Medidas proinversión
El anuncio de esta semana debe entenderse como lo que es, un continuo de pequeñas medidas que van elevando la productividad y destrabando la inversión. No pretendía generar un shock de inversión.
La primera agenda proinversión fue la que dio a conocer el lunes el Presidente Sebastián Piñera, cuyo objetivo principal es destrabar los proyectos paralizados que se cuantificaron en inversiones por US$65 mil millones. Ello podría tener un impacto importante en la creación de nuevos puestos de trabajo, estimados en un potencial de 250 mil cupos.
Entre las 12 medidas anunciadas destacan el que las municipalidades puedan entregar -de manera inmediata- una patente provisoria por dos años, para todos aquellos locales que cumplan con los requisitos que establece la ley; implementar una plataforma digital, para hacer los trámites electrónicos ante las Direcciones de Obras Municipales; reducir los tiempos de aprobación de los proyectos de obras hidráulicas; permitir que se constituyan garantías, prendas o hipotecas sobre los derechos de concesiones marítimas; regular la suspensión provisoria de una obra nueva, evitando que, muchas veces, demandas infundadas paralicen grandes proyectos de inversión; facilitar los procedimientos administrativos para la adquisición o ejercicio de derechos, permitiendo que revisores independientes puedan hacer las inspecciones que muchas veces el sector público se demora años en hacer; facilitar al SEA para omitir el pronunciamiento de servicios cuando éstos no están fundados o cuando se encuentran absolutamente fuera de su competencia; y que el SEA cumpla un rol de ventanilla única. Las medidas anunciadas se deben tomar como lo que son: las primeras de una serie de medidas que apuntan en la dirección correcta, pero que no son las necesarias para generar un shock de inversión. Pero en la medida que en el futuro próximo se continúen considerando las medidas de modernización del
Estado y la agenda de productividad identificadas por la CPC o la Sofofa, las condiciones mejorarán. En todo caso, no se debe perder de vista que se requieren cambios que den más certezas en materia laboral y que simplifiquen el esquema tributario.P
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