El millonario negocio del calzado y las dificultades de los fabricantes chilenos para sobrevivir a la cruda competencia

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Fachada de la emblemática tienda de zapatos ubicada en el centro de Concepción. Ftoto: Esteban Paredes

Importaciones de zapatos superan los US$ 1.100 millones y prácticamente duplican las de computadores y electrodomésticos.


Guante y Gacel remecieron a la industria nacional. El emblemático fabricante de ambas marcas anunció esta tarde que la planta productora de zapatos San Miguel baja sus cortinas, generando el despido de unas 283 personas.

"Dentro de la industria del calzado, desde hace décadas es ampliamente conocida la enorme dificultad que significa fabricar en Chile, dada la gran diferencia de costos con productores de otros países", dijo la empresa en una declaración.

No es la primera y probablemente no sea la última. En diciembre pasado, otra empresa de renombre, la penquista Albano, tiró la toalla y cerró sus puertas luego de 43 años de operaciones.

"Hemos visto cómo en empresas emblemáticas en Chile y en el extranjero, como Gacel y Caprice, cerraron sus actividades, producto de una competencia implacable y descarnada", dijo en un comunicado, el gerente Cristian Aravena.

Ocho años antes, en 2012, otro emblemático fabricante de la VIII Región, Caprice, puso fin a sus actividades luego de 85 años de historia.

A estos fabricantes se suma la quiebra de los populares Calzados Beba, firma que operó durante 47 años hasta el anuncio del inicio de su liquidación forzosa a principios de febrero.

Quiebras más, quiebras menos, lo cierto es que la industria del calzado nacional ha debido enfrentar una dura competencia en la última década.  De acuerdo a datos del Banco Central, las importaciones de calzado han venido subiendo casi ininterrumpidamente desde 2003, y en 2018 se calcularon en US$ 1.123 millones.

Y aunque la cifra es ligeramente inferior al record histórico US$ 1.170 millones de 2017, cuando se importaron 114,4 millones de zapatos, representa un alza de 351% en relación a los US$ 249 millones registrados en 2003.

En valor, las importaciones de zapatos prácticamente duplican a de los televisores (US$ 695 millones), electrodomésticos (US$ 639 millones) y son equivalentes al de la carne (US$ 1.310 millones).

De acuerdo a Fedeccal, en 2017 se importaron calzados procedente de 78 países, a un precio promedio par (PPP) de US$ 9,02. Y sólo desde China se internaron 91 millones de pares. La producción nacional alcanzó los cinco millones de pares, y el consumo anual per cápita llegó a los 6 pares por habitantes, el más alto de Latinoamérica.

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