Un retroceso de 3,9% registraron en el primer trimestre las licencias médicas electrónicas (LME) por enfermedad o accidente común emitidas con pronunciamiento, registrándose un total de 1.701.350, lo que se compara con las 1.769.894 que se emitieron a marzo de 2023.

Así lo revela el último reporte de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso), donde es posible ver una baja mucho más pronunciada en los aseguradores privados en comparación al público. Esto, porque las licencias por enfermedad o accidente común emitidas con pronunciamiento en Fonasa anotaron una disminución de 1,4% interanual, sumando 1.428.961 a marzo de este año. En cambio, en las de isapres hubo una caída de 15,1%, versus igual periodo del año previo, anotando 272.389 licencias al cierre del primer trimestre.

“Este fenómeno de baja en las licencias médicas ya se ha ido prolongando desde hace un tiempo. Obviamente que las políticas que se han adoptado desde la Suseso y la Compin, de mayor fiscalización a los altos emisores de licencias médicas, ha influido en la baja de la emisión. Esto, porque a los médicos que se han detectado como altos emisores se les requiere una serie de antecedentes en las fiscalizaciones, que desincentivan la emisión”, explica el exsuperintendente de Salud, Patricio Fernández.

Agrega que “ese ha sido un elemento importante. Ahora, la razón de por qué la baja es superior en isapres que en Fonasa, es influenciado porque las isapres tienen contralorías médicas que pueden hacer una revisión mucho más profesionalizada respecto a cada licencia, situación que no ocurre en Fonasa, que carece de contraloría médica, y por ende, las licencias médicas pasan directamente al proceso normal, una vez aprobada o rechazada ante la Compin, y siguen su curso normal, o una eventual apelación ante la Suseso”.

Del total de licencias emitidas con pronunciamiento entre enero y marzo de este año, el reporte de la Suseso detalla que un 8,7% fue rechazada, considerando el último estado de la licencia al 13 de abril de 2024. Esta cifra en igual periodo de 2023 fue menor, pues alcanzó a un 7,8%. “Sin embargo, es importante señalar que esta diferencia va a disminuir con el pasar del tiempo, ya que, de acuerdo a lo establecido en la legislación, las licencias rechazadas pueden ser apeladas y, por tanto, revertidas en el futuro. Este hecho dificulta hacer comparaciones precisas entre años”, señala el documento.

La tasa de rechazo también es bastante mayor en isapres que en Fonasa. Es más, representó el doble en las aseguradoras privadas en comparación al asegurador público. Esto, porque mientras en isapres la tasa de rechazo fue de un 15,8%, en Fonasa representó un 7,3%.

Además de las contralorías médicas que tienen las isapres y que se dedican a fiscalizar licencias, Fernández también cree que “hay varias isapres que han incrementado su tasa de rechazo, o reducción de licencias médicas, de forma indiscriminada. Esto es algo que debería fiscalizar la Superintendencia de Salud, porque es altamente probable que dada la situación financiera que tienen las isapres, hayan adoptado esta política como una manera de desincentivar el uso de las licencias médicas de las personas que no son funcionarios públicos y que solo reciben el subsidio una vez que su licencia es aprobada íntegramente”.

Al desagregar las cifras totales, se obtiene que en el periodo analizado las licencias aumentaron en tres grupos de diagnóstico. Las licencias por trastornos mentales subieron 4,2% en el primer trimestre, totalizando 614.606. De esta manera, este tipo de licencias pasó de representar un 33,3% del total de licencias emitidas en el primer trimestre de 2023, a 36,1% en los tres meses terminados en marzo de este año.

En tanto, las licencias por enfermedades respiratorias subieron 9,5% en el primer trimestre, totalizando 142.494. Así, pasaron de representar un 7,4% en enero-marzo del año pasado, a un 8,4% en el primer trimestre de 2024.

El otro diagnóstico que anotó un incremento en la emisión de licencias médicas fue el de enfermedades infecciosas y parasitarias, con un alza de 13,4% en el periodo, sumando 89.550 licencias. Eso significa que subieron su participación en el total de licencias desde 4,5%, a 5,3%.

En todo caso, el informe dice que “la distribución de las LME con pronunciamiento emitidas durante el año 2024 es similar a la observada durante el año 2023, donde las licencias por trastornos mentales concentran más de un tercio de las LME emitidas en el periodo comprendido por los meses de enero y marzo de ambos años. A su vez, se observa que las licencias por Covid-19 concentraron sólo el 1,4% del total de las LME emitidas en el período comprendido por los meses de enero y marzo del año 2024, 5,6 puntos porcentuales menos que lo registrado en el mismo periodo del año 2023″.

Bajo este escenario, las licencias disminuyeron en los diagnósticos relacionados con Covid-19 (-80,2%), musculoesqueléticas (-3,2%), del sistema nervioso (-1,9%), otros (-1,7%), los traumatismos (-1,2%) y las digestivas (-0,1%).