema en torno al precio de los medicamentos se suman las dudas respecto de la accesibilidad, ya que las principales cadenas y establecimientos se ubican en las grandes urbes, dejando aisladas a las comunas de menores recursos. Un ejemplo de aquello es que la mayoría de las farmacias está en la Región Metropolitana, con 1.577 establecimientos, lo que equivale al 46% del total país.
El precio de los medicamentos y la concentración de mercado es un tema que está presente en el inconsciente colectivo del país. Y hoy cobra aún más vigencia, debido a que el gobierno ingresó una indicación al proyecto de Ley de Fármacos II, el cual tiene como objetivo central bajar el precio de los medicamentos impulsando la venta de remedios sin receta en supermercados.
De forma paralela, la Fiscalía Nacional Económica comenzó en abril un estudio sobre el mercado de los medicamentos, abarcando a todos los actores que interactúan en este sector.
Entre los temas a abordar se cuentan el impacto de la bioequivalencia, el manejo de las patentes de invención por parte de los laboratorios, la concentración de las farmacias y las asimetrías de información existentes en la relación de los consumidores con los médicos y con los dependientes de las farmacias y la actuación de las autoridades sectoriales, entre otras materias.
Hoy, en Chile existen 3.440 farmacias, según información obtenida por el sistema de transparencia del Ministerio de Salud. Dentro del total, las cadenas de farmacias Salcobrand, Cruz Verde, Ahumada y Dr. Simi tienen 1.687 locales, mientras que en las farmacias independientes los puntos de venta llegan a 1.549. Las farmacias populares, en tanto, poseen 147 establecimientos. Asimismo, hay 55 almacenes farmacéuticos y dos farmacias móviles. No obstante, la participación de venta de Salcobrand, Cruz Verde y Ahumada alcanza el 90%.
Un elemento adicional que se suma a este debate es la accesibilidad. Esto, porque en 59 comunas no cuentan con ninguna farmacia y en 89 no existe ningún establecimiento privado. Todo esto dificulta el acceso a estos productos.
De acuerdo a un informe de Hermann Consultores, la mayoría de las farmacias se ubica en la Región Metropolitana, con 1.577 establecimientos, igual al 46% del total. Le siguen la Región de Valparaíso, con 388 unidades, que representan el 11,3% del total, y Biobío, con 340 farmacias, equivalentes al 9,9% del total.
Otra forma de evaluar el problema de la accesibilidad se relaciona con la cantidad de habitantes por farmacia. Por ejemplo, la Región Metropolitana tiene la mayor cantidad de farmacias por habitantes, con 4.634 habitantes por farmacia privada o 4.510 habitantes si se consideran todos los tipos de farmacias, seguido por Valparaíso, con 4.948 habitantes por farmacias privadas y 4.680 en el caso de todas las existentes. Por el contrario, en las regiones donde hay más habitantes por farmacias son Aysén, con 10.316 habitantes por farmacias privadas y 7.935 habitantes por todos los tipos de establecimientos, seguido por Los Ríos, con 8.188 habitantes por farmacia privada, y La Araucanía, con 7.846 habitantes por farmacia.
En el detalle, el informe muestra que en Arica y Parinacota, el 75% de las comunas no tiene farmacias de ningún tipo y en Magallanes un 72,7% de las comunas no presenta farmacias, cuya razón es la existencia de localidades alejadas y poco pobladas.
Igualmente, las regiones de Tarapacá y Aysén tienen un 42,9% y 50% de comunas sin farmacias. Por el contrario, en la Región Metropolitana solo el 1,9% de las comunas no tiene farmacias y un 3,3% de las comunas en el caso del Maule.
Jorge Hermann, de Hermann Consultores, señala que "las farmacias suelen ubicarse en los grandes centros urbanos y comercializan no solo medicamentos, sino que también otros productos. Además, las comunas que no cuentan con farmacias, aunque en estas exista una baja densidad poblacional, no es razón para estar excluidos del acceso a medicamentos debido a una regulación que implica mayores costos para los establecimientos".
Comparación internacional
A nivel internacional, la cantidad de farmacias por cada 100 mil habitantes que hay en nuestro país es inferior a lo observado en los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
España tiene la mayor cantidad de farmacias por cada 100 mil habitantes, con 47,2, seguido por Japón, con 45. En contraste, Dinamarca e Israel tienen el menor número de farmacias por cada 100 mil habitantes, con 3,9 y 6,0, respectivamente. Chile se encuentra bajo ese promedio, ya que existen 19,5 farmacias por cada 100 mil habitantes, inferior al promedio de la Ocde, con 24,4.
Debate interno
El proyecto de Ley de Fármacos II incluye, además de extender la venta de medicamentos en supermercados, el reactivar la unidad de importaciones de la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (Cenabast) para que pueda comprar los medicamentos en las mejores condiciones posibles y, con ello, fomentar la competencia interna.
