Insólito: Madrid le exige a las personas en situación de calle que declaren cuánto ganan

En lo que parece algo insólito, el Gobierno local de Madrid comenzó a preguntar a las personas en situación de calle cuánto ganan por pedir plata, cantar o recoger basura.

La consulta apunta específicamente a aquellos que piden el beneficio social de la Renta mínima de Inserción y que asciende a 400 euros (unos $ 305 mil).

Lo inusual de la consulta, informa El País, se traduce en que se debe presentar cada mes una declaración jurada de sus ingresos por una actividad informal y no regularizada. Ante el temor de no recibir el beneficio,  los solicitantes declaran una cifra al azar que después será descontada del beneficio, según informó el medio español.

El País dio a conocer que la Dirección General de Servicios Sociales le da a un mendigo un plazo de 10 días para que cuantifique sus ingresos mensuales. La cantidad que declare se le computará, como se especifica en la ley, como mínimo al 70% del importe vigente del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (376 euros).

En base a los cálculos del medio hispano, esto significaría que si un mendigo asegura que trabaja unas 20 horas a la semana (media jornada laboral) y saca unos 100 euros al mes, la administración interpretará que ingresa 190 euros, que se le descontarán de los 400 que podría llegar a recibir.

La medida ha generado un amplio rechazo en organizaciones sociales que alegan que esto es una medida para alargar el cobro del subsidio, reducir la cantidad de montos entregados y descartar candidatos.

Por su parte la Consejería de Políticas Sociales explicó que quieren saber cuánto ganan porque así dice el decreto asociado al beneficio. Según el Gobierno regional, esto se lleva preguntando "desde siempre": "Por ejemplo, un chatarrero que declara ganar 100 euros al mes, con unas tablas de las que se dispone se le calcula la RMI. Si al mes siguiente esa persona declara que ya no gana ese dinero, se le vuelve a calcular la RMI respecto a su nueva situación económica y familia".

El medio español dio a conocer el caso de Ignacio, de 49 años quien vive en la calle desde 2010. La primera vez que tramitó la renta le dijo a su trabajadora social que recogía chatarra. Ignacio, nombre ficticio, sacaba entre dos y tres euros al día. Reconocer aquello solo le trajo problemas a la hora de la tramitación. Dejó morir aquel proceso que veía condenado al fracaso e inició otro en el que simplificó las cosas. "Ni chatarra ni chatarro. Pobre y punto".

Ignacio no tiene mayores pretensiones: "Quiero 400 euros para alquiler una habitación, pagar el abono y vivir como una persona normal y corriente".