Más rentabilidad y menos promesas: las exigencias de los inversionistas a las startups en 2023

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Ronda de negociación

Aunque nivel global bajarán las grandes rondas de capital, se espera que en Chile aumenten los inversionistas de riesgo locales. “Ya no hay boom como el año pasado”, dice un inversor. Los actores del ecosistema coinciden en que la evolución de las ventas será clave.


Entre 2009 y 2018 surgieron ocho unicornios (empresas valorizadas en más de US$1.000 millones) en Latinoamérica. Pero desde 2018 hasta hoy, nacieron 42. Tres son chilenas (Cornershop, NotCo y Betterfly). Esto da una idea del verdadero boom de startups y financiamiento de riesgo o venture capital (VC) de los últimos años, especialmente en 2021.

Un estudio de la Asociación de Venture Capital y Private Equity de América Latina (Lavca, por sus siglas en inglés) indicó que los VC invirtieron US$15.867 millones en startups de la región. Todo un récord que este año no se repitió. Hasta el tercer trimestre de 2022, la cifra no sobrepasaba los US$6.700 millones. La explicación es bastante lógica: inflación, crisis económica, guerra en Europa y varios etcéteras que están afectando a toda la economía. Ante este escenario, ¿cuál es el panorama para las startups chilenas en 2023?

Según Andrés Meirovich, managing director de Genesis Ventures, los fondos que estaban comprometidos, seguirán. Lo que está siendo difícil es que aparezcan nuevos fondos, al menos en 2023. “Ya no hay boom como el año pasado, donde si una startup no entraba a una ronda, no importaba porque había otra de inmediato. Eran inversiones muy rápidas y con valorizaciones muy altas. Lo que pasará (y ya está pasando), es que los VC estarán más tranquilos y preocupados de los números”, dice. Aclara que “siguen siendo capitales de riesgo, pero obviamente había indicadores que eran excesivos hasta para los VC. Por eso, las startups tienen que ahorrarse los gastos superfluos. Bajarlos. Dado que no estará más fácil sacar rondas, hay que hacer que rinda el dinero”.

“Lo primero para 2023 son las ventas, lo segundo las ventas y lo tercero, las ventas”, señala Claudio Barahona, socio del VC Alaya Capital, coincidiendo con Meirovich. “Las startups tienen que preocuparse de los problemas reales de sus clientes y enfocarse más en la facturación. Pero sobre todo tener claro el camino, independiente de si están o no en break even, ya que por lo general un levantamiento de fondo dura cerca de 18 meses. Tienen que administrar bien ese tiempo para su foco y estrategia”.

Un estudio de la Asociación Chilena de Venture Capital (ACVC) reveló que el 2021 la inversión de VC en startups chilenas subió 541% con respecto a 2020. El año pasado, Chile recepcionó una inversión récord de US$1.025 millones, los que se distribuyeron en 339 negocios, con un ticket promedio de US$3 millones.

Ahora bien, es necesario distinguir en la etapa de inversión. En general, en Chile y Latinoamérica (salvo México y Brasil), la inversión en startups es en etapas más tempranas, desde capital semilla a series A, en rondas que van entre US$500 mil a US$5 millones (o en algunos casos hasta US$10 millones.

Para las series B en adelante, lo que se traduce en rondas sobre US$20 millones y con valorizaciones por sobre US$100 millones, efectivamente, según Francisco Guzmán, presidente de la ACVC y socio del estudio de abogados Carey, los montos de inversión han bajado y los inversionistas están más cuidadosos en cuanto a valorizaciones. “Hasta hace poco tiempo había startups que se transformaron en unicornios rápidamente al hacer rondas en que levantaron altos montos a valorizaciones altísimas. Ahora se están revisando los fundamentos que llevaron a estas inversiones y hay casos concretos de compañías que han tenido dificultades para levantar financiamiento en los mismos términos”, explica Guzmán.

En esa línea, Barahona estima que los VC más grandes y globales, que invierten en rondas B, C y D, como Softbank o Tiger Global estarán mucho más cautos. “Es que el 2021 hubo muchas locuras y rondas de US$20 millones o US$30 millones que se entregaban con un puro PowerPoint y sin ningún producto. En el fondo, volveremos a un panorama previo al 2018″, estima el socio de Alaya.

Y aquí es donde entra un factor que podría ser una de las principales tendencias para el 2023: la llegada de más venture capital chilenos y latinoamericanos. “Habrá más intensidad de fondos latinos”, concluye Barahona. Al respecto, Guzmán opina: “Hay muchos actores nuevos en el mundo del VC a nivel local. En Chile, tenemos family offices, corporate ventures y algunos institucionales que están entrando en la industria. Hay una curva de aprendizaje importante en el proceso de inversión y veo que los inversionistas de riesgo están muy enfocados en tomar decisiones correctas, sin dejarse llevar por la moda o lo atractivo que se pueda ver un sector o una compañía, tratando de invertir a valorizaciones que hagan sentido y que sean justificables según su tesis de inversión”, dice el presidente de la ACVC.

Desde el punto de vista de las startups, la conclusión es bastante similar a lo que opinan los actores del mundo de los VC. Según Daniela Baytelman, CEO de la startup chilena Easycancha, el cambio importante que deben hacer las startups de cara al 2023 es “tener mucho más en cuenta la rentabilidad, que pasa a ser tan importante como el crecimiento. La prioridad ya no es levantar financiamiento y salir a ‘quemarlo’ como sea a favor del crecimiento, sino que hay que ser mucho más cautos, cuidar la caja y pasar de la expectativa de unicornio a ser camello (startups que no requieren de una inversión constante), para poder asegurar un año tranquilo y superar este período de contracción”, indica Baytelman.

La socia de Easycancha agrega, además, que desde el punto de vista de los VC, “actualmente, levantar financiamiento para un proyecto sin un modelo claro de negocios se hace muy difícil: en estos casos cobra relevancia que sea un emprendedor con gran trayectoria o con casos de éxito anteriores”.

Por su parte, Carlos Aravena, CEO de Poliglota, dice que para 2023 las startup tienen que tener un buen nivel de “tracción” y rentabilidad, “o bien saber muy bien el camino para ser rentable. Estaremos en un episodio de crisis aún, por lo que el inversionista querrá ver cómo será la disposición de los equipos, especialmente en su fase inicial. Eso hablará muy bien de los emprendedores. El próximo año será una gran oportunidad para las startups demostrar que pueden pivotear cuando hay que hacerlo, además de estar muy conectados con el servicio al cliente y las ventas”, señala Aravena.

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