Precios de seguros que cubren catástrofes naturales han ido al alza en Chile y el mundo en los últimos dos años
En general los precios de los seguros que protegen contra este tipo de eventos son definidos en gran parte por los mercados de reaseguros globales, y como en el último tiempo las pérdidas aseguradas han estado por sobre el promedio del siglo XXI, también han ido al alza los precios, según señalan desde corredoras de seguros. Antes las pérdidas catastróficas eran encabezadas por terremotos y huracanes, pero ahora también están tomando más peso eventos catastróficos secundarios.
El sistema frontal que azotó a las zonas centro y sur del país a fines de la semana pasada, dejó varias consecuencias. Miles de personas quedaron aisladas, incomunicadas, y el gobierno ha reportado dos desaparecidos y otros dos fallecidos. También hubo daño material, ya que las fuertes precipitaciones que desbordaron distintos caudales de ríos significaron viviendas dañadas, y otras que fueron completamente destruidas; se vio afectada la infraestructura pública; y hubo daños en el sector silvoagropecuario, entre otros.
Hay seguros que cubren daños ocasionados por fenómenos naturales, específicamente inundaciones; y en el caso de bienes personales, existen pólizas asociadas a créditos hipotecarios o la mayoría de las pólizas de vehículos, que podrían incluir una cláusula adicional que cubra el riesgo de inundación.
En los últimos años los seguros que cubren catástrofes naturales han presentado un mayor nivel de siniestralidad a nivel mundial. Esto está en línea con lo reportado el año pasado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que publicó un informe de evaluación global sobre la reducción del riesgo de desastres (GAR), donde dice que el riesgo de desastres ha venido aumentando a nivel mundial. “Más personas murieron o se vieron afectadas por desastres en los últimos cinco años que en los anteriores cinco años. Crecen los riesgos intensivos y extensivos a un ritmo sin precedentes”, señala el documento.
Esto coincide con el análisis que hace de la industria de seguros Sergio Gómez, managing director de Analytics de la corredora de seguros Aon para Latinoamérica. “De acuerdo con nuestra herramienta Aon Review, el nivel de tasas catastróficas ajustadas por riesgo en el 2023 es un 30% mayor que en el 2010 en Estados Unidos y un 20% mayor en Chile. En ambos casos, este incremento se dio en los últimos dos años; durante la mayor parte de este período de tiempo, el nivel de tasas había decrecido respecto a los niveles del 2010″, comenta el ejecutivo.
Hay que considerar que esto afecta al precio de los seguros, el cual depende de dos variables: la tasa y la suma asegurada. En esa línea el managing director de Aon dice que si la suma asegurada permanece constante, un incremento del 20% en la tasa se traduce en un incremento de esa misma magnitud en el precio del seguro. Pero, si además de esa alza, la suma asegurada también crece, el precio del seguro va a ser mayor al 20%.
Gómez señala que 2022 fue el sexto año consecutivo en el que las pérdidas aseguradas a nivel global estuvieron por encima del promedio del siglo XXI. Y cuenta que “anteriormente las pérdidas catastróficas eran encabezadas por terremotos y huracanes. Durante los últimos años, eventos catastróficos secundarios (tales como inundaciones, sequías, incendios forestales, tormentas de invierno) han aumentado su frecuencia y su participación en las pérdidas aseguradas provocando la revaluación en los modelos que aseguradoras y reaseguradoras usan para tarifar sus productos”.
El ejecutivo destaca que en realidad las aseguradoras asumen una parte muy pequeña del riesgo asociado a las catástrofes naturales, ya que si bien pueden ser la cara visible para el cliente final, lo cierto es que “la mayor parte de este riesgo lo ceden a las reaseguradoras”, cuenta. Por eso mismo “los precios de los seguros que brindan protección contra las catástrofes naturales son determinados en buena parte por los precios de los mercados de reaseguro globales”.
Según el informe GAR de la ONU, los eventos de desastres reportados por año han aumentado significativamente en las últimas dos décadas, principalmente por su frecuencia. Así, entre los años 1970 y 2000, “los reportes de desastres de mediana y gran escala promediaron entre 90 y 100 por año, pero entre 2001 y 2020, el número reportado de tales eventos aumentó a 350–500 por año. Estos incluyeron desastres geofísicos tales como terremotos, tsunamis y volcanes, desastres relacionados con el clima y el tiempo, y brotes de peligros biológicos, incluidas plagas de cultivos y epidemias”, señala el documento. Y agrega que si continúa esta tendencia, el número de desastres puede aumentar de los cerca de 400 que hubo en 2015 a nivel mundial, a 560 por año para 2030.
La gerenta de placement de Gallagher Corredores de Seguros, Katherine Celis, recuerda que “en Chile hemos sufrido muchas catástrofes de la naturaleza. Si mencionamos algunos de los más fuertes a contar del año 2010, podemos indicar el terremoto del 27F del año 2010 (afectó desde la región de la Araucanía a la Región Metropolitana), también el año 2015 el Aluvión de Tocopilla (Región de Antofagasta), los Incendios Forestales el año 2017 (afectó de Valparaíso a región de la Araucanía), además de varios aluviones y erupciones volcánicas. Y el último, sufrido actualmente en junio, con las inundaciones que afectaron desde la región de Valparaíso a la región del Biobío”.
A nivel mundial la ejecutiva destaca el terremoto de Haití de 2010, los huracanes Irma, Katrina, Ian, así como los incendios forestales en Australia durante 2020 y erupciones volcánicas. “Todo lo anterior es mencionado porque los grandes siniestros sufridos tanto en Chile como en el mundo, son pagados o en la gran mayoría están comprometidos los mismos reaseguradores de mercados regionales en EEUU y Londres. Las compañías de seguros soportan sus contratos de seguros con mercados de reaseguro, y por lo mismo, cada año suben la tasa catastrófica, debido a la situación anterior”, señala Celis.
La ejecutiva dice que las primas que cobran las compañías de seguros en algunos casos se han duplicado, por ejemplo, para riesgos nobles (donde las compañías estiman que tendrán una baja siniestralidad, como universidades, oficinas, entre otros) en eventos de gran envergadura. “Las pérdidas significativas de este último período están haciendo que las tasas suban fuertemente”, afirma, y añade eso no ocurre solo en Chile, sino que a nivel mundial.
¿Los siniestros de este tipo son más frecuentes en la última década, o en realidad no ha cambiado su frecuencia? Para Celis, “no han cambiado nada, solo que estadísticamente en Chile la población ha aumentado significativamente, y con ello el equipamiento, las casas y la infraestructura y debido a eso es que notamos un impacto mayor. La misma razón anterior hace que estemos construyendo en zonas que no son las más adecuadas y eso tiene un efecto mayor ante un evento de la naturaleza”.
Joaquín Palomer, líder de placement en Marsh, comenta que “a pesar del alza experimentada por el mercado asegurador chileno post terremoto de 2010, podríamos señalar que durante los años posteriores el mercado experimentó un ciclo de bajas bastante prolongado, que en el caso local chileno se mantuvo hasta octubre de 2019. Respecto a cuánto han cambiado los precios; esto dependerá mucho del tipo de riesgo, siniestralidad, medidas de protección, etc. Sin embargo, hay clientes que en estos últimos dos años han experimentado alzas por sobre el 100% en el costo de seguros asociados, principalmente a las pólizas de bienes físicos y perjuicios por paralización, por diversos factores de mercado”.
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