Proyecciones de inversión para 2025 a la baja aumentan las dudas sobre PIB del próximo año
Si en junio el Banco Central esperaba un alza de 5,4%, en septiembre la ajustó a 5,1%, y ahora, en el informe de diciembre, proyectó un 3,6%. Los economistas consideran que no hay un escenario favorable a la inversión y anticipan que la cifra final podría ser aún menor.
La inversión es una de las variables macroeconómicas más importantes, puesto que permite un crecimiento de la actividad más sostenido de largo plazo, pero a la vez, según lo que han señalado distintos economistas e incluso el propio Banco Central, una de los más difíciles de proyectar.
Por todo ello es una de las proyecciones, que luego del Producto Interno Bruto (PIB), que más siguen los economistas. Para este año, se prevé una caída de 1,3% según el Banco Central y de -1,5% de acuerdo con el último Consensus Forecasts.
Y para el próximo año, si bien las perspectivas son de crecimiento, esta se ha ido ajustando a la baja. Un ejemplo de aquellos es lo que ha ido proyectando el Banco Central en el Informe de Política Monetaria (Ipom). Si en junio esperaba un alza de 5,4%, en septiembre la ajustó a 5,1%, y ahora en el informe de diciembre proyectó un 3,6%.
Ahora, si se analiza las proyecciones del mercado que se han ido reflejando tanto en la encuesta de Expectativas Económicas que esperan un 3% y del Consensus Forecasts que pasó de 4,3% en noviembre a 3,9% en el sondeo de diciembre.
Las menores perspectivas para la inversión tienen implicancias directas en el crecimiento económico del país. Hoy las proyecciones se ubican en 2% para el 2025, pero si esta variable se sigue ajustando a la baja, es probable que las perspectivas de PIB bajen de 2%.
Los argumentos de los economistas
Los economistas consultados por Pulso concuerdan en que el escenario para la inversión no ha sido favorable por diversos factores en 2024, entre los que se encuentra la demora en el proyecto de permisología, la incertidumbre política y económica. Para los expertos no hay señales de que en 2025 este escenario vaya a cambiar mayormente.
Un reflejo de aquello es que el crecimiento tendencial se ubica en torno a 2%, misma proyección que espera el mercado crezca el PIB efectivo durante la próxima década.
Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, asegura que “la caída de la inversión este año va a ser más profunda de lo que se anticipaba” y por lo mismo añade que, “la recuperación o la mejora en el margen de 2025 se está viendo extremadamente débil recogiendo que siguen predominando algunos elementos centrales que limitan la inversión o el apetito por iniciar nuevos proyectos”.
En ese sentido, Lehmann se refirió a la incidencia de la permisología en el ajuste. “Muchos de los proyectos todavía están en etapas preliminares, tienen que pasar por una serie de procesos de aprobación. Es ahí donde tenemos una carga pesada”. Por eso, el economista sostiene que no es descartable que la cifra sea aún menor de lo que se proyecta.
Una postura similar tiene el economista de Gemines, Alejandro Fernández, quien sostiene que “las condiciones no han sido favorables excepto en la minería. Tenemos expectativas respecto del crecimiento de la economía baja, tasas de interés altas y los costos de invertir muy altos por la burocracia, regulación y costos laborales”.
Fernández puntualiza que “en particular la construcción está muy afectada por las tasas de interés y alza de costos”. Y profundiza afirmando que “el retorno de las inversiones es bajo y hay capacidad ociosa en muchos rubros, por lo que no se justifica invertir en un escenario de restricción de márgenes en los negocios”.
Patricio Rojas, economista de Rojas y Asociados, plantea que “la inversión durante el 2024 está por debajo de lo que se esperaba y gran parte de la inversión que se ha visto durante este año está asociada a proyectos mineros. Prácticamente la inversión de sectores no mineros está muy plana (...) y esa es una tendencia que para el año 2025 debiese mantenerse”.
Rojas explica que, en 2025, “es un año donde en general no hay grandes cambios en materia institucional. La discusión en temas tributarios va a continuar. Es un año electoral, por lo tanto, es bastante probable que mucha de la inversión que podría materializarse se tienda a postergar esperando un nuevo gobierno”.
El economista prevé que “una parte del aumento que se espera para el 2025 fundamentalmente es una respuesta a la baja tasa de comparación, por lo que hay cierto rebote, pero fundamentalmente son proyectos mineros. En el resto de la economía el comportamiento de la inversión sigue siendo muy débil y no esperamos grandes cambios”, señala el economista.
Para Tomás Flores, economista de LyD, la explicación de la baja inversión proyectada es “la dificultad para obtener los permisos, tanto por el periodo de tiempo como la arbitrariedad de algunos servicios públicos, han generado un flujo de inversión más moderado en comparación a lo observado hace una década atrás”. Incluso Flores espera que la inversión solo crezca 2% el próximo año.
Pavel Castillo, economista de Corpa, concordó con Flores al señalar que detrás de la baja inversión están presentes los problemas “de permisividad que complican grandes proyectos con burocracia excesiva”. Castillo afirma que “es posible que la economía crezca bajo 2%, por falta de inversión y demanda interna”.
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