Nuevas habilidades para un nuevo escenario
El reciente anuncio de Falabella de un aumento de capital por US$ 800 millones es una señal clara que nos habla de una nueva forma en que las empresas se plantean hacia el futuro a través de sus planes de crecimiento.
Ello, porque más de US$ 600 millones (cerca del 70% del total) serán destinados a adaptar a este gigante del retail a los profundos cambios que está experimentado el entorno actual, a través de la implementación de un plan de transformación digital y la compra de la plataforma de e-commerce Linio, por nombrar algunos de las operaciones anunciadas.
Efectivamente, no hay duda de que los desafíos que este nuevo escenario presenta son mayores. Quizás el más importante -y que está poniendo a prueba la capacidad de adaptación de las organizaciones y sus líderes- es la irrupción de nuevas tecnologías y los efectos que esta genera en el comportamiento de clientes, colaboradores y en la sociedad en general.
Lo anterior está afectando y afectará a todas las industrias, inevitablemente. Sin embargo, el retail es un claro ejemplo de un sector que está viviendo cambios medulares en su modelo de negocio, los que obligan a estas empresas a adaptarse de manera ágil y eficiente.
Una realidad que ha puesto exigencias a los liderazgos al interior de las organizaciones, lo que ha generado el surgimiento de nuevas habilidades y perfiles necesarios para llevar a éstas a ser exitosas y sostenibles en un entorno en constante cambio.
Según un informe del World Economic Forum, capacidades que hoy se consideran relevantes como control de calidad y la capacidad de escuchar estarán obsoletas para el año 2020 (en sólo dos años más). Otras, como la negociación y la flexibilidad -que ocupan un lugar destacado en la lista de habilidades requeridas en la actualidad- descenderán en importancia a medida que la tecnología (utilizando grandes cantidades de datos) sea capaz de tomar decisiones que hoy toman las personas.
En contraste, la creatividad se convertirá en una de las tres principales habilidades que los trabajadores necesitarán, junto con la capacidad de resolver problemas complejos y el pensamiento crítico, entre otras.
Un escenario previsible gracias al desarrollo de la inteligencia artificial, la que reemplazará muchas de las actividades y trabajos que los humanos realizan al interior de las empresas.
De hecho, una encuesta realizada por el Consejo de la Agenda Global del Foro Económico Mundial sobre el futuro del software y la sociedad muestra que las personas esperan que las máquinas de inteligencia artificial formen parte de la junta directiva de una compañía para el año 2026, por lo que este cambio es transversal a todos los niveles de la organización, desde el directorio hacia abajo.
El desafío está, entonces, en desarrollar y buscar el talento adecuado para este escenario, tarea que implica un trabajo público y privado que genere resultados concretos ahora, pero con visión de largo plazo.
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