Lecciones de la negociación colectiva en Escondida
Esta negociación develó los verdaderos peligros que encierra la nueva legislación laboral, cuyos efectos negativos aún no son dimensionados en toda su magnitud.
Luego de varias semanas de suspenso -y la preocupación de las autoridades por reeditar una huelga similar a la del año pasado que pudiera afectar la actividad económica- terminó la negociación colectiva en la minera Escondida. Más allá del valioso acuerdo logrado por las partes, es conveniente evaluar las lecciones que nos deja este episodio a la luz del nuevo marco laboral instaurado con la reforma reciente.
Uno de los aspectos más llamativos es el alto riesgo de judicialización de las relaciones laborales. La amenaza permanente del mundo sindical por dirimir en sede judicial aspectos básicos de la negociación es un incentivo perverso a la búsqueda del conflicto por sobre privilegiar los acuerdos.
Otro aspecto perjudicial de la reforma laboral -que desnudó esta negociación- es la precariedad en la definición de las normas sobre el descuelgue y la duración de los contratos. El plan alternativo del sindicato buscaba incentivar una huelga de 30 días, para luego promover el descuelgue al cierre del 90% de los trabajadores, recogiendo los beneficios asociados a la huelga y forzando una nueva negociación a los 18 meses. Pese a que la Dirección del Trabajo desestimó mediante un pronunciamiento dicha estrategia, persisten los riesgos de que se insista en este artilugio legal y, de paso, de difumine el plazo mínimo establecido en la ley para los contratos colectivos de 24 meses.
Además, las nuevas disposiciones que evitan la posibilidad de retiro de la última oferta por parte de la empresa en caso de huelga y la exigencia de quórums distintos en cada etapa del proceso complejiza la negociación e introduce incentivos a la paralización de las actividades, ya que en la práctica sobreestima el poder de los que privilegian una salida conflictiva.
No ir a la huelga en Escondida le evitó a la empresa y al país cuantiosas pérdidas económicas. Sin embargo, esta negociación develó los verdaderos peligros que encierra la nueva legislación laboral, cuyos efectos negativos aún no son dimensionados en toda su magnitud.
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