Con margen de acción limitado e incierto resultado, el Banco Central Europeo prepara nuevos estímulos
Los mercados celebraron que Mario Draghi salga, otra vez, al rescate. Hoy el centro de atención será la Fed.
Con la tasa de interés en cero y un programa de compra de activos, el Banco Central Europeo (BCE) todavía ve espacio para mayor expansión monetaria y pretende ocuparlo. Así lo aseguró ayer el presidente de la entidad, Mario Draghi, que intenta lidiar con una economía que no ha logrado transitar por una clara senda de recuperación.
"En ausencia de mejoras, por ejemplo si se ve amenazado el restablecimiento de la inflación a niveles deseados, serán necesarios estímulos adicionales", señaló la autoridad monetaria de la zona euro en un foro en Portugal.
Como ha ocurrido en otras ocasiones clave, las palabras de Draghi fueron celebradas en los mercados. Las bolsas de París, Milán y Frankfurt avanzaron sobre 2%, mientras que los aumentos en Wall Street rondaron el 1%.
Pero sin lugar a dudas el mercado de bonos fue el más sensible a las nuevas directrices del BCE. El del Tesoro de EEUU en 2,05% quedó en su nivel más bajo desde septiembre de 2017, mientras que el español en 0,39%, el alemán en -0,03% y el francés en 0,01%, tocaron sus mínimos históricos.
Panorama incierto
Sin embargo, economistas del Viejo Continente, no tienen claro si la estrategia del Banco Central Europeo surtirá efecto, considerando la flexibilidad actual de su política monetaria.
"La prolongada continuación de la política monetaria expansiva extrema ha reducido sustancialmente el margen de acción", señala a Pulso Otmar Issing, ex economista jefe del BCE y uno de los padres del euro, quien plantea que se deberá ser paciente para que se alcance la meta de inflación de 2%. En mayo el IPC marcó un avance interanual de 1,2%.
Un análisis similar propone Fredrik Erixon, director del Centro Europeo de Economía Política Internacional (ECIPE, en inglés). "Si bien el BCE, en principio, tiene un poder sin reservas para actuar, no es un hecho que las acciones que tomará ahora puedan romper la caída en las expectativas", indica desde Bruselas.
Algo más optimista se manifiesta Holger Schmieding, economista jefe de Berenberg Bank, quien sí ve un "margen significativo" para actuar. "Podrían recortar las tasas más profundamente en territorio negativo y -aunque en gran medida han agotado su capacidad para comprar bonos soberanos- podrían comprar muchos más bonos corporativos".
En ese marco, advierte el economista del banco más antiguo de mundo, "reducir las tasas y comprar más activos probablemente no aumentará mucho la inflación, pero como en el pasado podría respaldar el crecimiento".
Marco Velli, economista jefe para Europa en UniCredit, estima que si bien existe espacio para mayor estímulo monetario, no será suficiente y que se "necesita más apoyo en la política fiscal y, muy importante, una mejora en la actividad exterior".
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.