Esto se haría creando una nueva unidad de importación, que buscará los mejores precios a nivel internacional. Estos medicamentos se pondrán a disposición de las farmacias independientes (que no sean las grandes cadenas) y las comunales.
Otro de los puntos fuertes de este paquete de medidas es fomentar la compra por parte del Estado de productos bioequivalentes a través de la Cenabast, a los cuales también podrán acceder las farmacias independientes y comunales. La idea es que todas las farmacias de barrio se asocien y Cenabast compre un volumen importante y de esa manera bajar los precios.
Más allá de lo netamente legislativo, los expertos coinciden en que la realidad actual del mercado de las farmacias deberá poco a poco comenzar a cambiar, ampliando más allá de la fórmula en que se haga, la cobertura.
Desde la academia, el economista de la Universidad Adolfo Ibáñez y experto en materias de libre competencia, Claudio Agostini, afirma que "lo más relevante es que dada la exclusividad que tienen las farmacias para la venta de medicamentos implica que no hay acceso, incluso a los que no necesitan receta, en muchos lugares en el país. Lo relevante es mejorar la accesibilidad y permitir la venta de medicamentos que no necesitan receta en otros lugares de venta que no sean farmacias, lo cual permite lograr ese objetivo de buena forma".
En ese sentido, para Agostini, "el permitir la venta en supermercados y tiendas de conveniencia elimina esos problemas, mejora el acceso y, además, baja los precios, porque aumenta la competencia. Es una medida que recomienda la Ocde y actualmente en Estados Unidos, Inglaterra, Noruega, Dinamarca, Polonia, República Checa, Suiza, Holanda y Japón se permite la venta de remedios sin receta en supermercados. En Japón, incluso, se permite venta online".
El exsubsecretario de Redes Asistenciales y asesor del gobierno en materias de Salud, Luis Castillo, sostuvo que "es necesario incrementar la accesibilidad, especialmente en comunas sin farmacias o en aquellas cuyas coberturas son aún insuficientes. Para estos efectos cobra mucha importancia la venta de medicamentos sin receta en locales comerciales que no sean farmacias".
Uno de los efectos que se estima que producirá la venta de algunos medicamentos es que llevará a que las farmacias se instalen en zonas de menores recursos o comunas aisladas. Al respecto, Agostini señala que "no es evidente que eso pueda pasar, porque puede no ser rentable tener una farmacia en esos lugares". Por ello, para el economista la mejor opción es permitir que minimarkets y supermercados vendan medicamentos sin receta. "La evidencia internacional es contundente respecto de que eso mejora el acceso y bajan los precios.
Cuando se liberalizó el mercado, los precios cayeron 22% en Italia, 6% en Portugal, 15% en Dinamarca, 20% en Inglaterra y 3% en Francia", acota.
Pero no todos están a favor de este proyecto ni tampoco que se abra la comercialización a supermercados. Y ahí una opinión contraria la entregó el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Juan Luis Castro (PS), quien enfatiza que el optimismo del gobierno en cuanto a los efectos que pueda tener en los precios el abrir la venta de medicamentos sin receta no se condice con la realidad, ya que los remedios que se podrían vender en otros establecimientos son más baratos, por lo que el problema de fondo no se resuelve.
De acuerdo a Castro, la mayoría de las organizaciones que han expuesto en la instancia legislativa han mostrado sus reparos a este proyecto de ley. En este contexto, uno de los principales reparos que entrega el diputado Castro sigue siendo el peligro de intoxicación, puesto que los medicamentos estarán al alcance de los niños. Otro sector que también ha mostrado sus dudas es el Colegio Médico, el cual expuso ante la Comisión de Salud.
En ese sentido, la presidenta de la orden, Izkia Siches, dijo que "los medicamentos son un bien esencial y tienen que regularse como tal. Esto no es lo mismo que vender zapatos, esto es algo que la gente necesita sí o sí, porque si no, se muere o tiene efectos en la salud". En esta línea, afirmó que "esta es una ley que sirve, porque regula el mercado, pero tiene un rol acotado, pues el gasto de bolsillo no va a disminuir de forma tan significativa".
En qué está el proyecto de ley
A principios de mayo, el gobierno ingresó varias indicaciones al proyecto de Ley de Fármacos II con el objetivo de reducir los precios. Posteriormente, el 11 de mayo comenzó la discusión en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados. Así, durante estas semanas, el debate ha estado centrado en escuchar las exposiciones de los distintos actores relacionados con la salud. De acuerdo al cronograma de trabajo fijado por la propia comisión, se espera que el 31 de julio la iniciativa sea votada en general en dicha instancia. Para esa sesión, el diputado Juan Luis Castro espera que esté presente el ministro de Salud, Emilio Santelices
Posteriormente, a principios de agosto comenzará la discusión en particular del texto, por lo que se anticipa una discusión bastante lenta. Castro critica, además, el poco interés que el Ejecutivo ha mostrado en esta iniciativa, lo que se refleja en la poca participación del secretario de Estado y del gobierno en general en la discusión legislativa. El debate seguirá abierto.
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