Un solo ganador se lleva los históricos US$1.537 millones de la lotería de EEUU

Un boleto de lotería ganó en Estados Unidos una cifra mayor a US$1.500 millones, que marcó un nuevo récord a nivel global para un solo jugador, anunció Mega Millions, la empresa organizadora del sorteo.

El boleto fue vendido en Carolina del Sur, pero aún no se conoce la identidad del comprador, informó Mega Millions en su web.

La firma, que inicialmente había anunciado un premio de US$1.600 millones, luego revisó el monto a la baja, a US$1.537 millones.

Así, el premio pasó a ser el segundo más grande de la historia en Estados Unidos, apenas por debajo de los US$1.586 millones entregados por Powerball en enero de 2016.

Sin embargo, aquél premio récord había sido compartido entre tres ganadores de California, Florida y Tennessee, otorgando a cada uno US$528,8 millones.

Por lo tanto, el más reciente es el boleto ganador más grande de todos los tiempos, que eclipsó el récord anterior de Mega Millions, establecido en marzo de 2012 en US$656 millones.

Los seis números ganadores del sorteo, que se relizó el martes por la noche, fueron el 5, 28, 62, 65 y 70. El 5 también se vio recompensado con el premio especial Mega Ball.

"Por fin llegó el momento que esperábamos y no podemos estar más excitados", aseguró Gordon Medenic, director de Mega Millions. "Es realmente histórico", añadió.

Este premio récord de lotería enloqueció a los estadounidenses, que hicieron largas colas en tiendas de comestibles, supermercados y licorerías para comprar un boleto de dos dólares que les daba una posibilidad ínfima de ganar el premio multimillonario.

El ganador puede obtener US$878 millones con un único pago, o la totalidad del premio con pagos anuales a lo largo de 30 años.

El premio del Mega Millions alcanzó una cifra récord porque nadie había logrado el número ganador desde julio, cuando un grupo de empleados de California se repartieron US$543 millones.

A diferencia de muchos otros países, los premios de la lotería de Estados Unidos están sujetos a impuestos federales, mientras que algunos estados también imponen impuestos locales.