Primer "banco ético"chileno estaría funcionando el 2022
En 2019 terminarán los estudios técnicos para tramitar los permisos de operación. El período de prueba ha logrado hasta ahora rentabilidades de hasta 9% y préstamos por un total de US$3 millones en 2018.
Si bien aún no cuenta con un nombre oficial, el primer banco ético del país ya está tomando forma: en 2019 finalizarán los estudios técnicos para tramitar los permisos de operación y en 2020 se solicitará su licencia. Se proyecta su apertura a principios de 2022.
La idea de la iniciativa es abarcar y apoyar a los nueve sectores estratégicos de la economía social: cultura, educación, turismo, vivienda, salud e inclusión, alimentación saludable, energías renovables y producción sostenida.
La definición de Banca Ética fue acuñada por Joan Melé, economista de origen español, quien por estos días estuvo en Chile dentro del marco del Encuentro+B, evento realizado en el Teatro del Lago de Frutillar, y en el que participan más de mil líderes de casi 50 países.
El concepto se refiere a la transformación de la economía, en términos de la búsqueda de un destino ético respecto al dinero de los inversionistas, privilegiando aquellos proyectos que generan un impacto positivo en las comunidades.
En la actualidad, la iniciativa se encuentra en fase de escalamiento. Esto, bajo el paraguas de la organización Doble Impacto, que ya está financiando proyectos, como una fase de prueba a la instalación formal del banco ético. Hasta el momento, los inversionistas han logrado obtener rentabilidades que fluctúan entre el 7% y 9%, cifras que le permiten competir con los beneficios logrados por otros instrumentos bancarios, tales como los depósitos a plazo.
El espectro de quienes pueden solicitar un préstamo bajo esta modalidad, es bastante amplio. Estos pueden ser fundaciones, corporaciones, empresas tradicionales, cooperativas y pymes, entre otros. Esto, con el requisito de que sean proyectos que generen valor en la comunidad.
Los dineros entregados hasta el momento por Doble Impacto, fluctúan entre los $3 millones y $250 millones, pero no se ha establecido un límite. En total, se han prestado unos US$3 millones en 2018, pero se espera que esta cifra supere los US$20 millones hasta la apertura del banco. Al ser una fintech, Doble Impacto no está regulado, al igual que todas las plataformas de inversión que existen de este tipo.
Los beneficiarios han sido unas 60 organizaciones, quienes se han destacado por su puntualidad al momento de los pagos, pues presentan un 0% de morosidad.
¿Cuál es el proceso?
Quienes deseen ser parte de esta etapa de escalamiento y obtener un préstamo, deben ingresar al sitio de Doble Impacto, seleccionar el área correspondiente al producto financiero e ingresar una solicitud.
Por ejemplo, "Crédito para mejoramiento de barrio", "Financiamiento para agricultura ecológica" o "Electromovilidad", entre otros. "Logramos conocer, entender y jugar un rol desde el financiamiento en estos sectores. Hemos logrado la cobertura que queríamos. Además, pudimos abordar territorialmente el país desde la conurbación Coquimbo-La Serena hasta Puerto Montt.
Esto es muy interesante, porque también cumple con el objetivo de desplegar el proyecto desde regiones", asegura Sebastián Cantuarias, director de Doble Impacto.
Una vez sorteados los desafíos iniciales, desean acceder a otros mercados de Latinoamérica. Ya están trabajando en Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay. Sin embargo, eso no es todo. En la mira también está México, Costa Rica y Perú. Su meta: operar en un mercado de 650 millones de personas.
"Estamos creando equipos en estos países con profesionales locales. Es muy importante conectarnos con esos lugares, desde el conocimiento territorial que ya existe. No hay que entenderlo como una empresa que arma sucursales, sino que se trata de un paradigma colaborativo. Esto consiste en la formación de grupos en distintas ciudades, quienes reciben las conocimientos que se están desarrollando desde Chile", dice Cantuarias.
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