Mercado de Carbono de Chile: comenzó proceso de participación ciudadana
Como un derivado de la modificación tributaria del impuesto verde, busca financiar proyectos de reforestación, eficiencia energética, transporte público limpio o recambio de calefactores, entre otros.
El Ministerio del Medio Ambiente inició el proceso de participación ciudadana del reglamento que crea el Primer Mercado de Carbono de Chile, el cual se espera que esté operando el 2023. Este instrumento busca enfrentar la contaminación local mejorando la calidad de vida de las personas y comunidades, especialmente las afectadas por la contaminación, a través de un nuevo sistema de compensaciones, el cual fue introducido en la modificación tributaria realizada al impuesto verde.
Se trata de un hito en la historia medioambiental, porque será el primer mercado de carbono que permitirá reducir emisiones a través de un instrumento económico basado en el artículo 6 del Acuerdo de París, y que también incluye contaminantes de vida corta. Con las compensaciones se busca financiar proyectos de reforestación, eficiencia energética, transporte público limpio o recambio de calefactores, entre otros.
En el marco del conversatorio “Primer Mercado Nacional de Carbono en Chile”, la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, destacó el valor que tiene esta herramienta para enfrentar la crisis climática: “Es una herramienta concreta que nos permite movilizar recursos específicamente para acelerar las metas de transformación de Chile”.
Cabe recordar que nuestro país estableció la meta de alcanzar la carbono neutralidad el año 2050, donde el 50% del trabajo consiste en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En ese porcentaje, las industrias sostenibles aportarán con 25%; el hidrógeno verde, 21%; la electromovilidad, 17%, y la edificación sostenible otro 17%. Todo esto, sumado al cierre de las centrales de carbón. “Pero el otro 50% viene de generar medidas de captura de emisiones, lo que es un factor estratégico para lograr la carbono neutralidad”, señaló la ministra.
Chile tiene actualmente 103 proyectos registrados en el mercado internacional de carbono, y además otros 17 que están en proceso de validación en el Clean Development Mechanism (CDM). La mayor parte de estos proyectos son de energías renovables (61%) y hay una pequeña cantidad que está en otro tipo de proyectos.
En Chile van a operar tres mercados de carbono. El primero es el establecido a través de la reforma tributaria al impuesto verde. El segundo es el que nace a través del proyecto de ley marco de cambio climático (en discusión en el Congreso), donde se establecen normas nacionales de GEI y certificados de reducción de emisiones. Por último, aún se está discutiendo el artículo 6 del Acuerdo de París que establece el mercado internacional de carbono y cómo este interacciona con el CDM.
“El sistema de compensaciones lo que permite es profundizar el sentido ambiental del impuesto verde, no solamente recaudatorio, sino también la movilización de recursos directamente hacia proyectos verdes de mitigación y de captura que sean más costo-eficientes”, explicó Schmidt.
Comprometido
Marianne Fay, directora del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú, destacó el trabajo realizado por Chile. “Me impresiona mucho la sofisticación del mercado de carbono chileno, que tiene un elemento muy crucial para la economía política de la acción climática, que es un mercado que tiene beneficios locales e inmediatos”. De todas maneras, reconoció que aún falta mucho por hacer para alcanzar la carbono neutralidad: “En particular vemos que el sector energético chileno todavía es un gran contribuyente en la emisión de gases de efecto invernadero. Dentro de eso el rol del mercado de carbono es necesario para que la transición sea eficiente. Obviamente, nunca será suficiente para toda la transformación que se necesita, pero sí es crucial para la eficiencia de esa transición, porque crea señales para incentivar el buen comportamiento y las inversiones correctas”.
Por su parte, Josefa Monge, presidenta de “Sistemas B” de Chile, recalcó la importancia que las Empresas B tienen en este mercado de carbono, ya que, a su juicio, muchas de ellas serán candidatas a proyectos de compensación: “Tenemos esa parte social que no podemos olvidar, porque lo social y lo ambiental están íntimamente relacionados. Somos bien humanistas en ese sentido, porque creemos que los proyectos ambientales que no conversan con las comunidades son muy complejos y, obviamente, sabemos que todos los efectos ambientales perjudican a las personas y a los de siempre, los más vulnerables”.P
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