Rosanna Costa: “El panorama inflacionario de corto plazo es desafiante”
La presidenta del Banco Central afirmó que si bien esperan que la inflación comience a bajar a mediados del próximo año y que convergerá al 3% en la primera parte del 2026 advirtió que "no podemos descartar que se produzca algún nuevo shock que haga aumentar la inflación”.
Rosanna Costa, presidenta del Banco Central, participó en un seminario organizado por la Sofofa y la Universidad del Desarrollo, donde destacó la importancia de retomar el crecimiento del país y advirtió sobre los riesgos externos que representaban las tensiones geopolíticas.
“Un país que no logra crecer lo suficiente no puede satisfacer las necesidades de sus habitantes y va disminuyendo su bienestar”, afirmó Costa, y agregó que “crecer más no debe ser visto como un objetivo en sí mismo, sino como una forma de mejorar la calidad de vida de todos”.
En la instancia, Costa realizó un diagnóstico de la situación económica en el país enfatizando en la necesidad de mantener un entorno macroeconómico en el que el país pueda desarrollarse favorablemente, destacando el trabajo del Banco Central en mantener dicha estabilidad. “Esto significa mantener una política monetaria coherente con la meta de inflación de 3% dentro del horizonte de 2 años. Lo que se diseña así apuntando precisamente a reducir la variabilidad del ciclo macroeconómico”.
En esa línea, la presidenta del Banco Central se refirió a la variación de la inflación en los últimos años, comparando la fase actual, desde el segundo semestre de 2024, con el periodo anterior marcado por los efectos de la pandemia. “Los determinantes que explicaron el alza de inflación 2020-2021 hoy día no están presentes. Lo que domina hoy son elementos más bien ligados a factores de oferta, como es el caso del aumento de las tarifas eléctricas o el alza de los costos laborales”.
A su vez, Costa enfatizó que “se ha dado un aumento significativo en la incertidumbre global, fenómeno que ha provocado una significativa apreciación del dólar y naturalmente un consiguiente efecto en la depreciación de nuestra moneda”.
Con ello, el Banco Central realizó una corrección en la inflación prevista para este año y para el próximo año, pero Costa señaló que las fuentes son específicas. “Los shocks que enfrentamos durante los últimos trimestres son de una naturaleza distinta a los del pasado reciente. Son shocks que tienen un carácter eminentemente transitorio y que pueden ser acomodados por la política monetaria dentro del horizonte de dos años con menor esfuerzo”, precisó.
Además, la presidenta del organismo enfatizó en la necesidad de mantener la cautela, ya que “el panorama inflacionario de corto plazo es desafiante”.
“La inflación seguirá aumentando en los próximos meses y, acorde con nuestras proyecciones, va a fluctuar en torno al 5% durante el primer semestre de 2025. Aunque posteriormente se reducirá y convergerá al 3% en la primera parte del 2026″. Y advirtió que “no podemos descartar que se produzca algún nuevo shock que haga aumentar la inflación”.
Con respecto a la Tasa de Política Monetaria, Costa aseguró que “la tasa va a seguir una trayectoria decreciente en el horizonte de política monetaria”. Esas bajas dependen de la evolución del escenario macroeconómico y las implicancias de la inflación y por ello “no debe sorprender que entremos en una etapa en que existan pausas”.
Asimismo, se refirió a otros componentes que afectan el panorama económico. “El gasto de los hogares no ha logrado el dinamismo que esperábamos”, señalo, y por ello, en el IPoM, “uno de los cambios relevantes en el panorama macroeconómico haya sido reflejar una menor expansión, una trayectoria algo por debajo a la prevista para el consumo”.
A su vez, señaló que “la evolución del consumo ha ido de la mano de la pérdida de dinamismo también en la creación de empleo”. En esa línea, advierte que hay señales de debilidad en esa variable, lo que explica esto es el rezago en la recuperación de algunos sectores posterior a la pandemia como la construcción. “La inversión, por su parte, se ha mantenido débil en una amplia variedad de sectores, lo que también es un factor que permite explicar una más débil creación de empleo”.
Riesgos y desafíos
La presidenta del Banco Central igualmente enfatizó que la “evolución del escenario internacional se ha convertido en la principal fuente de riesgos a nivel global”. La conjunción de factores económicos y las tensiones geopolíticas “han mantenido en alerta a los mercados y han sido fuentes de episodios de aversión al riesgo y de volatilidad”, afirmó.
En ese escenario, Costa advirtió que el aumento del proteccionismo a nivel internacional sumado a las tensiones geopolíticas “tienen un efecto importante particularmente en una economía pequeña y abierta como la nuestra”. Y agregó que “a esto se debe agregar los potenciales impactos de una reconfiguración de cadenas productivas”.
Con respecto a que Chile vuelva a crecer al 4% planteó que le parece bien que se haya metas ambiciosas, aunque es una meta a largo plazo, “no es una tarea de un año o de dos”.
“Para poder crecer necesitamos revertir esta tendencia a la baja que ha experimentado la productividad (...) aumentar el crecimiento requiere más participación laboral, capacitación, necesita inversión”, puntualizó la presidenta del Banco Central.
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